Un investigador muestra un avispón gigante asiático muerto en un laboratorio en Olympia, Washington. (Karla Salp/Departamento de Agricultura del Estado de Washington vía AP)

Las avispas gigantes son un peligro para las abejas, no tanto para la población

Las recientes historias en la prensa dan cuenta de la aparición en Canadá de un insecto llamado “avispa asesina”, o “murder hornet”, un nombre que parece más el título de una película de horror, que no hace más que añadir una preocupación más a la situación de pandemia que afecta a los canadienses.

Sin embargo, según varios científicos estos insectos, que constituyen una especie invasiva en Canadá, son un peligro mayor para la apicultura y las especies de abejas locales. Lo son menos para los canadienses. Estas avispas gigantes pueden ser mortales para los humanos, aunque no muestran mayor interés en atacar a humanos o animales. Los expertos dicen que diez o más picaduras pueden causar una reacción tóxica o alérgica que podría resultar fatal si no se toman las precauciones médicas de inmediato.

El nombre científico de esta especie es Vespa mandarinia y es la avispa más grande en el mundo. Los entomólogos la conocen como avispón gigante asiático, ya que su hábitat original son las regiones templadas y tropicales de Asia oriental y partes del Lejano Oriente ruso.

Detalle de la cabeza de una Vespa mandarinia (Foto: Wikicommons)

Fue en septiembre de 2019 que estos avispones gigantes asiáticos aparecieron por primera vez en Canadá. El Ministerio de Agricultura de la provincia de Columbia Británica confirmó el 11 de septiembre de 2019 que tres grandes insectos encontrados en agosto en los alrededores de Nanaimo, una pequeña ciudad en la costa este de la isla de Vancouver, pertenecían a la especie invasora Vespa mandarinia.

Expertos canadienses e internacionales confirmaron la identidad de las grandes avispas, que pueden llegar a los 3,5 centímetros de largo. Con las alas abiertas pueden alcanzar hasta 7 centímetros. Este avispón gigante asiático es un ápex depredador, es decir que no existe otra especie que se alimente de estos gigantes.

Estas avispas gigantes cazan insectos de tamaño mediano a grande, como abejas, otras especies de avispas y mantis. Inclusive se han documentado casos en los que estas avispas cazan ratones.

Para los apicultores, la presencia de estos avispones gigantes asiáticos es señal de alarma, ya que han mostrado una preferencia por alimentarse de abejas y destruir sus colmenas. Esto ha hecho que las autoridades de esa provincia del Pacífico canadiense se movilicen. «El Ministerio de Agricultura de Columbia Británica está investigando cómo puede ayudar a los apicultores con equipos de vigilancia y captura en la primavera, en caso de que otros avispones salgan de su letargo o se introduzcan en la zona», dijo el ministerio en un comunicado.

Pese a que el único nido de estas avispas gigantes fue detectado y destruido en Nanaimo en septiembre pasado, nuevos informes señalan que estos avispones también fueron vistos en White Rock, Columbia Británica, en noviembre pasado.

Según el entomólogo Conrad Berube, los canadienses no deberían preocuparse demasiado por los llamados «avispones asesinos» ya que estos insectos depredadores están más interesados en las abejas que en los humanos. Y son eficaces en la tarea, ya que algunas decenas de estas avispas gigantes pueden matar hasta 30.000 abejas en cuestión de horas. Esto es una amenaza para las poblaciones de abejas, que son vitales para la polinización de la producción agrícola, que va desde la fruta hasta los cultivos de colza. Y las colonias de abejas que cumplen esa tarea están en declive.

El apicultor Paul van Westendorp explicó que estos avispones gigantes utilizan sus enormes mandíbulas para atrapar y matar a su presa. Las avispas gigantes exploradoras dejan un rastro de feromonas que conduce a una colmena de abejas y luego reclutan a otras avispas gigantes para atacar la colmena.

