Lizandro Arbolay, narrador cubano-canadiense, presentó hace algunos meses en Montreal su primer libro de cuentos “Oscuros varones de Cuba”, una selección de quince historias que a partir de distintos registros de la lengua castellana, ofrece un retrato de aquellos actores discretos que pueblan la historia de la isla y la imaginación de su autor.
Publicados en español, y dispuestos a ser traducidos al inglés o el francés, los cuentos de Arbolay son una celebración de la lengua que no da tregua a quienes no están en buenas migas con los diccionarios, con la historia y los textos canónicos de la literatura española.
Una calle en La Habana (Foto: Getty Images)
Entrevistado por Radio Canadá Internacional, Arbolay explicó que su primer libro tiene una intención pedagógica, que propone un paseo por la historia cubana, utilizando el género del cuento como una forma de glosar aquellos episodios poco conocidos.
Arbolay explicó que la distancia, el vivir en Canadá, ha dado forma tanto a su propia percepción como sujeto latinoamericano, como a su apreciación por las variantes del castellano en una ciudad pluricultural y políglota como Montreal.
“Es un libro muy cubano, pero no es literatura nacional”, dice el cuentista al explicar la recepción de su libro, destacando que uno de los rasgos de la literatura cubana es que privilegia la forma y que sus cuentos se inscriben en esa tradición.
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