La adopción de un sistema de funcionamiento híbrido para el parlamento, con parte de la tarea realizada en forma presencial y otra a distancia, permitiría una reducción del gasto necesario para el funcionamiento de esa institución.
Así lo sostiene una evaluación realizada por el director parlamentario del presupuesto, quien estimó que el cambio de dinámica permitiría al cuerpo legislativo ahorrar cerca de 6,2 millones de dólares por año.

Pocos legisladores presentes físicamente y la mayoría conectados a la distancia. THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick
Desde la aparición de la pandemia de coronavirus, buena parte del trabajo parlamentario se ha estado realizando a distancia, sobre todo en lo que se refiere a las reuniones del plenario de las cámaras de los Comunes y del Senado.
Las medidas de prevención impuestas durante la pandemia, principalmente en cuanto al desplazamiento de personas, hizo poco aconsejable y viable hacer viajar los legisladores desde distintos puntos del país, para reunirse bajo un mismo ámbito cerrado, lo que hubiese incrementado los riesgos de contraer el Covid-19 entre los propios parlamentarios y el resto del personal que se desempeña en distintas funciones.
En la actualidad, un sistema de comunicaciones especial permite que una parte mínima de los senadores y diputados esté presente físicamente durante las sesiones en los recintos y durante el trabajo en comisiones, mientras que el mayor número de los integrantes de sendos cuerpos participa a distancia, por medio de teleconferencia.
Dicha modalidad está en práctica desde abril de 2020.
Si bien la nueva forma de trabajo implicó cambios en la tarea de los representantes, el reporte indica que la reducción de los desplazamientos es la razón principal de los ahorros realizados.

La sede parlamentaria, en Ottawa. THE CANADIAN PRESS/Sean Kilpatrick
El documento también resalta que la menor cantidad de viajes tiene como beneficio una reducción de los gases de efecto invernadero de cerca de 2972 toneladas de CO2 al año.
Las economías realizadas compensan, según el autor, los mayores costos en materia de equipos e infraestructura en comunicaciones, así como en lo referente a una utilización de número creciente de intérpretes.
Tal como ya ocurre en el mundo del trabajo, la posibilidad de mantener un modelo híbrido para el funcionamiento del Parlamento Canadiense es una opción que algunos expertos consideran plausible y deseable.
De todos modos, varios legisladores dejaron en claro que aún hay ajustes que llevar a cabo en la modalidad, ya que los recursos no han estado disponibles en la misma proporción para todos los integrantes del cuerpo, según reclamos expresados recientemente.
Fuente: The Canadian Press.
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