Organizaciones civiles de la ciudad de Montreal reclamaron el desmantelamiento de una brigada policial para combatir la proliferación de los delitos con armas en la ciudad.
Las entidades sostuvieron que un nuevo informe deja ver que la división, que entró en funcionamiento en noviembre último, ha tenido como blanco de su accionar a la comunidad negra de la ciudad y ha llevado a cabo detenciones que no están relacionadas con la violencia armada.
Según el reporte, los cargos presentados por la brigada de armas de fuego del Servicio de Policía de Montreal, el 74 por ciento de los acusados por la brigada eran negros, el 19 por ciento eran blancos y el 7 por ciento eran personas de otros grupos raciales.
No es la primera vez que se señala que la policía de Montreal actúa guiada por un perfil racial. THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes
Si se toma en cuenta que las personas negras representan sólo el 7 por ciento de la población de Montreal, los datos indican que ese grupo tiene 42 veces más probabilidades que los blancos de ser objeto de arrestos por parte de la brigada.
Además, el informe llegó a la conclusión de que sólo el 31 por ciento de las detenciones estuvieron relacionadas con la posesión o uso de armas de fuego y que en la mayoría de los casos se trató de delitos menores, en conexión con las drogas.
La división policial entró en funcionamiento en noviembre de 2019, poco después que trascendieron las conclusiones de una investigación que acusó a esa fuerza pública de detener de manera desproporcionada a personas negros e indígenas de Montreal.
Tras conocerse el nuevo informe, realizado por Ted Rutland, docente en la Universidad de Concordia, organizaciones comunitarias pidieron la disolución de la brigada y destinar mayor financiamiento a programas sociales, actividades juveniles y soluciones comunitarias, como mecanismos más efectivos para combatir la violencia armada y el crimen.
Detenciones arbitraias y no relacionadas con la violencia armada. THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes
Las entidades sostuvieron, además, que la policía no está capacitada ni es la herramienta idónea para detener la violencia en una comunidad.
La brigada antiarmas pone de relieve la “necesidad de reducir el tamaño de la fuerza policial e invertir en programas sociales no punitivos”, sostuvieron los firmantes del comunicado.
Según la consultora de opinión CROP, el 39% de los residentes de Montreal apoya la necesidad de redefinir la tarea policial e impulsar los programa comunitarios contra la violencia.
Además de su tarea docente, Rutland, autor del reporte, es un activista por los derechos civiles y parte de su trabajo de investigador se centra en las políticas raciales en el contexto de la planificación urbana.
Fuente: Newswire Press / Universidad de Concordia.
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