Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, todos los países del mundo y en particular, los países desarrollados consumen demasiada sal. A menudo el doble de la cantidad recomendada. Es importante recordar, dice la OMS, que un régimen salado tiene una influencia directa sobre la presión arterial y en consecuencia, sobre los riesgos de accidentes cardiovasculares.
EscucheLa OMS dice que el consumo de sal en los adultos no debería sobrepasar los 5 gramos diarios, lo cual equivaldría a una cucharadita de sal. Para los bebés de 0 a 9 meses no se recomienda poner sal en sus alimentos y para los niños entre 18 meses y 3 años el aporte de sal debe ser inferior a los 2 gramos.
El Dr. Martin Juneau, cardiólogo y director de la prevención en el Instituto de Cardiología de Montreal, dice que a pesar de las advertencias de la OMS y del ministerio de Salud de Canadá las cifras sobre el consumo de sal en el país siguen siendo las mismas. En general, la gente consume el doble y más de lo recomendado.

El problema con la sal es que aunque las personas quieran reducir su consumo cotidiano, no lo logran porque son sobre todo los alimentos que consumimos fuera de casa en los restaurantes o los platos congelados los que contienen demasiada sal, dice el Dr. Martin Juneau.

Otro problema, es que a fuerza de invitar a la gente a que consuma menos sal bombardeándola con mensajes, esos mensajes se diluyen. En Brasil, en vez de hacer ese tipo de promoción, más bien se invita a la gente a que cocinen y coman en casa y al parecer se está teniendo buenos resultados.

El Dr. Martin Juneau es consciente de esa situación y en vez de decirle a la gente lo que debería y no debería comer, les sugiere más bien de “comer meditarráneo”. El sabor es excelente y es excelente para la salud. Esta dieta alimentaria está compuesta por granos, frutas y verduras, menos proteína animal, ningún alimento transformado o lo menos posible, menos carnes rojas, menos embutidos, más carne blanca y más pescado. Entre más sal consumamos, mas seremos susceptibles de sufrir de hipertensión y en consecuencia, más susceptibles de sufrir de enfermedades cardíacas, dice el Dr. Juneau.

Según el Dr. Juneau, más allá de las invitaciones a los individuos a que reduzcan su consumo de sal, se viene invitando desde hace mucho tiempo a las compañías que transforman los alimentos a reducir la cantidad de sal que utilizan. Hubo una pequeña reducción pero este esfuerzo es insuficiente.
Todo el mundo está de acuerdo sobre este punto. La industria tiene que ajustarse. En 2007 hubo un intento que dio muy pocos resultados. En la actualidad se está preparando otra estrategia para que las industrias de producción alimentaria reduzcan los niveles de sal.
El Dr. Martin Juneau, cardiólogo y director de la prevención en el Instituto de Cardiología de Montreal concluye diciendo que además es muy fácil y relativamente rápido desacostumbrarse a la sal.
EscucheAlain Gravel entrevistó al Dr. Martin Juneau
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