La ahora cerrada Mina Jeffrey, a cielo abierto, fotografiada el 10 de agosto 2016. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Paul Chiasson)

La ciudad de Asbestos en Quebec desea cambiar de nombre

Si buscamos la definición de Asbesto en el diccionario de la Real Academia Española, RAE, podemos leer: “Mineral de composición y caracteres semejantes a los del amianto, pero de fibras duras y rígidas, parecidas al cristal hilado, y de efectos nocivos para la salud”.

Asbestos es también el nombre de una pequeña ciudad de la provincia de Quebec situada en la región conocida como los Cantones del Este, en la región de la Estrie. Mucho tiempo antes del nacimiento de la ciudad de Asbestos, estas tierras eran pobladas por los indígenas Abenaquis. Originarios de las regiones de Maine, New Hampshire y Vermont, los Abenaquis  se instalaron en la región alrededor de 1660.

Con el correr de tiempo, el Siglo XIX, comienzan a llegar en la región los primeros habitantes blancos. Los estadounidenses fueron los primeros en establecerse, seguidos por los británicos, escoceses e irlandeses. Un día del año 1879, algunos niños que jugaban en las faldas de una colina llamada “La Colina de Webb”, descubrieron una piedra de curiosa apariencia que se había desprendido de un peñasco. Era asbesto.

El descubrimiento de un yacimiento de asbesto monopolizó todos los recursos de la región. Una comunidad se organizó y se instaló alrededor de la mina. Así nació la ciudad de Asbestos en 1899. El auge que conoció la industria en este inicio de siglo atrajo a nuevos trabajadores mineros provenientes de distintas regiones de la provincia.

Digamos que asbesto es el nombre de un grupo de minerales de origen natural que comenzó a utilizarse en materiales de construcción y más tarde en los frenos de los automóviles, con el fin de resistir al calor y la corrosión. Su explotación y utilización comenzó a disminuir cuando se demostró que su utilización era nociva para la salud humana. La Mina Jeffrey fue explotada durante más de un siglo hasta su cierre en 2011.

Mina de asbesto abandonada en Thetford Mines, Quebec, el 7 de agosto 2015. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Lia Levesque)

La inhalación de las fibras de asbesto puede provocar serias enfermedades en los pulmones y en otros órganos que pueden no aparecer hasta años después que ocurrió la exposición. La asbestosis por ejemplo, puede generar una acumulación de tejido de tipo cicatrizal en los pulmones que resulta en la pérdida de la función pulmonar, la discapacidad y la muerte.

Pues bien, el consejo municipal de Asbestos anunció a finales del mes de noviembre 2019 que se lanzaba en el proceso de cambio de nombre de la ciudad, sobre todo debido a la connotación negativa de la palabra Asbestos, dice Hugues Grimard, alcalde de la ciudad.

LA GENTE TIENE UNA PERCEPCIÓN NEGATIVA

Es verdaderamente la percepción negativa que se tiene al exterior de la región de la Estrie. Puede ser tanto en Montreal como a nivel internacional. Nosotros hemos perdido algunas empresas que no han querido venir a investir en Asbestos. Otra compañía farmacéutica no pudo vender una máquina porque era de Asbestos. A un industrial que estuvo en misión económica en Ohio, EEUU, no le quisieron recibir su tarjeta de presentación. Y las actividades comerciales internacionales de nuestros empresarios han sido menos interesantes porque eran de Asbestos.

Para Hugues Grimard, alcalde de Asbestos, el hecho de ser de esa ciudad no facilita los negocios. Y por tanto, en los últimos Asbestos pasó de ser una ciudad mono-industrial a una ciudad con varios polos de desarrollo. Y el cambio de nombre les permitirá desarrollar el conjunto de la región e ir todavía más allá.

Hugues Grimard, alcalde de Asbestos, el 10 de agosto 2016. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Paul Chiasson)

La ciudad de Asbesto cuenta hoy en día con una población de unos 7.000 habitantes. ¿Qué piensa ellos de esta idea de cambio de nombre?

¿QUÉ PIENSA LA POBLACIÓN?

Yo nací aquí y estoy orgulloso de lo que hemos logrado como sociedad en Asbestos. Vamos a debatir y el debate se hará entre nosotros. Pero hay que suprimir la emoción y hablar de una forma racional. Preguntarnos qué medidas podemos instaurar para las próximas décadas y las próximas generaciones. Es un gesto que debemos hacer y que tendrá repercusiones a largo plazo. Es una decisión unánime del consejo municipal y queremos hacerlo de una forma transparente.

Y es teniendo esa preocupación de transparencia que el Consejo Municipal tomó la decisión de cambiar de nombre y al día siguiente la presentó a los ciudadanos. A esta iniciativa seguirá una campaña de información a la población. “No queremos imponer nada”, dice el alcalde Grimard.

Roca de la que se extraía el asbesto en la Mina Jeffrey. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Paul Chiasson)

Hugues Grimard es alcalde de Asbestos desde hace 10 años. Él, en tanto que alcalde, los miembros del Consejo municipal y varios industriales de la región, piden desde hace varios años que se cambie el nombre de la ciudad, para que los ayude a penetrar el mercado internacional.

El momento de escoger el nuevo nombre de la ciudad no ha llegado todavía. Él y los miembros del Consejo municipal no tienen absolutamente ninguna idea de nombre que proponerle a la población

“Nosotros queremos que el nombre venga verdaderamente de la base, de la población” para que haya una reflexión a fondo, dice el alcalde. En el proceso de selección de nombre, el Consejo municipal va a sugerir algunos criterios. Pero él piensa que es la población la que debe escoger el nuevo nombre de la ciudad, que deberá ser conocido en 2020.

Patrick Masbourian entrevistó a Hugues Grimard

Categorías: Medioambiente y vida animal, Política, Sociedad
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