Siete meses después de haber sitiado a Raqqa, el último bastión del grupo armado Estado Islámico en el norte de Siria, las fuerzas árabes y kurdas entraron este martes en la ciudad gracias a un asalto final.
El ataque lanzado contra el feudo del Estado Islámico, EI, en Siria comenzó el viernes de la semana pasada con una serie de bombardeos terrestres y aéreos contra las posiciones yihadistas. Las tropas se acercaron después a la ciudad por el norte, el este y el oeste.
Según informaciones reportadas por el alto mando de las Fuerzas Democráticas Sirias, las tropas arabo-kurdas, apoyadas por Estados Unidos, entraron ya en el este de Raqqa.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, las FDS, se habrían tomado varias posiciones estratégicas y edificios del Estado Islámico en esta parte de la ciudad.
Este ataque final -retardado por el mando estadounidense sobre el terreno, que esperaba desde hace 7 meses para consolidar sus posiciones y concentraba sus fuerzas en los barrios de las afueras de la ciudad- no fue fácil debido a las decenas de miles de civiles que siguen viviendo en el lugar.
Más no obstante, el general estadounidense Steve Townsend, que está al mando de las fuerzas de la coalición internacional contra el Estado Islámico, previno en un comunicado que hay que esperarse a una “batalla larga y difícil”. Un batalla, que según él, le dará el golpe de gracia al califato decretado por el Estado Islámico en las zonas conquistadas.
Raqqa, que el Estado Islámico considera como su capital en Siria, es una de las primeras ciudades que el grupo armado conquistó durante su fulgurante expansión en Siria e Irak en 2014.
De hecho, la situación no es mejor para el Estado Islámico en Irak donde las fuerzas iraquíes y kurdas están a punto de tomarse la ciudad de Mossul, que es el último gran centro urbano del país todavía ocupado por los yihadistas.
La coalición internacional contra el Estado Islámico, en la cual Canadá participa en Irak, abastece a la FDS en armas, apoyo aéreo y asistencia en el terreno.
El general Townsend afirma que la ofensiva en Siria se inscribía en el marco de una batalla más grande contra el Estado Islámico, que ha reivindicado numerosos atentados sangrientos en la región pero también en Europa.
RCI/Radio Canadá/AFP/Reuters/AP
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