Dejó su país por Canadá sabiendo que aquí no podría ejercer nuevamente como médica cirujana. Los motivos fueron familiares. Pero igualmente dio el paso porque tenía referencias muy positivas del país y ella no es alguien que se desanima fácilmente. Cargó en sus valijas unos objetivos claros y está trabajando para lograrlos. Mal no le va. Kely Quispialaya no se arrepiente para nada del paso que dio.
En tanto que médica cirujana, recibida en Perú, ejerció su profesión en hospitales antes de venir a Montreal. Al igual que la mayoría de los inmigrantes latinoamericanos, nada le resultó fácil, empezando con los idiomas.
Llegó hace cuatro años hablando un poco de inglés. Decidió mejorarlo tomando cursos. « Ahora estudio el francés porque si no lo aprendo tendré dificultad en trabajar en Montreal”.
Con el correr del tiempo, y acostumbrada a buscar soluciones a los obstáculos que iban surgiendo, encontró la manera de recuperar algo valioso que había dejado en Perú y que le hacía falta: el contacto con los pacientes.
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Kely Quispialaya con el Dr. Pedro Rosa y el Dr. Serge Gauthier, director del centro de investigación, durante una actividad del Centro, 2017
El camino del voluntariado y de la investigación
La Dra. Quispialaya no perdió el tiempo y se inscribió a un voluntariado en el McGill University Research Centre for Studies in Aging, el Centro de investigación de la enfermedad de Alzheimer de la Universidad McGill, dirigido por el Dr. Pedro Rosa-Neto. Una experiencia que le permite vislumbrar su horizonte laboral más claro en el sector de la salud.
Posteriormente obtuvo un diploma en Investigación Clínica (Clinical Research).
En el Centro, realiza la recopilación y actualización de la información de los pacientes que consultan para las investigaciones que se están realizando en el laboratorio. Y a la vez trabaja con los protocolos, en este caso asociado al idioma castellano.
“La clínica recibe todo tipo de pacientes. Hablan inglés, francés y español. No todos podemos expresarnos bien en un idioma distinto a nuestra lengua materna lo que limita al paciente poder expresar adecuadamente sus síntomas. Entonces su dominio de la lengua castellana sirve además para profundizar y recopilar datos”.
“Aprendí mucho de esta experiencia sobre el manejo que se hace con los pacientes, y al mismo tiempo ella me permitió reforzar los idiomas porque los pacientes hablan una u otra lengua. Y esto me llevó a conocer también a los pacientes adultos mayores, con los que no trabajaba en Perúi”.
Kely dice que hoy se están sufriendo muchas enfermedades que aquejan a ese grupo de población, una de ellas, la demencia. “Lamentablemente se está convirtiendo en un problema de salud pública”.
Hace falta entonces, señala, poder mejorar, prevenir muchas cosas relacionadas con este tipo de enfermedad.
El duelo como médica cirujana
« Creo que todo ser humano tiene objetivos. No hay que rendirse ni dejar de soñar. Muchos inmigrantes se inclinan u optan por otros caminos. La única herramienta que tenemos aquí es la perseverancia. Hoy, yo me incliné. Estoy en el área de la investigación, me gusta mucho. Pero no pierdo la esperanza de volver a interactuar con los pacientes. De una u otra manera ».
El Colegio de médicos y la pregunta del millón
Muchos médicos que ya vinieron a Canadá o que desean hacerlo, se preguntan ¿qué hacer para lograr ejercer la profesión nuevamente?
Kely dice que para poder obtener la licencia del Colegio Médico de Canadá hay que pasar por distintos tipos de evaluación. “Canadá nos ofrece distintos caminos que podemos tomar. Si yo decido presentarme en las tres pruebas en el Colegio me pueden dar la oportunidad de realizar una residencia, aquí o en otra provincia. Es muy difícil pero creo también que nada es imposible ».
Ella destaca la constante lucha por la obtención de un puesto entre todos los médicos inmigrantes del mundo, no solo latinoamericanos, porque las vacantes no son muchas. Y los cupos en Montreal para trabajar son muy difíciles de obtener. “Tengo colegas que están a la espera de un cupo para poder trabajar como médico. Pero también se están inclinando por otras opciones en el sector de la salud, como en el plano administrativo, por dar un ejemplo. Buscando un medio para poder ejercer y no quedarse estancado ».
La Dra. Kely Quispialaya no lamenta el sendero que tomó. “Porque a la vez Canadá me abrió las puertas y me dio la oportunidad. Aprendí y sigo aprendiendo .Puedo inclinarme hacia otra área, como la de la investigación. Aquí la investigación está mucho más avanzada ».
El próximo paso será obtener una maestría en Neurociencias en la Universidad de McGill, “también estoy preparándome para poder postular al Colegio Médico de Canadá”.

El Centro de investigación de la enfermedad de Alzheimer de la Universidad McGill en Montreal (MCSA)
Una invitación a la comunidad latinoamericana de Montreal
“Invitamos a los pacientes adultos mayores a venir al laboratorio de McGill, que no se sientan limitados, por el idioma u otra cosa. Se están realizando distintos tipo de investigaciones, algunas con adultos mayores mientras que otras apuntan a la población juvenil. Esto es importante para poder detectar en el futuro problemas de demencia. Y sin ningún cargo”.
Kely Quispialaya tiene también otro objetivo en el futuro: compartir sus conocimientos adquiridos en Montreal con sus colegas en Péru.
Esto y más en la entrevista que Kely Quispialaya le dio a Radio Canadá Internacional.
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