Con su talla y la fuerza de sus mandíbulas, las avispas despedazan a las abejas y luego se las llevan, incluyendo las larvas del nido destruido para que sirvan de alimento a las avispas que están creciendo en su propio nido.

Berube y van Westendorp sostienen que darles el nombre de «avispas asesinas» es un nombre equivocado. Estos insectos recibieron ese nombre siniestro en Japón, donde efectivamente han causado la muerte de personas.

En Winnipeg, en la provincia de Manitoba, el entomólogo John Gavloski explicó que las posibilidades de que estos insectos gigantes lleguen a las praderas son bajas. «En Asia, que es de donde provienen, les va bien en los lugares de bosques y hábitats de baja montaña, pero no les va bien en las praderas», dijo Gavloski, añadiendo que está por verse si esta especie será capaz o no de adaptarse al clima de las praderas canadienses. Esta región de Canadá es conocida por sus gélidos inviernos.

Estas son buenas noticias para la provincia vecina, Alberta. Aunque es más conocida por su industria petrolera, que enfrenta una brutal crisis, esta provincia de las Praderas canadienses alberga la mayor industria apícola del país, con más de 315.000 colonias, lo que representan el 40% de la población de abejas del país.

Shelley Hoover, jefa de la Unidad de Salud y Seguridad de las Abejas en el Ministerio de Agricultura y Silvicultura de Alberta dijo que las autoridades están evaluando el riesgo.


 “Hay un riesgo para los apicultores y la salud humana. Hay un riesgo para las abejas de la miel y también hay un riesgo para el ecosistema porque estás introduciendo un nuevo depredador superior. No está claro exactamente cómo o hasta qué punto podría establecerse en Alberta».

Shelley Hoover, jefa de la Unidad de Salud y Seguridad de las Abejas, Alberta.


Al otro lado del país, en la provincia marítima de Nuevo Brunswick, el biólogo Stephen Heard, que estudia las interacciones entre insectos y plantas y las dietas especializadas en insectos, coincide con su colega Gavloski en Manitoba, señalando que los inviernos canadienses son demasiado fríos para el avispón, señalando que no se puede descartar su aparición en la costa del Atlántico canadiense “porque casi cualquier otra especie podría hacerlo, ya que movemos mercancías por todo el mundo», dijo.

El biólogo Stephen Heard dice que los habitantes de New Brunswick no deberían preocuparse por los «avispones asesinos», porque no es probable que sobrevivan a los fríos inviernos, si alguna vez llegan a la provincia. (Gary Moore/CBC)


«No sobrevivirían a nuestro invierno, estoy casi seguro, y por lo tanto no deberíamos preocuparnos mucho por ellos.”

Stephen Heard, profesor de biología en la Universidad de New Brunswick.


«El problema con esta avispa es que tiene un gran volumen de veneno y tiene un aguijón que le permite picar repetidamente», dijo Paul van Westendorp. «Su veneno también contiene una enzima y un péptido que está causando la necrosis de los tejidos, lo que hace que el tejido se disuelva, y por lo tanto, tienes un mayor peligro de una infección después», dijo el apicultor de Columbia Británica.

El entomólogo Conrad Berube añadió que el aguijón del avispón gigante asiático puede llegar a medir hasta un cuarto de pulgada de largo, lo que significa que puede penetrar el equipo de protección de los apicultores.

El entomólogo también destacó que los canadienses pueden ayudar a detectar y rastrear la propagación del avispón gigante asiático, recomendando que se haga de manera segura.

Si usted cree haber encontrado el insecto deberá matarlo con un golpe de palo, tomar una foto y enviarla por correo electrónico al Consejo de Especies Invasoras de Columbia Británica. Luego deberá colocar al insecto en una pequeña bolsa plástica y congelarlo «en caso de que se necesite una muestra».

Fuentes: CBC / J. Vermes / Global News / Canadian Press / RCI

Categorías: Medioambiente y vida animal
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