El gobierno canadiense presentó un proyecto de ley que busca restringir la posesión y uso de armas de fuego en el país.
La iniciativa se propone aplicar un nuevo control al uso de armas, luego de hechos de violencia registrados recientemente, en una sociedad con niveles de agresión armada menores que en otros sitios, pero que ya cuenta en su historial con hechos de sangre que llevan a numerosas organizaciones a pedir el endurecimiento de las normas específicas.
La iniciativa prevé darle a las municipalidades la potestad de prohibir las armas cortas en su jurisdicción de competencia.
En tal sentido, la alcaldesa de Montreal, donde las agresiones con armas de fuego son frecuentes, manifestó sus dudas respecto a la edificación de tal disposición.
Valérie Plante reclamó que en lugar de ser las municipalidades las que puedan decidir si permiten o no las armas de puño, estas sean reguladas por una norma de alcance nacional, dictada por las autoridades federales.
Las entidades que se declaran a favor de una restricción mayor de las armas de fuego manifestaron su inquietud, a su turno, por la propuesta de las autoridades canadienses de impulsar un programa de recompra de las armas de asalto, que no tendría carácter obligatorio.
La idea de Ottawa es proponer a los propietarios de los dispositivos vedados la entrega de los mismos a las autoridades; los participantes del programa recibirán una compensación a cambio. De todos modos, la transacción se llevará a cabo a voluntad del propietario del arma, quien puede decidir si ingresa al plan o no.
Cerca de 1500 modelos diferentes de armas han sido prohibidos por el gobierno federal, que desde el inicio de su gestión ha tenido una política sobre el tema diametralmente opuesta a la de la administración precedente de Stephen Harper, quien incluso anuló el registro federal.
La nueva iniciativa propone aumentar las penas para el tráfico de armas y también incrementar las exigencias para la importación de municiones.
Entre otros recursos, el proyecto de ley propone que las personas relacionadas con un propietario de armas de fuego puedan presentarse ante la justicia para reclamar que las mismas sean confiscadas y el permiso de compra anulado, en caso de que el individuo muestre comportamiento violento o se encuentre en riesgo de cometer suicidio.
Los partidos de oposición manifestaron sus inquietudes incluso antes de que el proyecto fuera presentado ante el parlamento, el martes por la mañana.
El jefe del Bloque Quebequense, Yves-François Blanchet, reclamó que la recompra de armas sea obligatoria, mientras que el líder del Partido Conservador, Erin O’Toole, dijo que le preocupa el costo del programa.
Fuente: The Canadian Press.
Más sobre el tema:
Montreal tendrá un nuevo escuadrón de lucha contra el tráfico de armas.
Reclaman nueva ley para el control de armas de fuego en Canadá.
Canadá prohíbe 1500 diferentes armas de fuego de tipo militar.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.