Las aguas alrededor de 7.770 lagos de América del Norte podrían experimentar un aumento de su salinidad.
Photo Credit: © Felix Savard-Côté

La sal en las carreteras amenaza la salud de los lagos de agua dulce

En lagos donde los niveles de cloruro de sodio son altos, las poblaciones de peces e invertebrados han sido alteradas así como el plancton que forma la base de la cadena alimentaria acuática. La diversidad de las especies acuáticas y su abundancia pueden reducirse y, en casos extremos de salinización, las aguas son poco oxigenadas, reduciendo la vida en los lagos.

-Hilary Dugan, de la Universidad de Wisconsin-Madison, principal autora del estudio

La mayoría de los canadienses observa siempre con felicidad la desaparición del hielo y la nieve acumulados durante la temporada del invierno, que da paso a las flores de primavera, al pasto verde y al pavimento seco. Pero pocos de nosotros piensan sobre hacia  dónde va toda la sal que desparramamos para mantener seguros los caminos y las aceras.

Los científicos sí lo hacen.

Y en el estudio más grande de su tipo, dirigido por una canadiense, los investigadores dicen que demasiado de esa sal termina en nuestros preciosos lagos de agua dulce.

Y que es hora de que los canadienses cambiemos nuestras costumbres del invierno.

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Millones de toneladas de cloruro de sodio se usan para derretir el hielo y la nieve en las carreteras norteamericanas. © © CBC

La amenaza para el agua dulce

El derretimiento de nieve en carreteras y playas de estacionamientos están amenazando a miles de lagos en América del Norte.

Un nuevo estudio de 371 lagos en el este de Norteamérica muestra que éstos se están salinizando por la sal utilizada para derretir el hielo y la nieve del invierno.

La canadiense Hilary Dugan, una especialista del agua de la Universidad de Wisconsin-Madison, fue la principal autora del estudio.

Según Dugan el estudio encontró que cuanto más cerca está un lago de los caminos o playas de estacionamiento, mayor es la amenaza a la calidad del agua del lago. Incluso una pequeña porción de pavimento hace que la sal salga y se filtre en el suelo y eventualmente entre en el lago.

«Realmente pensé que había que estar en un ambiente urbano denso para ver ese resultado, pero sorprendentemente un ambiente poco urbanizado afecta también estos lagos», dijo Dugan en una entrevista con CBC News.

«Uno va por lugares rurales y remotos pero mientras conduce puede ver lagos junto a las carreteras, y  la presencia de esa carretera pone esos lagos en riesgo».

Hilary Dugan, de la Universidad de Wisconsin-Madison, principal autora del estudio © University of Wisconsin-Madison

El estudio es el más grande de su tipo hasta ahora sobre los efectos de la sal de la carretera en los lagos.

Fue realizado por 15 investigadores que forman parte de la Red Global de Observatorios Ecológicos del Lago y publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

La investigación no incluyó a los Grandes Lagos, que ya han sido objeto de múltiples estudios.

La investigación

Los investigadores examinaron las mediciones de los niveles de cloruro (sal) en los lagos recolectados por gobiernos federales, provinciales y municipales durante al menos una década.

Compararon esos datos con lagos remotos alejados de carreteras.

«Casi todos los lagos situados cerca de una carretera principal mostraron aumentos a largo plazo en las concentraciones de cloruro», dijo Dugan.

«Cuando se piensa en la sal que se echa en las carreteras o aceras o estacionamientos, una vez que se encuentra en el medio ambiente, no se elimina, se almacena en el suelo o va a ser arrojada a arroyos y ríos cercanos y lagos”.

«Así que cualquier sal de carretera terminará eventualmente en nuestras aguas».

