Un baile en una fiesta de cocina en Cape Breton., en la provincia de Terranova y Labrador. (Foto: The Sweet Lowdown 7 YouTube)

Una fiesta inolvidable en la cocina en Terranova y Labrador

Desde mucho antes de la aparición del Covid-19, en los pequeños pueblos canadienses junto a las aguas del Atlántico existe una tradición que con la migración interna se conoce en otras partes de Canadá: son las fiestas en la cocina.

Sin duda que en otras partes del mundo existen celebraciones similares. Los habitantes de pequeñas comunidades, donde no hay clubes nocturnos ni centros de diversión, organizan fiestas de familia y con amigos en la cocina. Alguien saca una guitarra, alguien cocina algo, alguien abre una botella de vino.

La pandemia obliga en este último día del 2020, a celebrar la llegada del año nuevo en casa. Las fiestas en la cocina en la provincia de Terranova y Labrador pueden ser un ejemplo de cómo celebrar la ocasión… en pequeña escala, y solamente en familia, tal como recomiendan las autoridades de salud de Canadá.

Hace trece años, en el pueblo pesquero de Flatrock, en la provincia de Terranova y Labrador, un grupo de músicos y cantantes de todas las edades se reunieron en la cocina de la casa de Marg Maynard.

Marg Maynard, a la derecha, canta una canción con sus amigos en la cocina de su casa de Flatrock en 2007. (Foto: CBC / Shanneyganock/ Facebook)

Actualmente, de esa casa que ya en 2007 tenía más de cien años, ya no queda nada, aparte de los restos de los cimientos. Allí donde estaba la cocina hoy no queda más que un montón de rocas y la vegetación silvestre de aquella región del Atlántico canadiense.

Aquella noche se tocaron instrumentos, viejas historias fueron contadas de nuevo y en el entusiasmo de se bailaron canciones familiares, que fueron jigs que vienen de raíces irlandesas.

El recuerdo de aquella noche se habría perdido en el tiempo para siempre, si no fuera por el interés de un músico, Chris Andrews, que hace parte del grupo musical Shanneyganock, que quería documentar ese tipo de reuniones íntimas y familiares en la cocina de Marg Maynard.

Chris Andrews cuenta que el fotógrafo Gerry Boland fue reclutado para documentar aquella fiesta en la cocina. «Vino mucha gente. Se convirtió en una noche mágica», recuerda él.

Las imágenes que Boland grabó de aquella fiesta en 2007 durmieron intactas durante más de una década. Trece años más tarde, Andrews y el cineasta Roger Maunder desenterraron aquellos videos y comenzaron a editarlos en un nuevo documental corto, al que llamaron “All Hands Together”, “Todas las manos juntas”.

Con ese corto documental, Andrews quería mostrar una tradición en la provincia de Terranova: las tradicionales fiestas en la cocina, que siempre han sido una parte importante del patrimonio cultural de aquella región de Canadá.

Para quienes conocen las fiestas de Terranova, la cocina tiene un atractivo magnético para quienes gustan del confort gregario y el clima de confianza que se desenvuelve alrededor de una mesa de comedor y una estufa caliente.

No es raro que a veces, en estas fiestas de cocina, al calor del momento y escuchando las viejas historias y canciones, un venezolano nostálgico saque un cuatro para tocar un joropo, o que, animada por escuchar el español, una mexicana también cante una canción de Chavela Vargas, con la emoción atorando la voz.

El músico Chris Andrews cuenta que la cocina Terranova es siempre un lugar que se convierte en el centro del universo.


«La cocina era el lugar donde se celebraba la fiesta: salían las guitarras, el acordeón, la gente bailaba, o se tomaba unas copas. Es que es así como somos».

Chris Andrews, músico.


La pandemia ha afectado a amplias franjas de la vida cotidiana de la provincia, y las fiestas de cocina, a las que llegaban muchos invitados, tampoco se salvaron. Es que la atmósfera jovial, la proximidad de la gente, el espacio pequeño de una fiesta en la cocina, repleta de cantos y brindis, es justamente lo opuesto al distanciamiento físico que las autoridades de salud recomiendan para combatir la propagación del virus.

En la costa este de Canadá, la fiesta de la cocina es una tradición antigua. (Foto: CBC / Pastelle Leblanc)

A pesar de su amor por esta costumbre particular de Terranova, Andrews dice que no ha asistido a lo que llamaría una verdadera fiesta de cocina desde marzo. Las restricciones actuales lo hacen casi imposible. Una celebración como la documentada en “All Hands Together”, “Todas las manos juntas”, es actualmente imposible.

«Hay mucho más de veinte personas en esa pequeña cocina», dice Andrews.

Aunque el documental es en inglés, así como las canciones, la espontaneidad del momento, las emociones registradas por la cámara, el tono de las voces, hacen que no sea realmente necesario conocer la lengua para entender y sentir lo que la gente está viviendo en ese momento.

Andrews cuenta que algunos de los participantes, que cantaron canciones antiguas, eran ya bastante mayores en 2007 y que a la fecha ya han dejado este mundo. «Pero cantaron y contaron historias que sin duda le darán a la gente un gran recuerdo de su pasado.»

Jóvenes miembros del grupo musical Shanneyganock tocando en la cocina de Marg Maynard en 2007. (Foto: CBC / Shanneyganock/Facebok)

Además de los gratos recuerdos de las personas que asistieron a esa fiesta de la cocina, Andrews dice que su documental muestra a la comunidad de Flatrock, y su continuo entusiasmo por conservar su cultura.

La casa centenaria, en la que un grupo de personas de una pequeña comunidad se reunió y cantó durante horas, ya no existe más. Muchas de las personas que cantaron y bailaron aquella noche ya murieron. Pero gracias a ese documental, esa forma de celebrar la vida permanecerá en la memoria de generaciones venideras.

«Fue una de las mejores experiencias de mi vida» concluye el músico Chris Andrews.

Fuentes: CBC / C. McCann / Canadian Press / RCI

Categorías: Artes y espectáculos, Sociedad
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