El Primer Ministro Justin Trudeau anunció el martes que Canadá proporcionará 400 millones de dólares adicionales en asistencia humanitaria y para combatir la pandemia desatada por COVID-19.
A este monto se agregan 160 millones de dólares que en el mes de mayo el Gobierno de Canadá había aportado para apoyar los esfuerzos mundiales contra el coronavirus, en respuesta a los llamamientos de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más una contribución de 300 millones de dólares para la lucha contra la pandemia a nivel internacional en el mes de junio patrocinado por la organización Global Citizen.
A pesar de que Canadá no obtuvo su asiento en el Consejo de Seguridad, mantiene la promesa que hizo de continuar con su compromiso internacional en la lucha contra COVID-19.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que se identifica como feminista dice que las mujeres y las niñas deben tener los mismos derechos para elegir cuándo y con quién quieren formar una familia, y su tamaño. Ottawa aumenta su ayuda internacional de 8,9 millones destinada a la salud reproductiva y aborto en el mundo durante la pandemia
Trudeau habla durante un evento en el Día Internacional de la Mujer en Ottawa, el miércoles 8 de marzo de 2017. (Adrian Wyld / Canadian Press)
El premier Trudeau dijo que este dinero se repartiría entre socios de confianza que luchan contra COVID-19 en todo el mundo. Asumió ese compromiso durante una videoconferencia celebrada el martes en las Naciones Unidas, que organizó junto con el Secretario General Antonio Guterres y el Primer Ministro de Jamaica Andrew Holness.
Guterres acogió con satisfacción esa iniciativa destacando que la misma permitirá proporcionar ayuda en un monto de hasta 12.000 millones de dólares a los países participantes.
“Canadá cree que es esencial una respuesta firme y coordinada en todo el mundo y en todos los sectores», dijo el Primer Ministro.
Los Primeros Ministros de Canadá y Jamaica instaron a los países del Grupo de los Siete y del Grupo de los Veinte a que actuaran como la voz representativa de los países más vulnerables en las principales instituciones mundiales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
El objetivo es asegurar que los países pequeños, en particular los países insulares como los del Caribe, dispongan de recursos suficientes para hacer frente a esta crisis.
Tras la derrota para obtener un asiento en el Consejo de Seguridad a mediados de junio pasado, Trudeau había prometido que Canadá seguirá teniendo una voz fuerte en el escenario mundial.
«Sí, un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas será una palanca adicional y una forma extra de que Canadá pueda asegurarse de que nuestra voz y nuestros valores sean escuchados en los más altos niveles. Pero seguiremos marcando la diferencia en el mundo y defendiendo el multilateralismo, no sólo porque es bueno para el mundo, sino porque es bueno para los canadienses», había dicho el premier Trudeau.
Esa promesa de reconstruir la economía gravemente afectada por la pandemia a nivel mundial la mantiene.
«Canadá cree que es esencial una respuesta fuerte y coordinada en todo el mundo y en todos los sectores. Esta pandemia ha proporcionado una oportunidad para un restablecimiento», dijo Trudeau el martes, en su discurso destinado a los miembros de la ONU y al mundo. «Esta es nuestra oportunidad de acelerar nuestros esfuerzos pre-pandémicos para reinventar los sistemas económicos que realmente respondan a los desafíos mundiales como la pobreza extrema, la desigualdad y el cambio climático».
Añadió que hará todo lo posible por asegurar que las voces de esos países se escuchen en foros más amplios como el G7, el G20 y el Banco Mundial.
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La presse canadienne-RCI
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