Cuando las informaciones sobre balaceras en distintos puntos de Canadá, principalmente en grandes urbes, pasan generalmente desapercibidas, familiares de víctimas y sobrevivientes de la violencia pidieron al gobierno federal que cumpla su promesa de presentar un proyecto de ley para limitar el uso de armas de fuego.
El reclamo se produce, además, cuando faltan pocos días para un nuevo aniversario de la llamada Masacre de la Escuela Politécnica de Montreal, en la que perdieron la vida 14 mujeres.
Circulación restringida
En su iniciativa más reciente, el gobierno presidido por el primer ministro Justin Trudeau introdujo una regulación que pone límites al uso de armas en el país.
A partir del 1 de mayo último, Canadá prohibió nueve tipos de armas de fuego, basándose principalmente en el poder de fuego de las mismas.
Entre otros, la norma alcanza a dispositivos que se consideran de guerra, como los fusiles M16, además de diversos tiempos de rifles y carabinas y los que tienen un poder de tiro de más de 10.000 julios .
El objetivo buscado por las autoridades fue no sólo prohibir el uso de esas armas, sino desalentar la posesión.
La tragedia en el Colegio Dawson, otro de los eventos que conmovieron a los canadienses. CP PHOTO/Ryan Remiorz.
En total, se habla de cerca de 1500 dispositivos de tipo militar, cuyo uso no está autorizado en el país.
Si bien la circulación de armas de fuego en Canadá es mucho más reducida que en otros países, ciertos modelos de dispositivos han sido de uso corriente durante largo tiempo, tomando en cuenta que en el país existe una larga tradición de caza.
Los intentos por limitar más la existencia de armas aquí ha debido enfrentar, precisamente, la resistencia de quienes sostienen usan armas para cazar, entre otros sectores.
La última modificación a las normas fue presentada luego de un ataque ocurrido en la provincia de Nueva Escocia, cuando en abril último un atacante solitario mató a tiros a 19 personas, en lo que se constituyó como la peor masacre de la historia del país.
Horror en la Politécnica
El 6 de diciembre de 1989, la actividad en la Escuela Politécnica de Montreal, en pleno centro de la ciudad, fue subvertida violentamente, cuando un hombre armado con un rifle y un cuchillo ingresó a ese establecimiento y comenzó un ataque a mansalva contra estudiantes, docentes y personal.
El saldo de la agresión fue de 14 mujeres muertas, mientras también hubo 10 heridas, al igual que 4 hombres con lesiones.
La masacre de la Politécnica se convirtió en símbolo del combate a la violencia contra la mujer. THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick
El autor fue un hombre de 25 años que estuvo motivado por su odio hacia el sexo femenino y hacia el movimiento feministra.
Hoy el ataque es reconocido como un crimen de odio contra las mujeres.
A ese hecho siguieron otras tragedias, como la ocurrida en el colegio Dawson en 2006, en una mezquita en la Ciudad de Quebec en 2017, un tiroteo en el barrio Danforth de Toronto en 2018, la ya referida agresión de Nueva Escocia, además de las balaceras que se producen periódicamente en Toronto, Montreal y otras localidades.
Reclamo y propuesta
En tal contexto, los familiares de víctimas y sobrevivientes de la violencia armada llevaron a cabo un encuentro en línea, en el que expresaron su postura respecto al control de armas y recordaron al gobierno federal de presentar una ley que actualice las disposiciones al respecto.
- Prohibiciones o restricciones adicionales de las armas de fuego.
- Ley de «bandera roja» para mejorar medidas preventivas, como la confiscación transitoria
- Requisitos más estrictos para el almacenamiento de armas de fuego
- Medidas para evitar desviaciones o compras masivas
- Mejores controles fronterizos
- Restricciones en la publicidad.
Entre los testimonios que acompañaron la información difundida por los peticionantes, figuran los de sobrevivientes y testigos de los diversos hechos.
Prevost advirtió, además, que en muchos de los casos señalados los atacantes eran poseedores en regla de armas de fuego, cuya circulación era legal a pesar del poder de destrucción de esos dispositivos.
Hennegan recuerda la alegría que a ella y a otras personas que vivieron experiencias similares les provocó el anuncio del gobierno en mayo último, prohibiendo cientos de modelos de armas de asalto.
Meaghan Hennegan durante una presentación en el parlamento en 2018. THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick
Violencia en las calles
En las últimas horas, la policía de Montreal anunció el refuerzo de la seguridad en un barrio ubicado en el norte de la ciudad, donde el domingo a la noche se produjeron al menos 4 agresiones con disparos.
En total, 4 personas resultaron heridas en esos ataques, incluyendo a una que se encontraba en el balcón de una vivienda, sin que hasta el momento se haya logrado identificar a los agresores.
Hechos similares ocurren periódicamente en otros barrios de la ciudad, en Toronto, Vancouver y numerosas ciudades ciudades del país, incluso en localidades pequeñas, con poblaciones poco numerosas y habitualmente ajenas a este tipo de sucesos.
Nueva Escocia fue escenario de una de las peores tragedias debidas a la violencia armada. THE CANADIAN PRESS/Andrew Vaughan
Números que preocupan
Según datos estadísticos oficiales, en 2019 un total de 132 personas perdieron la vida por disparos efectuados con armas de puño.
Por su parte, el ministerio canadiense de Justicia cita información que indica que a comienzos de los años 2000, el 26 por ciento de los hogares del país poseían algún tipo de arma de fuego.
Las cifras varían considerablemente de una región a otra de Canadá, con el 67 por ciento de los hogares en Yukón en posesión de un arma y 15 por ciento en Ontario.
El pedido presentado por familiares y sobrevivientes de la violencia busca que estos ataques no vuelvan a ocurrir.
Fuentes: PolyRecuerda (Asociación de familiares y sobrevivientes) / Ministerio de Justicia de Canadá / Gobierno Canadiense / The Canadian Press.
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