Poco para algunos, demasiado para otros, desorganizado y sin visión para varios. El enunciado económico presentado el lunes por la viceprimera ministra y ministra de Finanzas de Canadá está lejos de haber sido recibido con unanimidad.
En el medio comunitario
Entre las reacciones generales se encuentran las del Centro Canadiense de Políticas Alternativas (CCPA) cuyos principales analistas concluyeron que la actualización fiscal de la ministra Chrystia Freeland planta semillas de esperanza en el futuro y representa lo mínimo que el gobierno federal podía ofrecerles a los canadienses.
Está diseñada para que Canadá pase un invierno difícil con el COVID-19, proporcionando dinero para los centros de cuidados a largo plazo, para condiciones escolares más seguras, para desplegar un importante programa de vacunación, y para extender apoyos como el programa de subsidios salariales. Esto salvará vidas y es un mínimo necesario.
La actualización fiscal también planta nuevas semillas de esperanza, estableciendo un paquete de estímulo de tres años de 70-100 mil millones de dólares. Esto representa el 3-4% del PIB, lo que indica claramente que el gobierno federal está preparado para manejar una recuperación liderada por el público una vez que el programa de vacunación haya demostrado ser eficaz.David Macdonald, Lindsay McLaren, Katherine Scott y Hadrian Mertins-Kirkwood del CCPA
En el medio de la salud
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La Asociación Médica Canadiense (AMC) cree que en la declaración económica de la viceprimera ministra no hay suficientes medidas para fortalecer el sistema de salud y para apoyar al personal médico del país.
Ann Collins, presidenta de la AMC, expresó gran preocupación por la situación de los sistemas de atención de la salud del Canadá, que, según su perspectiva, ya estaban bajo presión antes de la pandemia y que «ahora han llegado a un punto crítico». Collins dijo que muchos de sus colegas médicos, enfermeras y enfermeros, y el resto del personal de atención al paciente se enfrentan a un gran agotamiento.
La actualización muestra que se están haciendo esfuerzos para mitigar el impacto de la pandemia en todos los sectores, pero nuestro sistema de atención médica está bajo la mayor presión. Y por lo que hemos escuchado hoy, no hay medidas en marcha para ayudarla.Ann Collins, presidenta de la Asociación Médica Canadiense
En el medio político
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Entre los dirigentes de los principales partidos políticos también hay una gran variedad de opiniones sobre el mini presupuesto presentado el lunes.
El líder conservador Erin O’Toole rechazó la declaración económica de otoño del gobierno federal diciendo que un plan de tres años para proporcionar estímulo a la economía no tiene sentido sin antes revelar cómo los canadienses serán vacunados contra el COVID-19.
El líder del Bloque Quebequense, Yves-François Blanchet, dijo que debería haber muchos más detalles sobre el plan del gobierno para proporcionar estímulo económico, especialmente cuando el gobierno está tan endeudado.
El crítico financiero del Nuevo Partido Democrático Peter Julian dijo que esta declaración económica a la Cámara de los Comunes parece ser una señal para los canadienses de que «la austeridad se acerca».
El líder de ese partido Jagmeet Singh fue invitado por la periodista Vassy Kapelos del programa Power & Politics a aclarar esa posición. Dijo que el plan del gobierno para reducir los apoyos a medida que la economía se recupera es una evidencia de que los canadienses deben estar preocupados.
Singh fue particularmente crítico con la decisión del gobierno liberal de posponer la imposición de impuestos directos a los gigantes de la web como Amazon y Google hasta el 2022, mientras comienza a recaudar los impuestos sobre los bienes y servicios proporcionados por las empresas digitales con sede en el extranjero.
En relación al medio ambiente
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Por su parte, la líder del Partido Verde, Annamie Paul, acogió con beneplácito algunas de las iniciativas ambientales de la declaración económica, en particular las cuestiones que ayudan al gobierno federal a lograr su objetivo de cero emisiones.
Sin embargo, la líder verde criticó el hecho de que no se haya podido ejecutar un plan que permita reducir las emisiones en un 60 por ciento con respecto a los niveles de 2005 o la aplicación de un presupuesto de carbono que establezca el nivel máximo de emisiones que puede emitir Canadá y que, a pesar de ello, impida que aumenten las temperaturas mundiales.
Recordemos que las medidas presentadas por la viceprimera ministra Freeland estarán sujetas a un voto de confianza en la Cámara de los Comunes, lo que significa que el gobierno minoritario de Justin Trudeau podría caer si no logra obtener suficiente apoyo entre los legisladores.
RCI con informaciones de CBC News, Canadian Centre for Policy Alternatives y Canadian Medical Association.
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