En Churchill, en la Bahía de Hudson en el Ártico canadiense, cientos de osos polares han estado vagando durante semanas, esperando a que se forme el hielo marino invernal para poder comenzar sus periodos de caza de focas en las zonas tradicionales.
Debido al cambio climático, la temporada sin hielo en el área de Churchill, es casi un mes más larga que en los años 80, según Polar Bears International, única organización dedicada exclusivamente a los osos polares silvestres y al hielo marino del Ártico.
A medida que el cambio climático aumenta las temperaturas del Ártico más rápidamente que en cualquier otra parte del mundo, esa región ha ido atrayendo más turistas, al menos hasta que la pandemia de coronavirus restringió severamente los viajes.
Los osos polares están en la cima de la cadena alimenticia en el Ártico. Aparte de los humanos, la única amenaza para ellos son los otros osos polares.
Algunos científicos tienen la hipótesis de que el estrés alimentario está aumentando los actos de canibalismo, lo que históricamente ha sido un evento natural, pero poco frecuente.
El 2020, un año particularmente significativo
Los osos polares dependen del hielo marino del Ártico para cazar a sus presas marinas, y este año los científicos han publicado un estudio en el que se concluye que el hielo marino de verano del Ártico podría desaparecer en 2044.
En julio pasado, una investigación de la Universidad de Toronto concluyó que, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan tal como están, es probable que la mayoría de los osos polares desaparezcan para el año 2100, debido a la falta de hielo marino.
Para tener una idea, los niños que nazcan hoy en el Ártico serán testigos de la desaparición de los últimos osos polares.
Por su parte, también en julio, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC) alertó al mundo claramente sobre el hecho que se nos está acabando el tiempo y que las emisiones globales deben reducirse a cero neto en las próximas décadas para evitar un peligroso aumento de las temperaturas globales.
La pandemia de coronavirus está dando lugar a una disminución de las emisiones este año, pero ello ha tenido un costo humano y económico inaceptable, y ya hay indicios de que las emisiones están repuntando a medida que las economías se reabren.GIEC
El 15 de septiembre, el hielo marino del Ártico alcanzó una extensión mínima anual de 3,74 millones de kilómetros cuadrados, la segunda más baja en el registro satelital en 42 años. Con esta disminución de su superficie, se perpetúa la tendencia descendente a largo plazo de la extensión del hielo del Ártico, explicaron el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo y la NASA.
La extensión del hielo marino comenzará ahora su aumento estacional durante el otoño y el invierno, pero los osos siguen esperando a que eso suceda. De lo contrario, su cadena alimenticia se verá afectada justo antes del largo invierno que está por llegar.
Octava Semana del Oso Polar
Pasó casi desapercibida, pero entre el 1 y el 7 de noviembre pasados se celebró como cada año ese evento que permite llamar la atención sobre esos grandes mamíferos y las amenazas que enfrentan por el calentamiento climático.
La Semana del Oso Polar coincide con la reunión anual de cientos de osos polares en las costas de la Bahía de Hudson, cerca de Churchill (Canadá), ciudad conocida como la capital mundial del oso polar.
Por la pandemia de COVID-19, la Semana del Oso Polar de este año fue diferente a cualquier otra. Y aunque ya terminó, Polar Bears International sigue ofreciendo diversas formas de mantenerse informado desde casa sobre estos animales icónicos de Canadá.
Por ejemplo, el público puede sintonizar las cámaras en vivo de los osos polares:
Las cámaras en vivo de los osos polares son un proyecto de explore.org, una red de observación de la naturaleza viva del mundo, y de Frontiers North Adventures, una empresa de turismo sostenible, de Parks/Parcs Canada y del Centro de Estudios del Norte de Churchill.
Estas cámaras ofrecen una visión de los osos polares silvestres en su entorno natural.
En 2019, las cámaras en vivo tuvieron una audiencia de 1,5 millones de espectadores. Además, este proyecto de observación de la naturaleza han visto su público aumentar desde el inicio de la pandemia mundial.
Los dejamos con esta imagen de un oso, haciendo «yoga»… 😊
Take a break. Stretch your toe-beans. pic.twitter.com/TTBn4I4qpl
— explore.org (@exploreorg) November 10, 2020
RCI con informaciones de Polar Bears International, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, Reuters.
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