El ex jefe del Estado Mayor de la Defensa canadiense, Jonathan Vance, enfrenta varias acusaciones de conducta sexual inapropiada, incluida una que implica a su subordinada, la mayor Kellie Brennan. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Justin Tang)

Canadá creará cargo para poner fin al abuso sexual y el racismo en el ejército

El Ministerio de Defensa de Canadá planea crear un nuevo cargo de alto nivel. Se trata del puesto de jefe de conducta y cultura profesional, a fin de poder hacer frente a los abusos sexuales y el racismo en las filas del ejército canadiense.

Un borrador del plan obtenido por el difusor público canadiense CBC News, conocido como directiva inicial, muestra que será un puesto interno dirigido por un teniente general o vicealmirante, con un civil actuando como adjunto.

Una de las principales tareas para ese nuevo cargo será la de reformar la enmarañada y repetitiva estructura de reportes militares sobre los casos de conducta sexual inapropiada.

Ese nuevo puesto es descrito como un primer paso para abordar la crisis del racismo y los abusos sexuales dentro del ejército canadiense. El Ministerio de Defensa parece dejar deliberadamente la puerta abierta a nuevos cambios una vez que se hayan realizado las consultas pertinentes.

Hay un sentimiento de urgencia en la directiva, pero también un reconocimiento de que ese Ministerio del gobierno canadiense debe actuar con cuidado si se quiere restaurar la confianza en el liderazgo militar.

Una mujer habla por un micrófono conectado a unos auriculares.

La comandante Kellie Brennan declaró ante la Comisión Permanente de la Condición de la Mujer que Vance era «intocable» y que el militar investigado por conducta sexual inapropiada era el padre de dos de sus hijos.(Foto : CBC)

La puesta en marcha del cargo de Jefe de Conducta y Cultura Profesional se iniciará lo antes posible, sin precipitarse a buscar soluciones ya que es necesario profundizar los conocimientos sobre este complejo problema, dice una copia sin fecha del plan, que ha pasado por varias revisiones en las últimas semanas.

La versión de esa directiva obtenida por el difusor público CBC no había sido firmada ni por el jefe del Estado Mayor de la Defensa ni por el viceministro de Defensa.

Otra de las tareas del nuevo jefe de conducta y cultura profesional es concluir la Operación Honor y establecer qué se puede aprender de ella más de cinco años después de que fue puesta en marcha para acabar con la violencia sexual y la misoginia en las filas.

La Operación Honor es el nombre de la operación militar lanzada por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa de Canadá el 14 de agosto de 2015 con el objetivo de poner fin a los comportamientos sexuales perjudiciales e inapropiados en el seno las Fuerzas Armadas Canadienses.

Jessica Miller en uniforme.

Jessica Miller dejó las Fuerzas Armadas canadienses en 2018, antes de la condena de su superior, el suboficial mayor Mike Durnford, a quien ella denunció por abuso sexual. (Foto: Jessica Miller / CBC)

Las víctimas piden un organismo independiente para tratar las denuncias

El borrador del plan dice que la persona que asuma ese cargo tendrá que escuchar, aprender [y] estudiar. Y lo que es más importante, el nuevo jefe de conducta profesional tendrá que ser humilde a la hora de tratar con las víctimas y los supervivientes, así como con las recomendaciones de cambio que surjan de una revisión prevista por el gobierno.

Tanto las víctimas de agresiones sexuales, como los expertos en derecho militar y los políticos expresaron un apoyo casi unánime a la idea de crear una organización independiente que se ocupe de las denuncias de abusos sexuales en el ejército, una instancia a la cual las víctimas puedan acudir sin temor a represalias.

Algunas voces han ido más allá, pidiendo la creación del cargo de inspector general independiente encargado de supervisar a los militares, incluso en casos de conducta inapropiada, y que presente sus informes directamente al Parlamento canadiense.

El puesto de jefe de conducta profesional esbozado en el proyecto no alcanza a cumplir esos objetivos, pero el plan se compromete a trabajar con la largamente prometida revisión externa del gobierno liberal y con el actual defensor militar.

La experta en Defensa Stefanie von Hlatky, profesora en la Universidad de Queen’s, en la ciudad de Kingston, Ontario, dijo que el plan sí aborda la necesidad de redefinir la cultura profesional de los militares canadienses para hacerla más acorde con la sociedad y los valores canadienses en general.

Jonathan Vance, vestido con traje militar, escucha una pregunta que le hacen. Detrás de él, el ministro Sajjan mira al mismo interrogador.

