Estela fúnebre del ex agente soviético Igor Gouzenko en el cementerio de Spring Creek en Mississauga, Ontario, Canadá. (Foto: WikiCommons)

Canadá considera la manera de hacer públicos documentos secretos históricos

Canadá es un país rico en historias de espionaje y desafíos a la seguridad nacional. Entre las más conocidas está la historia de Igor Serguéyevich Gouzenko, un soviético que desertó el 5 de septiembre de 1945 en Ottawa con documentos que mostraron a las autoridades canadienses de inteligencia las intenciones soviéticas de conseguir los secretos nucleares estadounidenses.

Otra historia es la de Jeffrey Paul Delisle, un ex subteniente de la Real Armada Canadiense que pasó información sensible sobre la red de intercambio de inteligencia STONEGHOST de máximo secreto a la agencia de espionaje rusa GRU. Sus acciones fueron descritas como «graves e irreparables» por el Servicio de Inteligencia de Seguridad del Canadá. El 8 de febrero de 2013 fue condenado a 20 años de prisión.

Menos conocida es la historia del agente soviético Konon Trofimovich Molody, que por años pretendió ser el canadiense llamado Gordon Lonsdale. El 30 de enero de 1961, a partir de información de inteligencia entregada por la Policía Federal de Canadá, la RPMC, el servicio de seguridad británico MI-5 examinó el pene de un hombre que pretendía ser el canadiense llamado Gordon Lonsdale y confirmó que en realidad era un espía de la KGB.

Actualmente, el gobierno liberal está buscando la manera de abrir al público los documentos históricos sobre seguridad nacional de Canadá, posiblemente mediante la creación de un centro de desclasificación de documentos históricos, según revela un memorando recientemente publicado.

El espía canadiense convicto Jeffrey Paul Delisle, visto aquí fuera de un tribunal de Halifax en 2012, ha recibido la libertad condicional completa. En 2007, el entonces subteniente de 35 años entró en la Embajada de Rusia en Ottawa y ofreció vender secretos militares canadienses y fijó el precio en 10.000 dólares.(Foto. Andrew Vaughan/Canadian Press)

Pero conseguir que los diferentes departamentos del gobierno federal de Canadá permitan el acceso a un gran número de archivos secretos «será un reto si no se tiene una política global, además de los recursos financieros», reconoce un documento interno preparado a principios de este año por el viceministro de Seguridad Pública de Canadá.

La agencia informativa Prensa Canadiense obtuvo una copia del memorando mediante la Ley de Acceso a la Información.

Los principales aliados de Canadá en materia de inteligencia tienen políticas y prácticas que les permiten desclasificar sus archivos históricos en materia de seguridad y ponerlos a disposición del público a través de los archivos nacionales, las bibliotecas presidenciales o las instituciones académicas, señala la nota enviada por el viceministro de Seguridad Pública de Canadá.

Ese memorando destaca que la ausencia de un enfoque estándar sobre el manejo de los archivos de inteligencia en Canadá ha creado un «problema de gestión de la información» en todo el aparato del Gobierno.

Actualmente, la principal herramienta para poner a disposición del público el contenido de los archivos de seguridad de Canadá son las solicitudes presentadas en virtud de la Ley federal de acceso a la información.

Caroline Maynard, la comisionada federal de información, que es una entidad que investiga las quejas sobre la forma en que las instituciones federales procesan y responden a las solicitudes en virtud de la Ley de acceso a la información, dijo que el año pasado casi el 20% de las denuncias presentadas a su oficina se referían a los archivos de seguridad nacional.

Caroline Maynard, la comisionada federal de información. (Foto: Comisionado de Información de Canadá)

Timothy Andrews Sayle, profesor de historia de la Universidad de Toronto, ha presentado solicitudes de acceso a documentos relativos a la inteligencia canadiense de los años 1940, dijo que lamentablemente sería injusto pedir a sus estudiantes de posgrado que escojan un tema de inteligencia para escribir una tesis o una disertación. «Los documentos podrían llegar siete, ocho o nueve años después de ser solicitados, si es que llegan.»

Canadá tiene una larga e importante historia en el ámbito de la seguridad nacional. Gran parte de ella sigue siendo desconocida debido a la falta de acceso sistemático a los documentos archivados, señaló el experto en inteligencia Wesley Wark en un documento de debate preparado este año para la comisionada federal de información.

Consecuencia de esta situación, los estudios canadiense sobre seguridad nacional e inteligencia «va muy a la zaga» en comparación a los principales aliados de Canadá, escribió Wesley Wark, un experto en inteligencia y profesor visitante en la Escuela de postgrado de asuntos públicos e internacionales de la Universidad de Ottawa.

Desde finales de 2018, Ottawa ha estado desarrollando un marco de desclasificación de documentos y archivos de seguridad nacional e inteligencia con el objetivo de garantizar un enfoque coherente para la divulgación de esos registros, dice el memorando del viceministro de Seguridad Pública de Canadá.

Zarah Malik, portavoz del Departamento de Seguridad Pública, dijo que su departamento está trabajando con otras agencias federales en la finalización de ese marco pero que «no puede compartir una copia en este momento, ya que todavía está en las etapas de redacción y consulta».

El memorando también dice que los funcionarios federales están estudiando soluciones a más largo plazo que podrían implicar enmiendas legislativas, solicitudes de recursos presupuestarios o el establecimiento de un centro nacional de desclasificación de esos archivos.

Según Wesley Wark, un experto en inteligencia, ese memorando es alentador, pero es insuficiente en cuanto a acciones concretas y plazos específicos.

Wesley Wark, experto en inteligencia y profesor visitante en la escuela de postgrado de asuntos públicos e internacionales de la Universidad de Ottawa, dice que la literatura canadiense sobre seguridad nacional e inteligencia «va muy a la zaga». (Foto: CBC)

Sin acceso a esos documentos y archivos sobre inteligencia y seguridad nacional, Canadá simplemente no tiene una historia basada en evidencias sobre sus trabajos en materia de seguridad, dijo Wark.

Como resultado, se pierde una importante herramienta para mejorar el desempeño de los organismos canadienses y para «sensibilizar a los canadienses sobre la práctica, la importancia y los desafíos de la seguridad nacional», añadió Wark.

Timothy Andrews Sayle, profesor de la Universidad de Toronto, quien fue invitado el año pasado por el Departamento de Seguridad Pública a proponer ideas sobre el tema, dijo que considera con medido optimismo que una política o marco de desclasificación permitirá la publicación de material útil, lo cual mejorará la situación actual.

«No estoy seguro de que pueda empeorar. Pero, ¿mejorará? Lamentablemente, no tengo muchas esperanzas», dijo el profesor Timothy Andrews Sayle.


«En lo que respecta a la divulgación, tenemos el marco legislativo que lo permite. No nos faltan normas y políticas. Lo que nos falta es la voluntad política de nuestro gobierno para compartir su historia».

Timothy Andrews Sayle, profesor de historia de la Universidad de Toronto.


Fuentes: CBC / J. Bronskill / Global /  Information Commissioner of Canada / Canadian Press / RCI

Categorías: Internacional, Política
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