La naturaleza altamente infecciosa del nuevo coronavirus hace de la necesidad una virtud, ya que ha puesto a los médicos entre la espada y la pared y han tenido que cogitar para resolver un dilema difícil. ¿Cómo tratar a los pacientes que puedan sufrir de COVID-19 y evitar al mismo tiempo que no se propague entre los trabajadores de la salud y otros pacientes?
Este fue el desafío que se planteó Sameer Masood, médico de la Sala de emergencias de la Red Universitaria de Salud (University Health Network, UHN) que lidia a diario con pacientes contagiados por el nuevo coronavirus en el Hospital General de Toronto y el Hospital Toronto Western.
En su intento por resolver el dilema, para protegerse a sí mismo y a sus colegas en la batalla contra COVID-19, el Dr. Masood ha jugado un papel clave en el desarrollo de dos nuevas invenciones en el cuidado de la salud: un sistema de cuidado virtual para salas de emergencias y una nueva máscara de oxígeno que filtra de partículas de coronavirus el aire exhalado.
“Este virus no tiene realmente límites cuando se trata de la forma en las personas presentan los síntomas. Estamos viendo pacientes con dolor abdominal, síntomas similares a un derrame cerebral, ataques cardíacos, erupciones cutáneas, ojos rojizos, etc. Nos resulta cada vez más difícil decir de inmediato quién puede estar contagiado de COVID-19 y quién no” dice el Dr. Sameer Masood, profesor asistente de Medicina de emergencia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto.
Evitar la propagación de COVID-19
Para reducir el potencial de propagación de enfermedades infecciosas como COVID-19, la Red Universitaria de Salud (UHN, por sus siglas en inglés) está probando un sistema de atención médica virtual mejorado para minimizar el contacto de persona a persona.
Dirigido por el Dr. Masood, este sistema permitiría ver a pacientes que ingresan a las emergencias con quejas leves o moderadas, según la evaluación hecha por las enfermeras de triaje, y enviados a una sala de atención virtual equipada con un dispositivo de pantalla táctil.
Este dispositivo permite que un médico o enfermera practicante que se encuentren en otra sala, conversen con el paciente, examinen su historial médico y realicen una evaluación visual. También podrán tomar los signos vitales de los pacientes, escuchar su corazón y sus pulmones utilizando instrumentos como estetoscopios digitales que están conectados al dispositivo y pueden transmitir los datos al médico.
“La gente está familiarizada con el estetoscopio que siempre ha estado alrededor del cuello de médicos y enfermeras durante muchos años, pero ahora somos capaces de utilizar la misma tecnología a través de una computadora. Entonces, con la asistencia de una combinación de tecnología de video y herramientas virtuales, como estetoscopios digitales y monitores de signos vitales, podemos hacer exámenes bastante completos para pacientes que presentan los síntomas típicos de COVID-19, como la respiración entrecortada y dolor en el pecho” Dr. Sameer Masood, médico de la Sala de emergencias de la Red Universitaria de Salud.
Evaluaciones remotas
El médico que realiza la evaluación remota también puede ordenar análisis de sangre, otros exámenes y rayos X, si lo considera necesario. Y si se necesita un exámen físico más profundo, entonces un médico son el equipo de protección adecuado puede hacerse cargo. La idea es minimizar al máximo el contacto cuando no es necesario.
“Históricamente, todos los procesos de atención en las salas de emergencias dependían de una interacción directa entre médicos y pacientes. Cualquiera que haya estado en una sala de emergencia sabe que es así como se han hecho las cosas desde hace siglos. Pero con la atención virtual, podemos ahora hacerlo de una forma más segura limitando el contacto con pacientes y proveedores” Dr. Sameer Masood.
El Dr. Masood explica que los cuidados virtuales pueden también ayudar a mejorar el tiempo de atención a los pacientes. Los médicos pueden ofrecer más oportunidades a los pacientes involucrando a médicos que no pueden trabajar en las emergencias por razones de seguridad. Así, por ejemplo, médicos que se encuentran en cuarentena, porque regresan de un viaje en algún lugar o sienten síntomas leves pero están lo suficientemente saludables como para hacer diagnósticos desde casa.
