La realización de actividades extracurriculares y pasar menos tiempo frente a la pantalla de los ordenadores y otros dispositivos electrónicos favorece a la salud mental de los adolescentes.
Y tal afirmación parece ser aún más pertinente en el caso de las mujeres.
Así lo sostienen un nuevo estudio científico, llevado a cabo por investigadores canadienses, que indica que la realización de actividades fuera de la currícula de estudios, especialmente la que requiere despliegue físico, y dedicar menos tiempo a consumir contenidos en Internet o las redes sociales propicia el buen estado mental y anímico de los y las jóvenes.
Es necesario poner límites al tiempo que pasamos frente a una pantalla: Foto iStock.
Cuestión de tiempo
La investigación indica que pasar menos de dos horas por día frente a una pantalla de un dispositivo electrónico, especialmente con fines recreativos, tiene efectos positivos en la salud.
Dedicar menos de 120 minutos cada jornada a los videojuegos, a estar conectado mediante el uso de redes sociales aparece asociado con niveles altos de optimismo y satisfacción, por parte de la persona.
Del mismo modo, acotar el tiempo que se dedica a los dispositivos electrónicos ayudaría a reducir los niveles de ansiedad y también los síntomas de depresión, comunes en jóvenes que se hallan sometidos a las exigencias que imponen los estudios.
La fatiga que provocan las pantallas puede ser el primer síntoma de que algo no anda bien. Foto: iStock.
Más nocivo para las mujeres
Los responsables de la investigación detectaron que los resultados obtenidos en la experiencia se hicieron presentes con más frecuencia en el caso de las niñas.
Por el contrario, un tiempo frente a la pantalla más largo, superior a las 2 horas por día, apareció asociado con menores niveles de satisfacción con la vida y de optimismo.
En algunos casos también se detectó la presencia de síntomas relacionados con cuadros depresivos.
En cuanto al tiempo de pantalla, el efecto que el mismo tiene sobre la salud mental de la persona aparece íntimamente ligado al género, toda vez que la relación entre mayor permanencia frente a la pantalla y una salud mental y bienestar más deficientes fue significativamente más pronunciada en las mujeres que en los hombres.
Tanto para los niños como para las niñas, la salud mental y el bienestar eran más favorables si participaban en actividades extracurriculares y reportaban menos de 2 horas de tiempo de pantalla recreativa por día.
Las actividades extracurriculares refuerzan el bienestar general de la persona. Foto: iStock.
Las razones para esta incidencia diferenciada entre los casos masculinos y femeninos analizados no parecen claras aún para los responsables de la investigación, que dijeron que son necesarios más estudios para avanzar en la materia.
Los expertos reconocieron que las llamadas nuevas tecnologías juegan un rol positivo en muchos aspectos, como ayudar a mantener el contacto con seres queridos que se encuentran distantes, por ejemplo, pero advirtieron que hay otro tipo de actividades que se llevan a cabo frente al pantalla que parecerían tener fuerte efecto negativo en la salud mental de los adolescentes.
La investigación cobra más pertinencia en momentos en que la pandemia del coronavirus ha obligado a trasladar al “mundo digital” una cantidad de actividades que hasta hace pocos meses eran desarrolladas de manera presencial: desde trabajar y estudiar, hasta la celebración de un cumpleaños o aniversario familiar.
Más de dos horas frente a la pantalla multiplican los efectos negativos. Foto: iStock.
Al respecto, Eva Oberle, profesora asistente en la Universidad de Columbia Británica y una de las responsables del estudio sostuvo que si bien el mismo fue llevado a cabo antes de la llegada de la pandemia, los resultados son relevantes “ahora que los adolescentes pueden pasar más tiempo frente a las pantallas en sus ratos libres, cuando el acceso a las actividades extracurriculares, como los programas de deportes y artes, está restringido”, según publica el boletín de noticias de la casa de estudios.
La investigación se llevó a cabo sobre 28.712 casos, que involucraron a estudiantes del séptimo año, repartidos en 365 establecimientos de toda la provincia de Columbia Británica.
Al hacer referencia al tiempo de pantalla, los investigadores tomaron en cuenta la permanencia de los usuarios frente a los videojuegos, televisión y la llamada “navegación” por Internet.
Los padres deben supervisar la relación entre los menores y los dispositivos digitales. Foto: iStock.
Del mismo modo, entre los participantes se contaron a estudiantes que participan de actividades extracurriculares, tanto al aire libre, como en el caso de los deportes, como en programas de arte y otros.
- Los adolescentes que participaban en actividades extracurriculares tenían muchas menos probabilidades de pasar dos o más horas frente a una pantalla después de la escuela.
- La participación en actividades extracurriculares se asoció con mayores niveles de satisfacción y optimismo en la vida, y menores niveles de ansiedad y síntomas depresivos.
- Un tiempo de pantalla superior a dos horas por día se asoció con niveles más bajos de satisfacción y optimismo en la vida, y niveles más altos de ansiedad y síntomas depresivos.
- Diferencias entre niños y niñas.
- El mayor tiempo de exposición afecta negativamente a la salud mental de las niñas de manera más significativa que la de los niños.
- Tanto en los niños como en las niñas, la salud mental era más fuerte cuando los adolescentes participaban en actividades extracurriculares y pasaban menos de dos horas frente a la pantalla.
La entidad Karing for Kids, que reúne a pediatras de diferentes puntos de Canadá, elaboró una serie de recomendaciones para los padres, en cuanto al uso de sistemas electrónicos por parte de los menores.
- Hacer y revisar regularmente un Plan Familiar de Medios, incluyendo límites de tiempo y contenido individualizados.
- Considere la posibilidad de pedirle a su hijo o adolescente que le entregue su teléfono a una hora determinada al final del día, para que no se le interrumpa con llamadas telefónicas o mensajes de texto durante el tiempo en familia.
- Estar presente y comprometido cuando se usen las pantallas y, si es posible, mirarlas juntos y hablar sobre los contenidos.
- Desalentar la multitarea en los medios de comunicación, especialmente durante los deberes.
- Usar los controles parentales y la configuración de la privacidad que ofrecen dispositivos y aplicaciones.
- Obtener contraseñas e información de inicio de sesión de su hijo o adolescente, para dispositivos y cuentas de medios sociales, para ayudar a garantizar la seguridad en línea y seguir los perfiles y actividades, si surgen inquietudes.
- Hablar con los niños y adolescentes sobre los comportamientos aceptables e inaceptables en línea.
- Servir como ejemplo; los niños tienden a imitar el comportamiento de sus padres.
Fuentes: Universidad de Columbia Británica / Karing for Kids.
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