La inexorable expansión de la pandemia causada por un nuevo virus, el Covid-19, ha llevado no sólo a una carrera mundial para encontrar una vacuna. También se trata de saber dónde se originó, como indican las investigaciones en las cuevas de Shitou, en la provincia china de Yunan. En Canadá la búsqueda se centra en el momento en que se supo sobre esta nueva pandemia.
Una unidad médica poco conocida al interior del Comando de Inteligencia de las Fuerzas Armadas Canadienses informó al ministro de Defensa Harjit Sajjan sobre la crisis del Covid-19 el 17 de enero de 2020, según confirmó el gobierno en un documento presentado al Parlamento esta semana.
El informe elaborado por la unidad de inteligencia médica (MEDINT) fue producido 17 días después de que la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China recibiera información sobre casos de una neumonía de orígenes desconocidos en la ciudad Wuhan, en la provincia china de Hubei.
Entre el 31 de diciembre de 2019 y el 3 de enero de 2020, las autoridades de China comunicaron a la OMS sobre 44 pacientes que padecían una forma desconocida de «neumonía». En los próximos días se registraron miles de casos más.

Harjit Sajjan, ministro de Defensa de Canadá. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick)
Aunque el ministro de Defensa Harjit Sajjan fue informado a mediados de enero sobre el nuevo virus, el grupo de respuesta a incidentes del gobierno, liderado por el primer ministro Justin Trudeau y compuesto por ministros y altos funcionarios del gobierno, se reunió para discutir sobre el Covid-19 unos diez días después, el 27 de enero.
Para esa fecha, 82 personas ya habían muerto y otros 2.800 casos habían sido confirmados en China continental. Al mismo tiempo, más casos eran reportados en el resto de Asia y en todo el mundo.
En respuesta a una pregunta del diputado conservador James Bezan, el Departamento de Defensa de Canadá confirmó que la unidad de inteligencia médica compartió ampliamente sus documentos informativos sobre el Covid-19 con otros departamentos y agencias gubernamentales.
Aunque se desconoce el contenido de esos informes de inteligencia militar, es evidente que la maquinaria del gobierno estaba al tanto de Covid-19 y de su difusión mucho antes de que la Agencia de Salud Pública de Canadá coordine un cierre casi completo de la actividad económica y social dos meses después, a mediados de marzo.

Wuhan, la ciudad china donde se detectó entre el 31 de diciembre de 2019 y el 3 de enero de 2020 una neumonía de origen desconocido. Semanas más tarde millones de personas fueron puestas en cuarentena. (Foto: China Daily via REUTERS)
Wesley Wark, profesor de la Universidad de Ottawa y uno de los principales expertos en inteligencia del país, dijo que el retraso entre la reunión informativa militar del 17 de enero y la primera reunión del grupo de respuesta a incidentes muestra que «no hubo muchas alarmas que sonaran en ningún sector del gobierno» en los primeros días de esta pandemia.
Wark dijo que la reunión informativa del 17 de enero con el ministro de Defensa Sajjan sobre la amenaza que representaba el Covid-19 para Canadá «no fue particularmente temprana», dado que China ya se encontraba planificando el cierre completo de la provincia de Hubei, algo que se produjo menos de una semana después.
Según el profesor Wark, para la reunión del 27 de enero del gabinete y los funcionarios canadienses, las distintas agencias de inteligencia occidentales ya sabían desde hace semanas que había un nuevo virus que se estaba extendiendo por la provincia de Hubei y más allá.
El difusor público canadiense CBC preguntó a la oficina de Sajjan sobre el informe de inteligencia y el subsiguiente retraso de 10 días antes de una reunión del grupo de respuesta a incidentes sobre el Covid-19. Un portavoz de Sajjan respondió indicando que «No hacemos comentarios sobre informes de inteligencia específicos».
«Nuestro gobierno y las Fuerzas Armadas canadienses están comprometidas con la salud y la seguridad de los canadienses. Desde el comienzo de la pandemia, hemos monitoreado la progresión del brote para asegurar la protección de los canadienses y de los miembros de las Fuerzas Armadas canadienses», dijo Floriane Bonneville en una declaración por correo electrónico a CBC.

Un trabajador llevando un traje de protección contra el coronavirus instruye a los compradores sobre el distanciamiento social en un supermercado de Wuhan, en el centro de China. (Foto AP/Ng Han Guan)
El Departamento Nacional de Defensa también confirmó que el ejército canadiense y el ente de inteligencia, el Establecimiento de Seguridad de las Comunicaciones (CSE), estaban trabajando en el intercambio de inteligencia con la alianza de seguridad e inteligencia llamada Five Eyes, Cinco Ojos, que reúne a organismos de inteligencia de Canadá, Australia, el Reino Unido, Nueva Zelanda y Estados Unidos, además de trabajar con los socios de inteligencia de la OTAN y el NORAD para vigilar el brote y expansión de la pandemia.
En Estados Unidos, el Centro Nacional de Inteligencia Médica (NCMI) del ejército de ese país estaba haciendo el seguimiento e informando sobre el nuevo coronavirus desde el mes de noviembre de 2019, y sus analistas ya advertían a los funcionarios y aliados de Estados Unidos de que la pandemia sería un «acontecimiento catastrófico».
«Canadá, por razones que no se explican, perdió la oportunidad de hacer evaluaciones adecuadas de los riesgos, de aprovechar la oportunidad de una alerta temprana y de poner en marcha la planificación de la respuesta», dijo Wark.

