Nelson Mandela saluda a la multitud durante una ceremonia en Quebec, donde se le otorgó la ciudadanía canadiense honoraria en 2001. (Foto: Fred Chartrand/Prensa Canadiense)

Hace 30 años Mandela visitaba Canadá

El 18 de junio de 1990, apenas cuatro meses después de ser liberado de la prisión, Nelson Mandela visitó Canadá en una gira relámpago que incluyó Ottawa y Toronto. En la capital, Mandela, quien fue encarcelado por 27 años por oponerse al racismo legalizado en Sudáfrica, fue recibido por el primer ministro de entonces, Brian Mulroney, quien había apoyado la campaña de boicot contra el régimen del Apartheid.

Treinta años más tarde, en la misma fecha, el primer ministro Justin Trudeau recordó esa histórica visita.


«Hace treinta años, en este día, sólo cuatro meses después de haber sido liberado tras 27 años de encarcelamiento, Nelson Mandela visitó Canadá por primera vez. Su decisión de venir a Canadá fue un testimonio del firme apoyo de nuestro país a la lucha contra el apartheid. El 18 de junio de 1990, el señor Mandela pronunció un poderoso e histórico discurso ante una sesión conjunta del Parlamento canadiense. Habló de su sueño de una Sudáfrica libre e inclusiva, que defendiera la paz en todo el mundo.”

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.


La posición histórica de Canadá frente al Apartheid, sin embargo, tiene más de mito oficial, decía Azeezah Kanji en una columna de opinión en el periódico Toronto Star, señalando que “prevalece en Canadá la mitología de que nuestro gobierno fue un firme defensor de la lucha contra el apartheid. Sin embargo, esta es una historia más idealizada que una interpretación exacta de la realidad”.

Ella cita a la profesora de ciencias políticas Linda Freeman, quien en su libro “El Campeón Ambiguo: Canadá y Sudáfrica en los años de Trudeau y Mulroney” dice que «los funcionarios canadienses, al igual que sus homólogos de otros países occidentales, hicieron declaraciones cada vez más enérgicas contra el apartheid, pero siguieron apoyando plenamente las relaciones económicas y diplomáticas con el régimen de minoría blanca … y negaron un apoyo significativo a la población negra de Sudáfrica» durante decenios después de que Sudáfrica aplicara oficialmente el apartheid por primera vez en 1948″.

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, recordó mediante comunicado los 30 años de la visita de Nelson Mandela a Canadá este 18 de junio de 2020.
(Foto: THE CANADIAN PRESS/Adrian Wyld)

«A lo largo de la década de 1950, Canadá votó repetidamente en contra de las resoluciones que condenaban el racismo del apartheid en las Naciones Unidas, o se abstuvo de hacerlo. Canadá también se negó a firmar la Convención de las Naciones Unidas sobre la supresión y el castigo del crimen de apartheid de 1973; al igual que otros países occidentales que se oponían a la Convención, a Canadá le preocupaba que sus propios ciudadanos y empresas pudieran ser enjuiciados por ayudar y apoyar el apartheid».

Empresas canadienses como Bata Shoes, que tenía dos plantas en el bantustán de KwaZulu, se aprovechaban de los bajos salarios, resultado del sometimiento racista de los sudafricanos negros, mientras voces influyentes del sector privado abogaban por un «compromiso constructivo» con el apartheid en lugar de retirar sus inversiones. Hasta mediados del decenio de 1980, los parlamentarios canadienses hacían viajes a Sudáfrica patrocinados por el Gobierno de ese país y regresaban llenos de elogios a ese sistema de gobierno.

El 11 de febrero de 1990 Nelson Mandela y su esposa Winnie, salen de la prisión Victor Verster, cerca de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, poniendo fin a los 27 años de prisión de Nelson Mandela bajo el gobierno de la minoría blanca del país. Mandela se convirtió en el primer presidente negro del país después de las primeras elecciones para todas las razas en 1994. (AP Photo/Greg English, File)

Aunque el gobierno de Mulroney aplicó sanciones económicas en 1986 tras muchos años de protestas de exiliados sudafricanos, iglesias, sindicatos y otros participantes en el movimiento antiapartheid canadiense, esas sanciones fueron meramente voluntarias para muchos sectores, de modo que el comercio canadiense con Sudáfrica aumentó en realidad de 1987 a 1988.

Los grupos que se oponen al terror del apartheid fueron calumniados como terroristas y se les negó el apoyo. Cuando el presidente del Congreso Nacional Africano, Oliver Tambo, visitó Ottawa en 1987, el Primer Ministro Mulroney lo confrontó con una publicación difundida en las páginas del periódico The Globe and Mail, pagada por la embajada sudafricana, en la que se denunciaba al CNA como una organización comunista violenta. Tambo respondió: «Si quieres hablar de violencia, ¿qué violencia supera a la del apartheid?»

Es importante que no olvidemos la verdad conflictiva sobre la relación del Canadá con la Sudáfrica del apartheid, decía Azeezak Kanji, destacando que los personajes que buscan la justicia no suelen ser tratados como héroes en el momento de la lucha, sino como terroristas, o subversivos o criminales.

Pese a los aspectos más criticables de la posición de Canadá hacia el Apartheid sudafricano, fue el primer ministro canadiense John Diefenbaker quien tuvo un papel destacado en la tarea de persuadir a la Mancomunidad Británica a que condenara a Sudáfrica, lo que empujó al gobierno del apartheid a retirarse de la organización en 1961.

Uno de los pilares de la política exterior canadiense hasta finales de la década de 1980 fue la oposición al régimen del apartheid, mediante sanciones y otros medios. Brian Mulroney pidió a Ronald Reagan y Margaret Thatcher que sean más duros con Sudáfrica. Esos pedidos fueron ignorados o ridiculizados por ambos líderes conservadores en Londres y Washington, lo que los colocó en el camino equivocado de la historia.

La tarea más ardua en el apoyo a Mandela y la lucha contra el apartheid la llevó a cabo Cuba, que derrotó militarmente al ejército del Gobierno racista sudafricano en la histórica batalla de Cuito Canavale, en territorio de Angola, entre noviembre de 1987 y junio de 1988.

Cuba fue uno de los primeros países a los cuales Nelson Mandela agradeción por el apoyo durante los años de lucha contra el Apartheid en Sudáfrica. (Foto: CBC / RCI)


«Aquella impresionante derrota del ejército racista le dio a Angola la posibilidad de disfrutar de la paz y consolidar su soberanía. Le dio al pueblo de Namibia su independencia, desmoralizó al régimen racista blanco de Pretoria e inspiró la lucha contra el apartheid dentro de Sudáfrica… Sin la derrota en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones nunca hubieran sido legalizadas.”

Nelson Mandela


Nelson Mandela llegó a llamar a Canadá como su hogar cuando estaba lejos de casa.  Fue el primer líder extranjero condecorado con la Orden de Canadá, y también fue la primera persona en recibir la ciudadanía canadiense honoraria.

«Hoy en día, Canadá y Sudáfrica trabajan en estrecha colaboración, incluso a través de las Naciones Unidas, el G20, el Commonwealth y otras organizaciones, para llevar adelante la visión de Nelson Mandela y construir un mundo más justo, pacífico e inclusivo.”, dijo Justin Trudeau al recordar la fecha.

Fuentes: PMO / CBC / BBC / Canadian Press / RCI

Categorías: Internacional, Política
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