Un juez de la Corte provincial declaró que la Fiscalía no había logrado demostrar fuera de toda duda razonable que Kenneth Harrison sabía lo que se encontraba en la caja que le fue entregada en su domicilio en San Juan en 2013.
El juez Mark Pike reconoció que las razones invocadas por Harrison para hacer el pedido de la muñeca no parecían verdaderas, pero estatuyó que la fiscalía no pudo probar que no decía la verdad.
Durante el proceso Kenneth Harrison declaró que él quiso pedir una muñeca de talla adulta para reemplazar en su vida un hijo que murió 20 años antes, a los 6 meses de edad.
El juez Mark Pike concluyó que las explicaciones de Harrison le parecieron descabelladas, pero que habían demasiadas dudas sobre lo que el acusado había visto al hacer su compra en un sitio Internet.
Esta causa, por lo menos particular, siguió su curso ante los tribunales desde hace varios años y se trataría del primer juicio en Canadá sobre acusaciones de pornografía infantil relacionada a una muñeca sexual. El expediente estuvo a punto de crear un precedente acerca de lo que puede ser considerado como pornografía infantil cuando ningún niño real está implicado.
Kenneth Harrison, de 54 años de edad fue absuelto de las acusaciones de posesión de pornografía infantil y del envío por correo de material obsceno. También fue absuelto de las acusaciones de contrabando y de posesión de mercancías prohibidas en virtud de la Ley sobre las aduanas.
El abogado de la defensa Bob Buckingham habló del proceso como de una “larga batalla” que fue estresante y agotadora para su cliente.
“Kenneth Harrison por su parte desea decir que está contento que el juicio haya terminado y aconseja a la gente que tengan mucho cuidado cuando hacen pedidos en línea”, declaró Bob Buckingham al lado de su cliente.
RCI/La Presse Canadienne/Holly McKenzie-Sutter
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