El elevadísimo número de muertes relacionadas con el Covid-19 en los centros de atención a personas de la tercera edad hizo quesea necesaria una investigación sobre lo ocurrido por parte de las autoridades provinciales en Ontario y Quebec.
(FOTO: RADIO-CANADA / IVANOH DEMERS)
«Perdimos un período de tiempo crucial para tomar los preparativos antes de que el Covid-19 golpee seriamente a Canadá. Creo que debemos asumir que el tiempo perdido le costó a Canadá enormemente en términos de vidas y, como dicen los economistas de manera brutal, una enormidad de dinero».
Wesley Wark, profesor de la Universidad de Ottawa.
Lo que no está claro es si el informe de inteligencia del ejército del 17 de enero fue diferente del que estaba siendo preparado por la principal unidad del gobierno sobre el Covid-19, el Departamento de Salud Pública de Canadá (PHAC).
El PHAC estaba trabajando estrechamente con sus socios en la OMS, que desde entonces ha sido criticada por estar demasiado alineada con el gobierno chino.
En base a documentos filtrados, la Associated Press informó que los líderes de China guardaron información crítica que podría haber ayudado a evitar una pandemia mundial.
Lo que se sabe es que la reunión informativa de enero no llevó al gobierno federal a cerrar las fronteras o restringir los vuelos, ni a alterar sus mensajes públicos sobre el riesgo que el virus representaba para los canadienses.
«Miles de viajeros pasaban por los aeropuertos canadienses, ninguno de los cuales fue puesto en cuarentena, y nadie parecía levantar una ceja», dijo Wark sobre los dos meses que transcurrieron entre la reunión de información y el cierre de actividades económicas y el confinamiento.
El diputado conservador James Bezan dijo que los últimos detalles sobre el informe de inteligencia son «sólo otro ejemplo de cómo este gobierno liberal fue lento en actuar» ante el Covid-19.
«Este retraso y la falta de liderazgo ha puesto en riesgo a más canadienses y ha tenido consecuencias reales para la economía canadiense».
James Bezan, diputado conservador en el Parlamento de Canadá.
Sobre la base de documentos presentados en el Comité de salud de la Cámara de los Comunes, gran parte de la atención del gobierno canadiense en los primeros días de la pandemia se centró en la repatriación de los canadienses que se hallaban en la provincia de Hubei y en los barcos cruceros, mientras que las fronteras internacionales permanecían abiertas con un mínimo de controles.
«La realidad es que no entendimos el significado del Covid-19. Nuestro sistema de alerta temprana falló y nuestras evaluaciones de riesgo estaban totalmente equivocadas. Tenemos que arreglar eso lo antes posible», dijo Wark.

La ministra de Salud de Canadá, Patty Hajdu junto a la directora de Salud Pública del país, Theresa Tam, durante una conferencia de prensa en Ottawa, el jueves 2 de abril de 2020. (Canadian Press /Adrian Wyld)
Para el 10 de marzo, una nota informativa gubernamental preparada para la ministra de Salud Patty Hajdu antes del período de preguntas en el Parlamento decía que, con sólo 12 casos reportados en todo el país en ese momento, “el riesgo de propagación de este virus en Canadá sigue siendo bajo en este momento», y esto pese a que el número de contagiados disponible públicamente ya habían aumentado.
La nota también decía que el sistema de salud pública estaba «bien equipado para contener los casos que provengan del extranjero, limitando la propagación en Canadá».
Un mes más tarde, Canadá tendría más de 21.000 casos, muchos de ellos relacionados con viajes a China, Europa y Estados Unidos.
Como muestran los documentos del gobierno, al 28 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) describía el riesgo de transmisión de COVID-19 como «muy alto» en China y «alto a nivel mundial».
Pasarían semanas antes de que los funcionarios de salud pública de Canadá cambien su evaluación de riesgos.
«Hay muchas explicaciones que creo que el gobierno canadiense necesita dar. ¿Por qué se aferró a la noción de bajo riesgo durante tanto tiempo hasta que de repente, un domingo a mediados de marzo, tenemos todas estas medidas desesperadas en cascada y restricciones sociales?».
Wesley Wark, profesor de la Universidad de Ottawa.
Trudeau y otros miembros de su gabinete se han mostrado reacios a considerar públicamente lo que se podría haber hecho para preparar mejor a Canadá para hacer frente al Covid-19, en momentos en que el país todavía se encuentra en medio de una pandemia.
Desde mediados de marzo, gran parte de los esfuerzos del gobierno se han centrado en contener la propagación del virus y en apoyar financieramente a los canadienses que han perdido sus fuentes de ingresos y enfrentan un declive económico sin precedentes.
«Al mirar en retrospectiva, por supuesto que habrá cosas que dijimos y que podrían haber sido dichas de forma diferente'», dijo Trudeau en abril cuando se le preguntó sobre la rapidez de la respuesta del gobierno a la pandemia.
Fuentes: CBC / J. P. Tasker / Canadian Press / RCI
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