El ministro canadiense de Defensa, Harjit Sajjan no quiso confirmar ante una comisión de la Cámara de los Comunes en qué momento tuvo conocimiento de la posible conducta sexual inapropiada de Jonathan Vance. (Foto : La Presse canadienne / Adrian Wyld)

Apenas un primer paso

«Hay que dar más pasos», dijo von Hlatky, incluyendo el establecimiento de un mecanismo de denuncia independiente para las personas víctimas de agresiones sexuales.

«Para ser claros, yo vería esto como un primer paso y no lo consideraría suficiente», dijo von Hlatky tras leer una copia del proyecto de directiva.

Otros, como el experto en derecho militar y coronel retirado Michel Drapeau, se muestran muy escépticos.

Drapeau explicó que el Ministerio de Defensa sería reacio a ceder mucha autoridad sobre la vigilancia de la conducta de los miembros del ejército y no estaría contento con el tipo de supervisión profunda e independiente que aportaría un inspector general.

«Es una especie de comisario cultural», dijo Drapeau. «Ese nuevo jefe actuará como una especie de conciencia para el personal superior del ejército».

Drapeau dijo que con la creación de este nuevo cargo, el Ministerio de Defensa está prácticamente descartando la contratación de un inspector general, algo que él ha venido reclamando durante varios años.

Tras el escándalo de los asesinatos y el encubrimiento de esos crímenes cometidos en Somalia por soldados canadienses en los años 90, el Departamento de Defensa rechazó con éxito los intentos de crear un órgano de supervisión externo. En su lugar, se conformó con la creación de la oficina del defensor, que depende del ministro de Defensa y no del Parlamento.

Un hombre da explicaciones de pie en una oficina con una bandera canadiense como trasfondo.

Michel Drapeau, experto canadiense en derecho militar y coronel retirado. (Foto: Radio-Canada)

No hay un control

Después de leer una copia de la directiva proporcionada por el difusor público canadiense CBC, Drapeau dijo que le preocupaba que ese nuevo jefe tendría que presentar sus informes a través de la cadena militar de mando. Dijo que no está claro qué tipo de autoridad tendría ese nuevo cargo.


Es todo lo contrario a lo que se supone que es un inspector general. Es todo lo opuesto a una supervisión independiente y externa. Aquí no hay un control.

Michel Drapeau, experto canadiense en derecho militar y coronel retirado.


El gobierno liberal ha prometido, pero aún no ha definido, un proceso independiente para denunciar abusos sexuales en el ejército.

Un portavoz del ministro de Defensa, Harjit Sajjan, dijo el 22 de abril que el gobierno sigue muy comprometido con el plan para el establecimiento de un organismo independiente que rinda informes.

«Estamos trabajando para crear unas Fuerzas Armadas Canadienses y un Departamento de Defensa Nacional libres de conductas sexuales inapropiadas», dijo el portavoz Todd Lane, quien añadió que el secretario parlamentario del ministro sigue reuniéndose con los supervivientes y las partes interesadas para ver qué medidas adicionales podemos tomar para prevenir las conductas sexuales inapropiadas y apoyar mejor a quienes la han sufrido, incluyendo la creación de una estructura de información independiente para examinar las denuncias de mala conducta.

Lane dijo que el ministro ha declarado que todas las opciones están sobre la mesa cuando se trata de construir un futuro más seguro para quienes sirven en las Fuerzas Armadas canadienses y para cambiar una cultura de masculinidad tóxica.

El borrador de la directiva dice que el jefe de conducta y cultura profesional deberá desarrollar una capacidad independiente para recibir denuncias y garantizar que el Departamento de Defensa y las Fuerza Armadas de Canadá tome las medidas adecuadas para investigar las acusaciones de mala conducta presentadas contra miembros del ejército, incluidos los altos mandos.

Esto, según Drapeau, causará alarma entre los militares que se sienten preocupados por la independencia de la oficina.

«¿Creerán en esto las tropas? ¿Verán ellas que esta es una iniciativa auténtica, real, genuina y que la cadena de mando se ocupará de [las denuncias de mala conducta]? No lo creo», dijo Drapeau.

La directiva tiene muchos elementos en común con lo que el ejército británico puso en práctica hace casi dos años, cuando luchaba contra diversas formas de mala conducta y abuso dentro de sus filas.

Fuentes: CBC /M. Brewster / RCI / Adaptación RV

Categorías: Política, Sociedad
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