Miércoles en la mañana, en el Territorio Mohawk de Kahnawake, en las afueras de Montreal, varios camiones descargaron montañas de piedras al pie de los bloques de cemento que constituyen las barreras de la barricada de los manifestantes indígenas sobre la vía férrea del Canadien Pacifique (CP).
La compañía obtuvo el martes una orden conminatoria para desmantelar la barricada que le impide a sus trenes de circular. Pero para que esta orden se aplique, un agente judicial debe primero presentarla a los manifestantes en nombre del CP.
Esta orden es válida hasta el 5 de marzo y autoriza la Fuerza de Seguridad de Quebec (SQ, por sus iniciales en francés), la Real Policía Montada de Canadá, y la policía indígena Peacekeepers, a ayudar el CP a aplicarla.
No obstante, el portavoz de los Peacekeepers, Kyle Zacharie, advirtió que solo su policía tiene autoridad en el territorio de la Nación Mohawk. «Nuestro primer objetivo es asegurar la seguridad del sitio [de la barricada] y la integridad del territorio».
«No tenemos ningún interés en criminalizar a las personas que defienden nuestros derechos», declaró el jefe de los Peacekeepers, Dwayne Zacharie notando que solo su servicio de puede hacer una intervención en el territorio Mohawk en virtud de un acuerdo entre el gobierno de Quebec, de Canada y Kanahwake.
Por su parte, el secretario de la nación Mohawk de Kahnawake, Kenneth Deer reitera los motivos de los manifestantes.
«Hasta ahora no nos han presentado la orden conminatoria. Nos sorprendió que la compañía la solicitara porque teníamos una buena relación. […] Estamos aquí para apoyar a los jefes hereditarios de la Nación Wet’suwet’en. Esperamos que la SQ y la GRC no vayan a intervenir, y les pertenece decidir si quieren una confrontación física o no, pero no vamos a desmantelar nuestra barricada. Nuestra comunidad se está preparando a toda posibilidad», explico el jefe refiriéndose al refuerzo de la barricada.
Reacciones políticas
El primer ministro Justin Trudeau dijo de nuevo que las barricadas deben ser desmanteladas y que los manifestantes deben respetar las órdenes conminatorias. También aseguro que su gobierno sigue negociando con la Nación Wet’suwet’en. «Siempre estamos dispuestos a dialogar. Nuestro negociador sostiene que hay progreso positivo en las negociaciones», declaró rápidamente el primer ministro antes de entrar a la Cámara de los Comunes.
Por su parte, el ministre de Economía de Quebec, Pierre Fitzgibbon, continua a presionar el gobierno federal para que encuentre una solución rápida y se deshagan todos los bloqueos de trenes que afectan la economía canadiense. « He hablado con ministros federales y todos están preocupados. No es solo la economía quebequense que ha sido afectada», dijo el ministro provincial.
Tyendinaga
Al mismo tiempo, en el territorio Mohawk de Tyendinaga, la tensión entre la policía y los manifestantes sigue creciendo.
Después del desmantelo de una barricada, el lunes, por la Policía Provincial de Ontario, un segundo grupo de manifestantes hizo otro sitio de bloqueo cerca de las vías férreas del Canadien National (CN).
Un primer tren pasó por este ferrocarril, antes de que un grupo de manifestantes obligara la suspensión del servicio de nuevo, tras haber prendido un fuego muy cerca de la vía férrea. La policía dialogo con los manifestantes y la circulación pudo empezar de nuevo. Por el momento, solo trenes de mercancía han circulado por este trayecto.
Mientras tanto, en Kanesatake, otro territorio Mohawk al norte de Montreal, varios manifestantes bloquean parcialmente la circulación sobre la ruta 344.
Wet’suwet’en
Todos estos bloqueos son un apoyo a los jefes hereditarios de la Nación Wet’suwet’en de Columbia Británica.
Ellos desaprueban el trazado del proyecto de gasoducto que transportaría gas natural hacia la costa pacífica de Canadá pasando por sus tierras en Smithers Falls. Los jefes hereditarios estiman que ellos son los que tienen el derecho de negociar los acuerdos que tienen que ver con las tierras ancestrales de la nación.
Pero, del otro lado está el Consejo de Banda de los Wet’suwet’en que aprueban el proyecto. Ellos son elegidos por los miembros de la comunidad y, bajo la Ley relativa a los indígenas, ellos son quienes administran la comunidad.
El controvertido proyecto Coastal Gaslink hizo sobresalir las tensiones internas de la comunidad. El gobierno canadiense está negociando con los jefes hereditarios para resolver la crisis de las vías férreas que lleva 21 días paralizando la economía canadiense.
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