Primeros ministros de las diez provincias canadienses y premiers de los tres territorios reconocidos. (Foto: Nathan Denette / Canadian Press)

Déficit de diversidad en los partidos políticos canadienses

En un reciente artículo, el analista del difusor público canadiense CBC, Éric Grenier, echó una mirada a la situación de la representatividad de los partidos políticos canadienses.


Según el censo de 2016, el 51% de los canadienses son mujeres y alrededor del 27% se identifican como indígenas o como minorías visibles. Idealmente, el sistema de partidos políticos en Canadá, tanto federal como provincial, debería reflejar esos porcentajes para ser considerada realmente representativa de la sociedad canadiense.


Los resultados, sin embargo, están muy lejos de esta representatividad en momentos en que las demandas de igualdad ante la ley, el respeto a la población racializada y el rechazo al racismo sistémico finalmente han ganado un espacio en el debate público, en gran parte debido a la trágica muerte del afro-estadounidense George Floyd, que falleció después que un policía blanco le aplastó la garganta con la rodilla mientras rogaba que se le deje respirar.

En Canadá, todos los primeros ministros han sido blancos. Desde 1867, año de fundación de la federación canadiense, la gran mayoría de las personas elegidas a la dirección de los partidos provinciales y federales han sido hombres blancos.

Los ex primeros ministros de Canadá Jean Chrétien y Joe Clark
(Foto: Fred Chartrand, La Prensa Canadiense)

Incluso en años más recientes, y pese a las políticas del multiculturalismo y promoción de la diversidad, por lo menos en el papel, el liderazgo de los partidos políticos no refleja la diversidad de género y racial de la población canadiense en general, y no parece haber avances en la materia.

Una diversidad de estudios ha demostrado la existencia de obstáculos sistémicos que impiden que las mujeres y las personas de color participen activamente en la política canadiense. Para ellas, ascender a la dirección de un partido suele significar superar una serie de obstáculos y prejuicios que los candidatos varones blancos no enfrentan.

Un análisis de los datos de los últimos decenios muestra los resultados, y el panorama es desolador.

Desde 1990 a la fecha, 175 líderes de partidos provinciales o federales han conducido a un partido en elecciones en las que obtuvo escaños, o encabezaron un partido que había obtenido escaños en la votación anterior. Este análisis no incluye a líderes de los Territorios, líderes interinos o líderes de los partidos que no ganaron escaños en una elección.

De ese total de 175 líderes sólo el 18 por ciento eran mujeres y apenas un 8 por ciento eran personas de color.

Las mujeres comenzaron a ganar puestos de liderazgo en los partidos políticos canadiense en mayor número a principios de los años 90. Rita Johnston, miembro del Partido del Crédito Social de Columbia Británica en 1991, se convirtió en la primera mujer en llegar al cargo de primera ministra provincial en Canadá.

Rita Johnston se convirtió en la primera mujer a la cabeza de una provincia en Canadá cuando ganó el liderazgo del partido Creditista Social en Columbia Británica en 1991. (Foto: Tim Pelling / Prensa Canadiense)

En 1993 Kim Campbell, que ganó el liderazgo federal del Partido Conservador, se convirtió en la primera y única mujer que alcanzó a ser la primera ministra de Canadá hasta la fecha.

Alrededor del 23% de los liderazgos políticos en juego entre 1990 y 1994 terminaron con la elección de mujeres a la cabeza de los partidos. Ese porcentaje se redujo casi a la mitad a finales de los años noventa y disminuyó aún más a principios del 2000. Sin embargo, entre 2005 y 2009, poco más de un tercio de las elecciones a la dirección de los partidos fueron ganadas por mujeres.

Ese porcentaje volvió a disminuir en la década de 2010. Desde 2015, sólo uno de cada diez nuevos líderes de los partidos ha sido una mujer.

Miembros del partido provincial CAQ, Coalición por el futuro de Quebec. (Foto: LA PRESSE CANADIENNE / JACQUES BOISSINOT)

Ningún canadiense no blanco ganó un liderazgo importante del partido en la década de 1990. Eso cambió a principios del 2000, pero la línea de tendencia se ha mantenido estable desde entonces: las personas de color han ganado alrededor del 13% de las carreras por el liderazgo de los partidos en los últimos 20 años.

El partido que ha logrado el mayor progreso en la inclusión de las mujeres y la población no blanca en sus filas es el Nuevo Partido Democrático. Esta formación política progresista ha elegido el porcentaje más alto de mujeres o personas de color como líderes del partido en comparación a los Liberales o los diversos partidos conservadores de todo el país.

