Los estereotipos de género y las desigualdades basadas en el género siguen impidiendo a muchas niñas y mujeres emprender y permanecer en carreras científicas en todo el mundo. Sin embargo, sus contribuciones a las ciencias se destacan y en esta crisis mundial han sido esenciales.
Un informe que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre la ciencia muestra que sólo el 33% de los investigadores del mundo son mujeres, a pesar de que representan el 45% y el 55% de los estudiantes de grado y máster, respectivamente, y el 44% de los matriculados en programas de doctorado.
La tarea es aún más urgente si se tiene en cuenta la escasa representación de las mujeres en ámbitos fundamentales para el futuro del trabajo, como las energías renovables y los campos digitales, ya que sólo el 3% de las estudiantes de educación superior eligen las tecnologías de la información y la comunicación.
Necesitamos la ciencia, y la ciencia necesita a las mujeres. No se trata sólo de comprometerse con la igualdad de derechos; se trata también de hacer una ciencia más abierta, diversa y eficiente.Extracto del mensaje conjunto de Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, y Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO
Las mujeres en las ciencias en América Latina y Canadá

Proporcionalmente, la región latinoamericana tiene más mujeres trabajando en el medio científicos que la media mundial. (Foto : iStock/SDI Productions)
A pesar de los porcentajes a nivel mundial, en 2020, la UNESCO indicó que en América Latina el porcentaje de mujeres investigadoras supera la media mundial.
De hecho, en Latinoamérica el 45% de los investigadores son mujeres, una cifra que sobrepasa por mucho la tasa mundial del 33%.
En todo el subcontinente de habla hispana, la mayoría de los países ha comenzado a implementar medidas para reducir la brecha de género en STEM.
Un análisis de cómo las políticas públicas, las estrategias y las normas sobre ciencia, género y educación están incorporando la igualdad de género en STEM revela que, especialmente en la última década, la importancia del tema está siendo cada vez más reconocida en la región y, por ende, está fomentándose de forma gradual a través de políticas públicas e incluyéndose en leyes,
planes nacionales de ciencia, tecnología e innovación (CTI) y estrategias nacionales de desarrollo.
En Canadá, en las últimas décadas, el número de mujeres que cursan estudios universitarios ha aumentado considerablemente, incluso en campos de estudio en los que antes los hombres superaban a las mujeres. Sin embargo, hay un campo que sigue dominado por los hombres: la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).

A pesar de una brecha de género notoria en la decisión de elegir o no una vida profesional en las ciencias, las mujeres científicas canadienses son punta de lanza de iniciativas fundamentales a la sociedad actual. (Foto: iStock/monkeybusinessimages)
Además, las mujeres que optan por cursar estudios en los STEM se matriculan principalmente en programas de biología o ciencias, por lo que en los programas de ingeniería, informática y matemáticas hay menos mujeres.
Esta decisión tiene consecuencias, ya que campos de estudio como la ingeniería y la informática conducen, por término medio, a mejores resultados en el mercado de trabajo en términos de empleo, adecuación de las cualificaciones y del puesto de trabajo, así como de los ingresos.
Las mujeres jóvenes con altos niveles de conocimientos matemáticos tienen una probabilidad significativamente menor que los hombres jóvenes, incluso los que tienen niveles más bajos de conocimientos matemáticos, de matricularse en programas de STEM. Por lo tanto, parece que el desequilibrio de género en los programas de STEM se debe a otros factores.
Las diferencias en las expectativas del mercado laboral, incluido el equilibrio entre la vida laboral y la personal y las diferencias en la motivación podrían explicar en parte esta brecha de género. A pesar de eso, las científicas canadienses son la punta de lanza de iniciativas fundamentales a la sociedad actual.
Las científicas y el COVID
En este Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, la UNESCO publicó una serie de perfiles que muestran los aportes de algunas mujeres y niñas en distintas partes del mundo durante la crisis actual. Quisimos hacer lo mismo con mujeres canadienses y latinoamericanas.
Cinco mujeres canadienses de STEM lideran la lucha contra el COVID-19
Las científicas canadienses forman parte de un esfuerzo mundial para luchar contra el COVID-19, el virus que ha enfermado a más de 44.000 canadienses. Aquí hay cinco que están trabajando en todo, desde las vacunas hasta los tratamientos y el desarrollo de la tecnología para rastrear la propagación del virus.
Mohini Bhavsar, experta en salud digital
Bhavsar trabaja para Dimagi, una empresa que proporciona a los países y a las organizaciones de ayuda herramientas digitales para ayudar a recopilar datos, que luego les ayudan a responder eficazmente a crisis sanitarias como la pandemia de COVID-19.
Es especialista en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para el desarrollo internacional.
Joanne Lemieux, bioquímica
La Dra. Lemieux, que trabaja en el departamento de bioquímica de la Universidad de Alberta, está trabajando con un equipo de investigadores para probar un fármaco antiviral que esperan que pueda curar el COVID-19.
El fármaco ha demostrado curar un coronavirus -el mismo tipo de virus que causa el COVID-19- en los gatos, y Lemieux y su equipo esperan que pueda funcionar del mismo modo en los humanos.
El fármaco, denominado inhibidor de la proteasa, actúa deteniendo las enzimas que permiten al virus reproducirse en las células humanas.
Kelley Lee, especialista en salud pública
Parte del trabajo en salud pública consiste en utilizar los datos para tomar -y ayudar a otros a tomar- decisiones eficaces.
La Dra. Lee, que trabaja en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Simon Fraser, está trabajando con un equipo de investigadores para investigar qué medidas están adoptando los países y las empresas privadas para ayudar a detener la propagación del COVID-19. Con el tiempo, espera tener suficientes datos para crear una herramienta de toma de decisiones que ayude a los gobiernos y países a tomar las mejores decisiones para mantener a la gente a salvo.
Allison McGeer, investigadora de enfermedades infecciosas
La Dra. McGeer, científica principal del Centro de Investigación Lunenfeld-Tanenbaum de Sinai Health en Toronto, está estudiando durante cuánto tiempo los pacientes con COVID-19 «eliminan», o transmiten, el virus, y si éste puede vivir en las superficies y en el aire que los rodea.
Esta información se utilizará para tomar decisiones sobre las formas de detener la propagación del virus, incluido el tipo de equipo de protección que podría ser necesario para los trabajadores sanitarios.
Roopali Chaudhary, bióloga celular
La Dra. Roopali Chaudhary es la fundadora de Lotus STEMM, una organización para mujeres sudasiáticas en STEMM. Ha trabajado con científicos para crear vídeos que proporcionan información actualizada y precisa sobre el COVID-19 en varios idiomas, lo que significa que la diversa población de Canadá tiene acceso a información importante a medida que la situación sigue cambiando.
RCI con información de la UNESCO, de ONU Mujeres, del ministerio de Ciencias y Tecnología de Canadá, la Asociación Canadiense para las Niñas en las Ciencias (Canadian Association for Girls In Science -CAGIS)
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