Campamento de personas sin techo en Vancouver, Canadá, el miércoles 7 de octubre de 2020. (Foto: LA PRENSA CANADIENSE/Darryl Dyck)

Inteligencia Artificial permite predecir quién podría quedarse sin techo

La pandemia en Canadá ha acelerado la aparición de carpas de acampar en los parques a través de Canadá. Allí duermen las personas que ya se hallaban sin techo antes de la aparición del Covid 19, que ahora temen usar los refugios debido al coronavirus. En otros casos, quienes ahora duermen al exterior son personas que ya no tienen los recursos como para poder pagar un alquiler.

Ante este panorama, y a medida que se acerca el duro invierno canadiense, una ciudad en la provincia de Ontario, la más populosa en el país, ha optado por recurrir a la inteligencia artificial para predecir quienes entre sus residentes corren el riesgo de quedarse sin techo.

Los programadores informáticos que trabajan para la ciudad de London, situada a unos 170 km al suroeste de Toronto, dicen que este nuevo sistema informático es el primero de su tipo en el mundo y podría convertirse en una herramienta para otras ciudades que están haciendo frente al problema de la falta de vivienda.

Un indigente duerme en un banco de un parque en Montreal, Canadá. La pandemia ha mostrado las fracturas sociales y económicas en la sociedad canadiense. (Foto: iStock/Ronnie Chua)

Según Jonathan Rivard, gerente de prevención para las personas sin techo de London, que trabaja en el sistema de inteligencia artificial, en la actualidad los refugios para estas personas están abarrotados en todo el país.

«Tenemos que hacer un mejor trabajo para proporcionar recursos a las personas antes de que toquen fondo, no una vez que lo hagan», dijo Rivard.

Actualmente Canadá está enfrentando una segunda oleada de casos de coronavirus. Las autoridades del gobierno de Ontario ya advirtieron que si continúa el actual ritmo de contagios, la provincia podría experimentar una situación tan grave como la que se vio en el norte de Italia y en la ciudad de Nueva York.

Las personas sin hogar corren un riesgo mayor de contraer el coronavirus e infectar a otras debido al debilitamiento de su sistema inmunológico y a la falta de acceso a viviendas y servicios sanitarios, según los expertos en salud.

Inteligencia Artificial (iStockphoto)

Lanzado en agosto, el sistema de inteligencia artificial (AI) analiza los datos personales de los participantes para calcular quiénes se enfrentan a una situación de no tener dónde dormir durante un período prolongado, dijo Matt Ross, un experto en tecnología de la información (TI) de la ciudad de London que ayudó a construir el programa.

Como prueba, el sistema, llamado Modelo de inteligencia artificial para las personas sin techo crónicas, CHAI por sus siglas en inglés, rastreó a un grupo de individuos durante seis meses antes de lanzar formalmente el programa en agosto.

Durante ese período, el CHAI tuvo un 93% de éxito en la predicción de cuándo alguien se convertiría en persona sin techo crónica, señaló Ross, añadiendo que a la fecha ese programa de IA está cumpliendo o superando esa tasa de precisión en sus predicciones.

Al utilizar el sistema para anticipar quiénes serán probablemente las personas que se encontrarán sin techo de manera crónica, la ciudad puede priorizar la forma en que trabaja con esos individuos para tratar de que se alojen en viviendas seguras o que tengan acceso a los servicios de salud que puedan necesitar, dijo Rivard.

Una persona sin techo junto a su mascota en una calle de Montreal. (Michael Charles Cole/CBC)

El concepto de persona sin techo crónica sirve para designar a alguien que ha estado durmiendo en un refugio para personas sin vivienda por 180 días o más en un año, explicó Rivard.

Esas personas utilizan doce veces más recursos que las personas que ocasionalmente se encuentran sin techo, dijo, por lo que abordar su situación puede ahorrar tiempo y dinero a largo plazo.

El personal de la ciudad está trabajando actualmente con los refugios locales, los grupos comunitarios y las personas sin techo sobre la mejor manera de utilizar los nuevos datos proporcionados por la IA, agregó Rivard.

En Canadá, anualmente más de 230.000 personas experimentan la falta de un lugar donde dormir. Cada noche, unas 35.000 personas en el país duermen en la calle,  dijo Tim Richter, presidente de la Alianza Canadiense para Acabar con la Falta de Vivienda, un grupo de defensa de estas personas.