Desde 1990, el 16 por ciento de los liderazgos del Nuevo Partido Democrático NPD a nivel federal y provincial han sido ganados por canadienses racializados. El actual líder federal del NPD, Jagmeet Singh, es uno de ellos.

El líder del NPD federal, Jagmeet Singh (a la derecha) y Wab Kinew, líder del NPD de Manitoba, durante la campaña electoral federal de 2019. Los Nuevos Demócratas han elegido más mujeres o personas de color como líderes a nivel provincial o federal que los Liberales o los Conservadores. (Foto: Andrew Vaughan / Prensa Canadiense)

Entre los liberales, poco más del 12% de sus liderazgos han sido ganados por personas de color desde 1990, mientras que los conservadores, de todas las tendencias, no han elegido ni a uno solo durante ese período.

Las mujeres han ganado alrededor del 29% de las competiciones por el liderazgo al interior del NPD, en comparación con alrededor del 15% tanto para los liberales como para los conservadores.

La proximidad al poder puede tener un impacto en las posibilidades de que un hombre blanco gane la dirección de un partido. Casi la mitad de los políticos no blancos o femeninos que llegaron a cargos de liderazgo en los partidos canadienses, lo hicieron en momentos en que estaban en el poder o en la oposición oficial; casi dos tercios de los líderes masculinos de los partidos hicieron lo mismo.

El ex primer ministro de Canadá, el conservador Stephen Harper. Los conservadores nunca eligieron un líder que provenga de la población racializada. (Foto: CBC /Canadian Press)

A nivel regional, las regiones occidental y central de Canadá tenían tasas similares de diversidad racial y de género entre los dirigentes de sus partidos, mientras que el liderazgo de los partidos en la región del Atlántico canadiense era más masculino y blanco. Por otra parte, esta región es la que tiene menos diversidad racial en el país.

La actual lista de líderes de los partidos políticos canadienses no es particularmente diversa. Cada gobierno provincial está dirigido por un hombre blanco. En los Territorios hay más diversidad, con la mestiza Caroline Cochrane como primera ministra de los Territorios del Noroeste, y el inuit Joe Savikataaq como primer ministro del territorio de Nunavut. En 2013, seis primeros ministros provinciales y un primer ministro territorial eran mujeres.

Alrededor del 11% de los actuales dirigentes del partido, incluyendo un puñado de dirigentes interinos, son canadienses no blancos, y dos de ellos están a un paso del poder. El líder del NPD de Manitoba, Wab Kinew, y la recién nombrada líder liberal de Quebec, Dominique Anglade, ocupan los puestos de la oposición oficial en sus respectivas legislaturas provinciales.

La líder liberal Kathleen Wynne (izquierda) ex primera ministra de la provincia de Ontario y su oponente NDP Andrea Horwath durante un debate en las últimas elecciones provinciales en Ontario. (Foto: The Canadian Press / Nathan Denette)

Sólo el 16% de los actuales líderes de los partidos provinciales o federales son mujeres, y ninguna de ellas está en una posición de poder en este momento. La líder del NPD de Ontario, Andrea Horwath, y la líder del NPD de Alberta, Rachel Notley, son las líderes de la oposición en sus provincias, al igual que Anglade en Quebec.

Manon Massé del partido Quebec Solidario, Alison Coffin del NPD de Terranova y Labrador y la líder federal interina de los Verdes, Jo-Ann Roberts, dirigen los partidos que actualmente ocupan el tercer lugar o un lugar más reducido en sus respectivas legislaturas provinciales.

Dominique Anglade fue nombrada líder de los liberales en la provincia de Quebec en mayo de 20202. Ella es una de las pocas mujeres que son líderes de la Oposición Oficial en sus provincias. (Jacques Boissinot / Prensa Canadiense)

La representación de personas de color y mujeres entre los líderes de los partidos es incluso menor que entre los diputados en el Parlamento canadiense, que a su vez está muy por debajo de la media nacional. Sólo el 29 por ciento de los diputados son mujeres y alrededor del 18 por ciento son personas de color.

Dejando de lado la cuestión de si la democracia canadiense realmente representa a su población, hay buenas razones para empujar en favor de una mayor diversidad en los liderazgos políticos en el país. Varios estudios han demostrado que las empresas con líderes provenientes de la diversidad tienen mejores resultados. Tal vez podría ocurrir lo mismo en la política canadiense.

Fuente: CBC / É. Grenier / Canadian Encyclopedia / Canadian Press / RCI

Categorías: Inmigración y Refugiados, Política, Sociedad
Etiquetas:

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.