Se calcula que son 50 000 en Montreal, 200 000 en Toronto. Ellos son los llamados indocumentados, personas sin estatus legal que viven algunos, desde hace años, en diversas ciudades canadienses. Tienen hijos, trabajos, pero no “existen” en términos legales. Muchos provienen de América Latina. Un organismo de Montreal le pide al gobierno canadiense que solucione el problema.
Escuche
Canadá tiene una historia muy rica en lo que respecta a su desarrollo gracias a los inmigrantes y refugiados de todo el mundo.
Sólo el año pasado acogió decenas de miles de refugiados sirios. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, consideró que el plan canadiense de acogida a miles de refugiados sirios, era un modelo exitoso que había que analizar e implementarlo hacia otros países deseosos de recibir a otros refugiados.
Y a diferencia de la decisión del Estados Unidos de Trump de expulsar a inmigrantes y refugiados de 6 países musulmanes, el Canadá de Trudeau dijo que no les iba a cerrar sus fronteras.
Pero el tema es complejo y no todo se resuelve de una manera ideal.
Existen centros de detención de inmigrantes en todo el Canadá.
Y desde que Canadá decidió que a partir del 1 de diciembre 2016, los mexicanos ya no necesitan una visa para ingresar, el número de solicitudes de refugio de ese país se disparó, así como también las expulsiones por parte de Canadá. Lo que hace que algunos decidan quedarse a vivir sin los documentos necesarios.
Las indocumentadas
Las personas sin estatus legal en Canadá pueden ser aquellas que entraron legalmente con una visa de turista, o que solicitaron el refugio político, para dar algunos ejemplos, y que finalmente, vencidos los permisos, se quedaron en el país sin un estatus legal.
Recientemente, y en gran parte debido a la política represiva de la administración Trump, se declaró a Montreal como ciudad refugio.
El Colectivo de mujeres sin estatus de Montreal es un organismo creado en 2015 justamente para pedir la regularización de las personas sin estatus.
Javiera Araya es miembro de esta coalición. Desde su creación, dice, las mujeres han llevado a cabo campañas públicas para pedir el fin de la tramitación de los expedientes de cada caso y un programa de regularización integral para todas las personas en Canadá sin estatus.
Hasta ahora no obtuvieron respuesta alguna.
“Las mujeres sin estatus están sometidas a un nivel de abuso gigantesco, porque, aunque en teoría la ley del trabajo protege a todos los trabajadores en Montreal, en la práctica es muy difícil ejercer esos derechos cuando uno no tiene estatus. Accidentes de trabajo, salarios abusivos atentan contra la ley del trabajo, pero dado que no cuentan con un estatus legal no pueden ejercer sus derechos”.
La pregunta que hay que hacerse dice Javiera Araya es quien gana. “Los sin estatus viven en Canadá, contribuyen al pagar impuestos sobre las compras que realizan. Son parte del engranaje de la economía pero sin obtener casi ningún beneficio, o el que les tendría que corresponder. Son persona que no abusan del sistema, no reciben ninguna subvención del gobierno para vivir”.
También conversamos con dos mujeres que pidieron que sus nombres no sean divulgados por temor a ser descubiertas. Una de ellas explica la diferencia entra trabajar legal o ilegalmente.
“Es mucha la diferencia porque no puedo trabajar declarada. Recibo un sueldo muy bajo, y desempeño tal vez el trabajo de dos personas…Vivimos con temor, salimos con temor a ganarnos el pan de cada día. Qué más quisiéramos nosotras tener un papel, como toda la gente lo tiene, caminar libremente.”
Añade que ellas son explotadas por los patrones que las contratan, y que conociendo la precariedad de sus estatus, les pagan solo el 50% de lo que gana una persona con papeles.
Javiera Araya cree que la situación de los indocumentados en Canadá es igual a la existente en Estados Unidos, y explica por qué.
Esto y más en la conversación con integrantes del Colectivo de mujeres sin estatus de Montreal.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.