Un hombre protesta contra la falta de vivienda cerca de la Villa de Carpas Olímpicas. Canadá gastó más de dos mil millones de dólares en los Juegos Olímpicos de Invierno, pero a sólo unos pasos del lugar de la ceremonia de apertura se encuentra uno de los barrios marginales más notorios del país, donde la drogadicción y la prostitución son moneda corriente. (Foto: MARK RALSTON/AFP vía Getty Images)

Para Richter, el causante de esta situación son los recortes del gobierno a finales de los 80 y principios de los 90 a los programas sociales de acceso a la vivienda asequible y a otros programas de esta naturaleza. Esas medidas gubernamentales son las culpables de los Richter llama el crecimiento explosivo de la carencia masiva de vivienda vista en los últimos 30 años.

Cuando los funcionarios de la ciudad de London sugirieron por primera vez el uso de un programa de computadora para predecir la falta de vivienda crónica, esto causó alarma por sus consecuencias relacionadas con la privacidad de las personas, dijo Peter Rozeluk del organismo comunitario Servicios Misionarios de London, dedicado a la administración de refugios para personas sin hogar.


«Supongo que cuando alguien usa el término ‘IA’, puede parecer algo distópico, simplemente por la forma en que los medios de comunicación y Hollywood han representado la inteligencia artificial».

Peter Rozeluk, Servicios Misionarios de London.


Tras discutir la propuesta con los funcionarios de la ciudad, Rozulek dijo que apoyaba su objetivo general de obtener mejores datos para ayudar en la toma de decisiones.

El programa de inteligencia artificial sólo se aplica a aquellos individuos que den su consentimiento, dijo el desarrollador informático Ross. Los participantes pueden abandonar el programa en cualquier momento y sus datos serán eliminados del modelo, añadió.

Su equipo de científicos de datos no tiene acceso a los nombres reales de los individuos involucrados en este proceso de IA.

En su lugar, cada persona recibe un número de identificación que es utilizado por el sistema junto con otros datos, incluyendo la edad, raza, género, situación militar, los tipos de servicios de la ciudad a los que han accedido y la frecuencia con la que duermen en los refugios.

A diferencia de la mayoría de los otros sistemas de IA, que producen sus conclusiones finales sin revelar las medidas tomadas para llegar a ellas, la tecnología empleada por la ciudad de London puede explicar cómo y por qué llegó a las evaluaciones sobre el nivel de riesgo de un individuo, dijo Ross.

La construcción del sistema costó unos 14.000 dólares canadienses. Esos fondos fueron provistos por el Departamento de Informática de la ciudad, lo que significa que la CHAI no está quitando recursos a los servicios de primera línea para las personas sin techo, como los refugios, señaló Ross.

Hasta ahora, el sistema ha identificado a unas 88 personas en riesgo de quedarse sin hogar de forma crónica, en una ciudad de unos 400.000 habitantes, dijo Rivard en la alcaldía de London.

Una persona pasa junto a un sin techo mientras descansa al lado de las tiendas de campaña instaladas en el parque Trinity Bellwoods durante la pandemia COVID-19 en Toronto el lunes 21 de septiembre de 2020. LA PRENSA CANADIENSE/Nathan Denette

Según las predicciones del modelo, un hombre soltero que se ha quedado en los refugios, que tiene más de 52 años y no tiene familia en la ciudad corre un alto riesgo de quedarse sin hogar de forma crónica, sobre todo si es un veterano o un indígena, dijo Rivard.

Si bien la IA proporciona información sobre el riesgo que corre un individuo de quedarse sin techo a largo plazo, todas las decisiones relacionadas con el despliegue de los servicios se mantienen en manos humanas, subrayó Rivard.

Dos expertos en informática no afiliados a la ciudad de London y un abogado especializado en temas de privacidad dijeron que el programa parece tomar las medidas necesarias para proteger la información personal de los usuarios.

«Parece que han pensado mucho en hacerlo bien», dijo la profesora de derecho de la Universidad de Ottawa, Teresa Scassa, que estudia el tema de la IA y la privacidad.

Los diseñadores informáticos se han asegurado de que los datos introducidos en el sistema sean estandarizados y exactos y que cumplan con las directrices nacionales sobre el uso ético de la toma de decisiones automatizada, dijo Teresa Scassa.

Fuentes. Reuters / Canadian Press / RCI

Categorías: Economía, Indígenas, Política, Salud, Sociedad
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