El caso del lago Simcoe

En la década de 1970, el lago Simcoe tenía una concentración de sal de 10 microgramos por litro de agua. Un nuevo estudio de los lagos de América del Norte ha encontrado que la concentración de sal del lago Simcoe es ahora de 50 microgramos por litro – un aumento de cinco veces. © (Ontario.ca)

Dugan apunta al lago Simcoe de la provincia de Ontario como ejemplo. En la década de 1970, el gran lago tenía una concentración de sal de 10 microgramos de cloruro por litro de agua. Ahora es de 50 microgramos por litro – cinco veces más.

«El lago Simcoe es enorme, cubre 750 kilómetros cuadrados, por lo que se puede imaginar que si hablamos de un pequeño lago, de sólo un kilómetro o menos en la zona, puede aumentar rápidamente la concentración de cloruro en más de cien veces de lo que debería ser su concentración.»

Canadá reduce el consumo de sal en las carreteras

Se estima que cada año se aplican a las carreteras norteamericanas 23 millones de toneladas de desecado a base de sal. Medioambiente Canadá estima que entre 1½ y 4 millones de toneladas se usan en Canadá cada invierno, dependiendo de la severidad del clima.

Desde 2001, Canadá ha estado tratando de reducir el uso de sal de carretera,incorporando un código voluntario de las mejores prácticas para obtener que los municipios y las ciudades lo reduzcan. Aproximadamente las tres cuartas partes de todos los municipios han adoptado el código.

Une rue complètement gelé à Ottawa.
Una calle completamente congelada en Ottawa, peligrosa para los peatones. © Claudine Richard

Por ejemplo, Toronto ha logrado reducir el uso de sal en carreteras y calles en un 25%.

Dugan dijo que la mayoría de los municipios están haciendo un buen trabajo.

Quentin Levesque trabaja en la Municipalidad de Ottawa.

Tiene instalaciones especiales para almacenar la nieve y luego desviar el agua derretida en estanques.

“Queremos mitigar los impactos del cloruro de sal en el medio ambiente para que el agua de nieve capturada se diluya antes de infiltrarse en el medio ambiente”.

Otras ciudades norteamericanas están recortando la sal de las calles, diluyéndola con jugo de remolacha y también con salmuera de queso.

Pero eso sólo, no sirve.

El problema son los propietarios de casas y las empresas privadas.

Porque el estudio dice que la mitad de toda la sal que se está drenando en los lagos viene de los propietarios de casas y de los estacionamientos privados.

«En muchos casos más del 50 por ciento de la sal que se extiende es en realidad obra de los ciudadanos y las empresas privadas que se va acumulando en las aceras y estacionamientos.

«Así que necesitamos educarnos mejor para entender que hacen falta muy pocos cristales de sal para derretir con eficacia la nieve y hielo.»

Especies acuáticas en peligro de extinción

Peces y otras especies acuáticas están amenazadas por una fuerte presencia de sal en agua dulce. © CBC

El estudio predijo que si los resultados fueran extrapolados a todos los cuerpos de agua en la región de los lagos norteamericanos, alrededor de 7,770,  estarían en grave riesgo.

«Estos resultados son probablemente una subestimación del problema salinización, en momentos en que una serie de áreas, cuyas carreteras son objeto de un salado intenso en invierno, como Quebec y las provincias marítimas de Canadá, ya no proporcionan los datos de la salinización de los lagos «, dijo Sarah Bartlett.

En lagos donde los niveles de cloruro de sodio son altos, las poblaciones de peces e invertebrados han sido alteradas así como el plancton que forma la base de la cadena alimentaria acuática. La diversidad de las especies acuáticas y su abundancia pueden reducirse y, en casos extremos de salinización, las aguas son poco oxigenadas, reduciendo la vida en los lagos.

Dugan dijo que se necesita mucha sal para matar a un lago, pero que una pequeña cantidad puede enfermarlo.

El estudio concluye que si las prácticas actuales no cambian, muchos lagos en el este de Norteamérica superarán el nivel seguro de sal científicamente recomendado, dentro de 50 años.

RCI/Margo McDiarmid-CBC

Categorías: Internacional, Medioambiente y vida animal, Política
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