Réplica de trinchera durante la Primera Guerra Mundia (iStockphoto)

Estudio habla de las lecciones que hay que aprender de pandemias anteriores

La pandemia del nuevo coronavirus pone en relieve el temor de una posible recesión. En respuesta, algunos analistas resaltan que las pandemias anteriores de gripe pueden ayudarnos a ver más claro los estragos económicos potenciales. 

Una de las epidemias más frecuentemente evocadas es la de la gripe española que se propagó a finales de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Esta gripe infectó a cerca de 500 millones de personas en el mundo y dejó un triste saldo de por lo menos 50 millones de muertos. 

Según un estudio de Vincent Geloso, profesor adjunto de Economía en el King’s University College de la ciudad de London, Ontario, e investigador asociado del  Instituto Económico de Montreal, IEDM, de este triste episodio se pueden aprender dos lecciones: Primero, que los costos a corto plazo de la pandemia actual serán importantes. Y segundo que la amplitud de los costos a largo plazo dependerá de las políticas públicas que se instauren para responder a la crisis.   

LOS COSTOS A CORTO PLAZO

La gripe española tuvo un impacto más importante en la población de jóvenes adultos, matando en gran parte a trabajadores que estaban en la flor de la edad. Con la muerte de este sector de la población, la economía se debilitó. Los datos disponibles sobre esta época sugieren que entre julio de 1918 y marzo de 1919, la producción industrial en Estados Unidos se redujo en casi un 25%. La actividad de las empresas también se redujo. En Canadá, la reducción de la producción manufacturera real de 1918 y 1919 fue de 13%  y el PIB bajó de 7%. 

Sin embargo, sería incorrecto ver estas cifras como un indicador de los daños causados únicamente por la pandemia, puesto que estos coinciden también con el fin de la guerra, afirma el profesor Vincent Geloso. Por que al momento en que terminó la guerra, la reorganización de la actividad industrial hacia una producción de tiempos de paz, provocó también costos de ajuste. 

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La primera lección es que las medidas de distanciamiento social tomadas hoy para evitar los riesgos de contaminación implica una reducción en la cantidad de trabajo considerable que podría rivalizar con la de la gripe española.  La principal diferencia entre la situación actual y el episodio de la gripe española es que el número de muertes hoy es de lejos muchísimo más bajo que el observado en 1918.

“El choque aunque costoso, es temporal y la reactivación económica podría ser rápida puesto que los trabajadores regresarán inmediatamente al trabajo cuando el contagio haya terminado”, dice Vincent Geloso, profesor adjunto de Economía en el King’s University College

LOS COSTOS A LARGO PLAZO

El profesor adjunto de Economía en el King’s University College dice que muchos estudios midieron hasta qué punto la gripe española en 1918 afectó el crecimiento económico, reduciendo el potencial de crecimiento de la productividad a largo plazo. Así por ejemplo, un estudio sobre su impacto en Japón muestra que las mujeres encinta expuestas a la enfermedad afectaron negativamente las perspectivas de salud de sus hijos. Y que de forma general, los efectos sobre la salud tienen consecuencias a largo plazo bajo la forma de un crecimiento económico más lento. 

La desaceleración del crecimiento económico es más perjudicial que lo que se piensa en general y necesitaría muchísima más atención que la que se le presta. La reducción del ingreso real promedio con respecto a lo que podría haber sido, tiene efectos negativos en la esperanza de vida, la mortalidad infantil y otros indicadores del bienestar humano.

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LAS LECCIONES

Y aunque no sean insignificantes, según los estudios, los daños causados a largo plazo por la gripe española son relativamente limitados. En comparación con los daños proyectados que causará el coronavirus, son daños limitados al potencial económico a largo plazo. Pero hay que tener cuidado, dice el profesor Geloso porque las respuestas políticas excesivas podrían tener un impacto negativo a largo plazo en el crecimiento económico.

La lección que deja las experiencias y estudios pasados aquí es que las decisiones políticas públicas pueden tener efectos importantes en los costos a largo plazo, que se pueden atribuir a una disminución de la oferta de bienes y servicios cuando la reglamentación crea una rigidez en el mercado.  

Las políticas que crean rigidez y limitan el conjunto de las opciones disponibles para los actores económicos pueden afectar su capacidad a encontrar el crecimiento económico que tenía antes de la crisis. De hecho, según el estudio, la reactivación después de las crisis económicas es netamente más rápida en los países donde la libertad económica y la flexibilidad institucional son más importantes. 

En conclusión, dice Vincent Geloso, profesor adjunto de Economía en el King’s University College de la ciudad de London, Ontario, e investigador asociado del Instituto Económico de Montreal, IEDM, la reactivación económica podrá ser más rápida si las intervenciones del Estado disminuyen la reglamentación y los obstáculos a la libertad de intercambios para los individuos y las empresas, en vez de aumentarlos. 

RCI/iedm.org

Categorías: Economía, Política, Salud
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