En nuestro programa Canadá en las Américas del viernes pasado, les estuvimos hablando de cómo el mal tiempo obligó a las autoridades municipales a posponer para el día siguiente la famosa fiesta de Halloween. Pues bien, la cosa empeoró en la noche del viernes primero de noviembre.
Lluvias intensas y vientos violentos azotaron una buena parte de la provincia de Quebec. Se registraron vientos de entre 91 y 107 kilómetros por hora, que dejaron en la obscuridad a una buena parte de la población. Al momento más fuerte de la tormenta, alrededor de las 16:00 horas 980.000 hogares estaban privados de electricidad.
Cabe señalar aquí que durante la famosa crisis provocada por la lluvia helada en Quebec en 1998, se estima que 1millón 400 mil personas estuvieron privadas de electricidad. Pero contrariamente a esta crisis que golpeó sobre todo a la red de trasporte eléctrico de Hydro-Quebec, la tormenta del viernes afectó la red de distribución, afirma Eric Fillion, presidente de Hydro-Quebec Distribución.
Más de 1.000 empleados de la compañía estatal de electricidad, 800 de ellos sobre todo montadores de líneas fueron desplegados para restablecer el fluido eléctrico. Pero también contaron con la ayuda de Hydro-Ottawa y equipos de Nueva Brunswick y Detroit.
(Radio Canada/Ivanoh Demers)
Hay que señalar el trabajo de los empleados de Hydro-Quebec que entre el momento de la tormenta el viernes primero y el lunes 4 de noviembre lograron restablecer la electricidad en la gran mayoría de los hogares que sufrieron el apagón. En la mañana de este lunes solo 56.000 hogares de los 980.000, seguían todavía en la obscuridad. Éric Fillion es presidente de la Distribución de Hydro-Quebec.
Evidentemente la situación ha evolucionado mucho desde el viernes por la tarde, cuando teníamos casi un millón de clientes si electricidad a través de todo Quebec. Y hasta hace unos 6 minutos, teníamos solo 56.000 clientes sin luz. Yo le diría que alrededor de la mitad de los clientes están concentrados en la región de la Monteregie y Estrie. Y es ahí donde vamos a desplegar la mayor parte de nuestro personal sobre el terreno.
En lo que respecta Montreal y sus alrededores el fluido eléctrico está restablecido prácticamente en toda la región y según el presidente de la distribución eléctrica de la red en Montreal quedarían solo unos 12 hogares sin electricidad y unos 300 hogares en las afueras. Los equipos que se han liberado serán destinados a solucionar el problema de las afueras de la ciudad. La pregunta que se puede hacer en este caso frente a un gigantesco apagón como el que sucedió este fin de semana es ¿Cuáles son los desafíos para los montadores de líneas?
Los principales apagones que solucionamos nos permitieron reconectar a miles de clientes. En el momento trabajamos en zonas de apagones más pequeños, en regiones más aisladas donde el acceso es más difícil para nuestros equipos. De hecho, debemos utilizar equipos especializados como pequeñas barquillas montadas sobre orugas y pequeñas grúas. Son trabajos más difíciles. Pero la mayor parte del trabajo que nos queda por hacer está relacionado con la vegetación. A menudo necesitamos equipos de podadores para retirar los árboles caídos. Árboles suficientemente grandes para dañar nuestra red y la red de telecomunicaciones.
Este trabajo es necesario para permitir después a los montadores de líneas seguir haciendo su trabajo, es decir, reinstalar los equipos, las líneas eléctricas y los transformadores para poder reconectar a los clientes. “Un trabajo bastante fastidioso”, dice Eric Fillion.
(Foto: Radio Canada/Mathieu Wagner)
La mayor parte de los apagones que quedan por reparar requieren trabajos que toman más tiempo y que van a abastecer electricidad a entre 1 y 20 clientes cada uno. Entonces se puede ver que representa un trabajo enorme, quizá “poco representativo” comparado a todo el trabajo que se hizo al principio de la tormenta. Cualquiera que sea la situación, la prioridad es restablecer la electricidad a los hogares lo más pronto posible. Para lograrlo, en algunas ocasiones se hacen trabajos “temporales” de alguna forma y se tiene que regresar más tarde para terminarlo de una forma permanente, dice Eric Fillion.
Hay un lugar en el que las líneas eléctricas y un transformador dañado. Y para acelerar la reconexión de los clientes, entonces reconectamos las líneas eléctricas a otros transformadores que estaban en buenas condiciones y pudimos dar electricidad a unos 150 clientes. En los próximos días vamos a regresar para instalar un transformador nuevo para que la red esté en condiciones óptimas. Pero en la actualidad, optamos por trabajar los más rápidamente posible para que nos clientes tuvieran electricidad, ya que fueron muy pacientes desde el viernes.
Las reparaciones permanentes en esos casos se harán en el transcurso de los próximos días, dice el jefe de la distribución eléctrica de Hydro-Quebec. La situación imperante desde el viernes de la semana pasada incitó muchas veces a algunas personas a querer “ayudar” a los equipos de Hydro-Quebec. Pero tanto los especialistas de la compañía eléctrica como las autoridades aconsejan a las personas de no tratar de retirar troncos y ramas de árboles caídos porque presentan un peligro inminente y es muy peligroso hacerlo.
El primer ministro François Legault y el Presidente y Director General de Hydro-Quebec, Eric Martel(THE CANADIAN PRESS / GRAHAM HUGHES)
Ellos aconsejan a la gente a mantenerse alejada de las instalaciones eléctricas caídas, mientras los equipos trabajan para restablecer la corriente eléctrica. Según Eric Fillion este lunes es el día clave en el que se despliegan a alrededor de 1.500 trabajadores y se espera que esta noche queden solo entre 25.000 y 30.000 clientes sin electricidad y lo más seguro es que este martes en el transcurso del día se tenga la situación completamente bajo control.
La tormenta dejó dos víctimas mortales.
El primer ministro de la provincia, François Legault, que siguió de cerca las operaciones, presentó sus condolencias a la familia de un hombre que murió el viernes cuando una gruesa rama de un árbol le cayó sobre la cabeza. Una segunda víctima se registró en la región Trois-Rivières. Se trata de otro hombre que fue golpeado a la cabeza por un objeto llevado por el viento.
Patrick Masbourian entrevistó a Éric Fillion
RCI/Radio Canadá/La Presse Canadienne/Internet
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