El Dr. Sameer Masood, añade que el sistema de atención virtual, que es apoyado financieramente por el Fondo de Innovación COVID-19 de la Red Universitaria de Salud, será puesto a prueba en las próximas semanas en las emergencias del Hospital General de Toronto y el Hospital Toronto Western.
Contrarrestar las partículas de COVID-19
La otra innovación en la que está trabajando el Dr. Masood es una máscara facial que pueda filtrar las partículas en el aire exhaladas por pacientes con COVID-19, un proyecto apoyado por el Fondo de Acción COVID-19 Toronto, de la Universidad de Toronto.
Se está viendo ahora con la COVID-19 que hay pacientes que sufren de un hipoxia o un déficit de oxígeno, lo cual significa que tienen niveles muy bajos de oxígeno, dice el Dr. Masood. El tratamiento primario es de proporcionar oxígeno al paciente. El desafío de este tratamiento es que cuando el paciente alcanza altos niveles de oxígeno, entonces empieza a exhalar partículas de COVID-19 que se propagan a través su aliento.
El Dr. Masood dice que la solución ideal sería suministrar oxígeno al paciente a través de una máscara facial equipada con una válvula de exhalación, que puede filtrar su aliento. El problema que se plantea es que éstas máscaras con filtros de exhalación son extremadamente escasas y prácticamente inexistentes en la mayoría de los hospitales.
Lo que significa que los pacientes con casos graves de COVID-19 que requieren altos niveles de oxígeno, terminan siendo conectados a un ventilador, lo que para el Dr. Masood es una intervención de último recurso.
“Tratamos de minimizar realmente poner a los pacientes en un respirador porque reconocemos que la mayoría de ellos no necesitan un respirador y cuando les ponemos uno no reaccionan bien. Al menos la mitad de ellos terminan muriendo de COVID. Esa no es la mejor solución” Dr. Sameer Masood.
La solución
La solución que él propone es una máscara facial regular dotadas con válvulas de exhalación diseñadas con impresión y modelado 3D. Pero como él no es diseñador, solicitó la ayuda de su esposa, una diseñadora industrial, para crear filtros de exhalación que se puedan instalar en las máscaras normales.
Incia Khalid, a esposa del Dr. Masood, afirma que se hicieron muchos diseños asistidos por computador e impresiones en 3D antes de llegar a hacer una prueba. Ella dice que el diseño de la máscara pasó por 3 etapas de prototipo. La última versión, está hecha con tipo especial de resina que puede ser esterilizada sin sufrir daños. La máquina que se utiliza para el proceso de esterilización alcanza una temperatura y una presión muy elevadas.
“Terminamos escogiendo esta resina como material porque aunque sea más costosa, el hecho es que se puede esterilizar y reutilizar, lo cual es un gran beneficio para los hospitales”. Incia Khalid, diseñadora industrial.
Ella dice que la máscara está casi a punto y le falta solo algunas modificaciones antes de pasar a la etapa del ensayo. En las próximas semanas se probará en un laboratorio de la Universidad de Toronto y muy probablemente que se podrá introducir en los entornos clínicos a partir del mes de junio próximo.
Para el Dr. Sameer Masood, la máscara y el sistema de atención médica virtual son ejemplos de cómo la urgencia y la escala del desafío COVID-19 han inspirado una nueva generación de ideas y soluciones en hospitales, respaldadas por un cambio radical en las actitudes hacia la innovación en atención médica
COVID-19 ha sido un impulso en el sentido que se está tratando de cambiar la forma como se presta la atención médica y las autoridades de salud pública se están dando cuenta de la importancia que médicos y trabajadores de primera línea reaccionen y contribuyan activamente a todo lo que se está construyendo para su utilización. “Es realmente un renacimiento de la innovación” concluye el Dr. Sameer Masood, médico de la Sala de emergencias de la Red Universitaria de Salud.
RCI/utoronto.ca/con información de Rahul Kalvapalle
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