El director Quentin Tarantino en el estreno de su película en Tokyo, Japón, el 26 de agosto 2019. (Photo by Christopher Jue/Getty Images)

Érase una vez en Hollywood y el mito Manson

La película Érase una vez en Hollywood del cineasta estadounidense, Quentin Tarantino fue la película más esperada de la 72 edición del Festival de Cannes, Francia, donde se en presentó en competencia. Quentin Tarantino regresó a la Croisette de Cannes donde ganó la Palma de Oro hace 25 años con su película Pulp Fiction.

Érase una vez en Hollywood, la novena película de Tarantino en la que los actores principales son Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, salió recientemente en las salas del mundo entero. Yo la vi en Montreal, pero me encontraba en Madrid, cuando se estrenó en España el 15 de agosto.

(Foto: Pablo Gómez Barrios)

Una película un poco controvertida, alabada por los unos y criticada por los otros, pero que no deja indiferente a nadie. Digamos en muy grandes líneas que la acción se sitúa en Los Ángeles de 1969, donde la industria está en pleno cambio y donde la estrella de televisión Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) y Cliff Booth (Brad Pitt), su doble de muchos años, se enfrentan a los cambios en una industria que tienen mucha dificultad en reconocer.

La acción se entrelaza y se confunde con los asesinatos que en esa época cometió la Familia Manson, como se denominó al grupo de Charles Manson y “sus chicas”, que se había establecido en el desierto de California a finales de la década de los 60.

En 1971 Charles Manson fue declarado culpable de conspiración por los asesinatos de 7 personas: la actriz Sharon Tate (encinta de 8 meses y esposa del cineasta francés Roman Polansky) y otras 4 personas en la casa de Tate en Beverly Hills y al día siguiente, del matrimonio Leno y Rosemary LaBianca. Todos estos asesinatos fueron cometidos por los miembros del grupo bajo las instrucciones de Manson.

Quentin Tarantino, Shannon McIntosh y Leonardo DiCaprio en Tokyo, Japón. (Photo by Christopher Jue/Getty Images)

Sobre este tema conversamos con Antonio Dominguez Leiva, profesor en el Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Quebec en Montreal, UQÀM, especialista de la Cultura popular y co fundador de la revista digital Pop-en-Stock. Él nos dice que la película tiene varios niveles y varios puntos de interés y comienza con lo polémico.

Según Antonio Domínguez Leiva, Charles Manson se erige en un figura mítica porque en ese momento viene a ser la contrafigura del sueño utópico de la contra cultura. Y lo describe como un “flower child”, un hippie que viene, como muchos de los hippies que en esa época llegan a San Francisco a finales de los 60, de un pasado muy complicado de “outsider”, de marginado social, rayano en la delincuencia juvenil.

Manson es un ex convicto que había pasado la mitad de su vida en la cárcel, donde justamente conoció a gente que lo conecta precisamente con  todo un “mundillo” contra cultural, en el límite de lo contra cultural y lo simplemente marginal.

(Foto: ODD ANDERSEN/AFP/Getty Images)

El académico explica que en ese momento este hippie psicópata se convierte en la confirmación de todos los miedos de la visión conservadora estadounidense. Y quizá, lo que es más inquietante es que no era él mismo quien cometía los crímenes, sino que hacía cometerlos a sus secuaces y especialmente a estas chicas que fueron sin duda uno de los pilares del mito.  Y como tal, Manson se constituye en el emblema de la crisis de  las ideologías de liberación de la década de los 60

Y estas mismas chicas, dice Domínguez Leiva, resultan sumamente inquietantes porque son la transformación del sueño hippie, ellas son “flower childs” emblemáticas por su manera de vestir y por todas sus actuaciones. Y de repente aparecen como víctimas, por una parte, retomando el binomio del hipnotizador y sus víctimas, tal y como por ejemplo aparecen en el célebre best seller de finales del Siglo XIX, Trilby de George du Maurier. Y por otra parte, son la reactualización de las Ménades de la mitología griega o de las Bacantes de la mitología romana, que siguen a Dionysos y descuartizan a quien se le cruza en el camino.

TRANSFORMACIÓN DEL SUEÑO HIPPIE Y LA VÍCTIMA SACRIFICAL

(Photo by Sebastian Reuter/Getty Images for Sony Pictures)

Y por último, el gran elemento mito-gráfico que se añade a esto es la canción. La canción es Helter Skelter del álbum blanco de los Beatles que se transforma en algo sumamente siniestro. Helter Skelter originalmente es un término británico, no estadounidense, que designa un tipo de atracción parecido a las montañas rusas. Y todo el juego de la inversión de lo alto por lo bajo que articula la canción de los Beatles se refiere originalmente a lo que es el parque de atracciones. Manson que no conocía el elemento original somete la canción a una interpretación muy personal, nos explica especialista en cultura popular de la Universidad de Quebec en Montreal, UQÀM.

EL PAPEL DE HELTER SKELTER DE LOS BEATLES EN EL MITO MANSON

Para concluir, Antonio Domínguez Leiva no dice que la película consigue de una manera sumamente inteligente aunar 2 mitos de la América moderna.

TRANSFORMACIÓN DE LOS SUEÑOS Y LA MITOLOGÍA DE LA FAMILIA MANSON

ESCUCHE LA ENTREVISTA COMPLETA CON ANTONIO DOMÍNGUEZ LEIVA

Categorías: Artes y espectáculos, Sociedad
Etiquetas: , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.