Rosa Solórzano formó parte de una cohorte de 10 estudiantes con un estatus migratorio precario en ser admitidos en la Universidad de York. Este año, su solicitud de refugio fue aceptada, y ella regresará a York, esta vez como estudiante regular. (David Donnelly / CBC)

Miles de jóvenes sin estatus legal en Canadá viven en el limbo de la educación, la Universidad York quiere cambiar eso

«Si desea garantizar la integración exitosa de los jóvenes en Canadá y en nuestro sistema, la educación es la clave”.

– Rhonda Lenton, presidenta de la Universidad York

Desde la provincia de Quebec hasta la de Columbia Británica, muchas universidades destacaron desde el año pasado que las solicitudes y el tráfico en sus páginas de internet desde Estados Unidos han ido en aumento desde el triunfo electoral de Trump del 8 de noviembre.

La elección del actual presidente ha generado un incremento en interés más allá de lo esperado.

Un grupo en particular se destaca. Los llamados “Dreamers” o soñadores.

Para la presidenta de la Universidad de York, Rhonda Lenton, el proyecto piloto es una oportunidad para ampliar el acceso a la educación para jóvenes con un estatus migratorio precario. (David Donnelly / CBC)

Dreamers se refiere al programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) de los EE. UU para inmigrantes que fueron traídos ilegalmente al país cuando eran niños y esperan permanecer allí.

Ese programa DACA ha servido para impedir la deportación de los que llegaron siendo niños así como su derecho a trabajar legalmente.

Este programa ha beneficiado a casi 800.000 jóvenes desde que fue autorizado por el expresidente Barack Obama en el 2012.

Pero DACA fue atacado por el presidente Donald Trump quien decidió cancelarlo poniendo a unas 800,000 personas bajo amenaza de deportación.

A diferencia de sus contrapartes estadounidenses, muchos «soñadores» canadienses están documentados porque han reclamado el estatus de refugiado.

Actualmente no se recopilan datos a gran escala sobre la cantidad de personas con un estado migratorio precario que viven en Canadá, que tienen oportunidades limitadas de trabajar y casi ninguna posibilidad de educación postsecundaria.

La Universidad York de Toronto hace que el programa ‘Dreamers canadienses’ sea permanente

La presidenta de la Universidad York, Rhonda Lenton, dice que el programa «Dreamers» es totalmente consistente con su compromiso con la justicia social y con proporcionar ese tipo de acceso”.

El otoño pasado la Universidad de York  inauguró el primer programa de ese tipo en Canadá- que permitió a 12 jóvenes con estatus migratorio incierto, estudiar para obtener un título. Este año el número es mayor, 16.

El programa piloto, el primero de su tipo en Canadá, se ha graduado ya como un programa permanente.

Sin este tipo de admisión, estos adultos jóvenes que desean ir a la universidad tendrían que pagar matrículas internacionales en lugar de nacionales. Tampoco son elegibles para recibir ayuda financiera, como el programa OSAP en Ontario.

Entonces los estudiantes admitidos en el programa «Dreamers canadienses» en cambio pagan la misma matrícula que los estudiantes locales. Algunos son elegibles para becas parciales o completas proporcionadas,

«Una de las cosas más importantes que podemos brindarles es el acceso a la educación superior mientras esperan por su estatus migratorio«.

-Rhonda Lenton

Si bien muchas escuelas canadienses, incluidas las de la Junta Escolar del Distrito de Toronto, tienen una política de «no preguntar, no decir» cuando se trata de estudiantes con un estado migratorio incierto, no existe una política que regule el siguiente capítulo de sus vidas después de que se gradúan de la escuela secundaria.

Entonces uno de los objetivos de Lenton como presidente de la Universidad York es ampliar el acceso a la educación en la universidad durante los próximos cinco años. Hasta ahora, la única opción para los jóvenes cuyo estatus migratorio es incierto era postularse como estudiantes extranjeros. La realidad es que ninguno de ellos puede pagar las tasas de matrícula, que es mucho más caro que para los estudiantes canadienses.

«Pensando en esa agenda de acceso para York», dice Lenton, «un par de poblaciones se destacaron como importantes: los estudiantes indígenas y los estudiantes con estatus de inmigrantes precarios».

En los EE. UU., los Dreamers se han convertido en una fuerza política importante, tomando las calles y los titulares para protestar después de que Trump finalizara el programa DACA.

Para la presidenta de la Universidad de York, Rhonda Lenton, el proyecto piloto es una oportunidad para ampliar el acceso a la educación para jóvenes con un estatus migratorio precario. (David Donnelly / CBC)

Los soñadores canadienses, por otro lado, son casi invisibles, y la Universidad de York es la única institución importante por el momento que reconoce su creciente presencia.

Con la educación viene la esperanza y la estabilidad

La posibilidad de asistir a la universidad fue un raro soporte de estabilidad para Tee-Jay Siririka, de 22 años, en lo que habían sido unos años por lo demás inciertos.

Después de que él y su madre huyeron de Namibia, en 2011, se vieron atrapados en el limbo de la inmigración cuando se desestimó su solicitud de asilo.

«Todo el mundo quiere una vida estable, pero uno no sabe lo que sucederá hoy, no sabe lo que sucederá mañana. Esa es la sensación, siempre», dijo.

Entonces el programa piloto de York fue un rayo de esperanza.

Tee-Jay Siririka, en el centro, hace una presentación en el Canadian Council for Refugees Youth Network en Toronto. (Presentado por el Consejo Canadiense para la Red de Jóvenes Refugiados)

Siririka desarrolló un interés en la política canadiense, y espera tener una carrera en la función pública. Además recibió una beca completa para su primer y segundo año.

Este verano, Siririka y su familia fueron aceptados como residentes permanentes por motivos humanitarios y compasivos. Él comienza su segundo año en York este mes.

«Estar en el limbo, sin estatus, ese es el peor lugar donde puede estar un ser humano. No me di cuenta de cuánto era una carga hasta ese momento», dijo. «Después de eso, tomé una respiración profunda y me di cuenta de que estoy en casa”.

En todo Canadá, Lenton calcula que podría haber entre 200,000 y medio millón de jóvenes, cuyo estatus migratorio es incierto, es difícil saber la cantidad precisa, y que tienen pocas posibilidades de ingresar a las universidades canadienses.

«Me gustaría ver este modelo, especialmente para establecer vías de admisión disponibles en todo el país, y proporcionar estos caminos de movilidad social», dijo Rhonda Lenton, presidenta de la Universidad York.

RCI/CBC/

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