Invitando a todos los canadienses a marchar con ellas en Ottawa, frente al Parlamento y en todo el país para hacer oír sus quejas el día de la Madre el 10 de mayo, la organización Mothers Step In/Mères au front (Madres al Frente), exige una acción ambiciosa, concreta e inmediata para proteger la seguridad y la salud de sus hijos y nietos. (Foto: ©iStock/selimaksan)

Enojadas, cientos de madres y abuelas canadienses denuncian inacción del gobierno ante urgencia climática

Con el amor como nuestro combustible, llamamos a un levantamiento de todas las madres y abuelas: somos muchas, somos fuertes y estamos enojadas.Y sabemos que nuestra ira es justa.
Nuestro movimiento está abierto a todos.

Invitando a todos los canadienses a marchar con ellas en Ottawa, frente al Parlamento y en todo el país para hacer oír sus quejas el día de la Madre el 10 de mayo, la organización Mothers Step In/Mères au front (Madres al Frente), exige una acción ambiciosa, concreta e inmediata para proteger la seguridad y la salud de sus hijos y nietos.

Al principio, éramos 40 madres y abuelas que expresábamos nuestra cólera y nuestra desesperación. Hoy en día hay cientos de nosotras en todo el país que quieren luchar por el futuro de nuestros hijos. Por eso, este año, para el Día de la Madre, les pedimos que se olviden de las flores y de la comida familiar: lo que queremos es justicia política y gestos fuertes e inmediatos».Anaïs Barbeau-Lavalette, autora, cineasta y co-instigadora de Mothers Step In

Vestidas de negro, con un corazón verde en el pecho y los nombres de sus hijos en los carteles como únicos lemas que usarán, estas madres marcharán en silencio.

«Sabemos que debemos actuar, y actuar rápidamente para evitar los efectos climáticos. Las soluciones existen. Están a nuestro alcance. Sabemos que son beneficiosos para nuestra salud y bienestar, aunque haga falta un esfuerzo para convertir las palabras en acciones. Necesitamos coraje político. Y tenemos el coraje de defender a nuestros hijos.»Laure Waridel, autora de The Transition is Now y co-instigadora de Mothers on the Front.

Por su parte, la activista por los derechos indígenas y medioambientales Melissa Mollen Dupuis denuncia que la crisis climática ya está amenazando a nuestros niños.

«En el norte, el permafrost se está derritiendo, el caribú está muriendo, nuestras comunidades están sufriendo. Ya hemos cruzado la frontera»Melissa Mollen Dupuis, artista, activista de la Nación indígena Innu

¿Qué están pidiendo?

Según lo estipulado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático para evitar un calentamiento global de 1,5°C o una degradación catastrófica de nuestro clima, es necesaria una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un 45% para 2030 en comparación con los niveles de 2010, con neutralidad de carbono para 2050.

«No hay ninguna medida en este momento que obligue al gobierno a actuar para cumplir estos objetivos», dicen en su sitio internet.

Los activistas medioambientales canadienses son firmes en esto, Canadá sigue estando muy lejos de cumplir sus objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero para 2030 en el marco del Acuerdo de París.

Sin embargo, la adopción de un objetivo aún más ambicioso para 2050 podría ser en realidad el mejor camino a seguir, dicen los expertos y los ecologistas.

Durante la campaña electoral del otoño del 2019, el Partido Liberal de Canadá lanzó la promesa de comprometer a Canadá a emisiones netas de carbono cero, lo que significa que cualquier gas de efecto invernadero que se siga produciendo será compensado – para el año 2050, si regresa al poder.

Otras 65 naciones y la Unión Europea ya han hecho promesas similares, todas ellas impulsadas por las conclusiones del año pasado del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas de que el calentamiento global debe limitarse a 1,5 grados centígrados, en lugar del antiguo objetivo de dos grados, para evitar los peores efectos.

Esto a pesar de que, incluso en la hipótesis más optimista, Canadá sólo está a dos tercios del camino para cumplir su promesa, mucho menos onerosa, de reducir el total de las emisiones a un 30% por debajo de los niveles de 2005 para fines del próximo decenio.

Es otro duro giro de un gobierno que patrocinó una moción declarando una emergencia climática nacional en junio, y que luego aprobó la expansión del oleoducto Trans Mountain al día siguiente.

RCI con información de Mothers Step In/Mères au front y el Gobierno de Canadá.
Categorías: Medioambiente y vida animal, Sociedad
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