Ramesh Shrestha, supervisor de la empresa de limpieza Ultra Shine en Edmonton, junto al robot de limpieza industrial del Centro Westmount, llamado Bob. (Foto: Madeleine Cummings/CBC)

Los robots fomentan la polarización del empleo

La historia de Ramesh Shrestha y su robot llamado Bob es ilustrativa sobre cómo está evolucionando la relación entre trabajadores y robots en Canadá.

Shrestha trabaja como supervisor en una empresa de limpieza comercial, llamada Ultra Shine, y Bob es su compañero de trabajo limpiando los amplios pasillos en el centro comercial Westmount Centre de la ciudad de Edmonton, en la provincia de Alberta.

Bob gira mecánicamente por los pasillos del sector de comidas del centro comercial y se detiene a veces ante los compradores curiosos mientras lava el piso cada día. A diferencia de los humanos que solían hacer este trabajo, Bob nunca se cansa, no sufre dolores de espalda y tampoco necesita vacaciones.

La buena noticia es que el robot no ha sustituido a ningún empleado de Ultra Shine. De hecho, la empresa ha crecido, y los datos del Departamento de Estadísticas de Canadá muestran que algo similar ha estado ocurriendo por varios años en otras empresas de todo el país.

A los ojos de Shrestha, Bob es una herramienta que ahorra tiempo y ayuda a su equipo de limpieza a ser más productivo ya que le permite asignar a los demás trabajadores a realizar otras tareas.

VIENEN LOS ROBOTS

El aumento del uso de robots no es una experiencia exclusiva de la compañía Ultra Shine. Las cifras de empleo del Departamento de Estadísticas muestran que en el lapso de uno y cinco años desde la adopción de robots en una compañía, las empresas que incorporan las máquinas tienen un 20% más de empleados que antes de la inclusión de los robots.

Jay Dixon, investigador de la agencia federal de estadísticas, explicó que examinó los datos recogidos entre 1996 y 2017 sobre las empresas canadienses que invirtieron en robots.

En su análisis sobre lo que ocurrió con los trabajadores en esas compañías, Dixon afirmó que, en promedio, las empresas que incorporaron robots también incrementaron el número de empleados de carne y hueso.

Algunos economistas también proyectaron que la pandemia acelerará un cambio hacia una mayor automatización en las empresas.

Los robots hacen redundantes a los mandos medios en las empresas. FOTO: GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / XIJIAN

Los robots hacen redundantes a los mandos medios en las empresas. (Foto: iStock / Getty Images / xijian)

Según Dixon, un mayor número de robots podría aumentar la productividad de las empresas canadienses. Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos, especialmente para aquellos trabajadores que verán con mayor probabilidad cómo sus habilidades laborales acaban siendo obsoletas.

MÁS PUESTOS DE TRABAJO, MENOS CUADROS INTERMEDIOS

La investigación de Dixon demostró que aunque las empresas canadienses tienden a contratar a más personas después de invertir en robots, la distribución de los puestos de trabajo cambia, ya que las empresas contrataron a más trabajadores tanto especializados como poco cualificados.

A quienes no les fue bien fue a los trabajadores medianamente calificados y a los cuadros medios y supervisores, un fenómeno que los economistas denominan como la polarización del empleo.

A medida que las empresas se vuelven más productivas y se expanden, probablemente necesitarán más trabajadores para supervisar a los nuevos robots, así como más trabajadores que se encarguen de tareas que están más allá de las capacidades de los robots, como las funciones de mercadeo o de atención al cliente. Esto se traduce en que habrá una menor demanda de directivos entre esas funciones.

La reconversión de esos trabajadores a mitad de carrera, que han echado raíces en sus comunidades, es un reto complejo para gobiernos, empresas y escuelas. En el estudio de Dixon, las empresas que adoptaron robots vieron en ocasiones cómo el número de jefes intermedios disminuía un 50% en cinco años.

Viet Vu, economista del Instituto Brookfield de Innovación y Emprendimiento de la Universidad Ryerson en Toronto, afirma que los enfoques de recualificación deben estar vinculados a las escuelas locales y a las agencias de desarrollo económico.

El papel del gobierno, dijo, debería ser invertir estratégicamente para llegar a las empresas fuera de los centros establecidos, como Toronto y Vancouver.

LAS POLÍTICAS PUEDEN REDUCIR EL EMPUJE PARA INNOVAR

Joel Blit, profesor de economía de la Universidad de Waterloo, considera que la pandemia es una oportunidad para que las empresas canadienses inviertan en nuevas tecnologías y sean más productivas.

Según Blit, las empresas pueden estar ahora más motivadas a automatizar sus procesos de producción para reducir la interacción con los trabajadores y evitar la propagación del Covid-19. Su investigación muestra que las recientes recesiones económicas han provocado la pérdida de más puestos de trabajorutinariosen Canadá, y que estos empleos no regresan después de la recesión.

El economista dijo que es posible que una mayor automatización no llegue a producirse en Canadá.

«Para ser franco, no estoy seguro de que Canadá cuente con las políticas adecuadas», dijo Blit.

El subsidio salarial federal, dijo, ha hecho que los costos de la mano de obra sean bajos en Canadá, y esto acaba desincentivando a las empresas a invertir en robots que sustituyan a los trabajadores o en inteligencia artificial.

Según el profesor de economía de la Universidad de Waterloo, los gobiernos deberían animar a las empresas a invertir en nuevas tecnologías y ponerlas en contacto con expertos que sepan cómo utilizarlas.

Viet Vu, de la Universidad de Ryerson, dijo que esa preocupación es válida, pero que la pandemia es una emergencia, a diferencia de recesiones anteriores.


Dado que todavía estamos en medio de la pandemia, el beneficio de proporcionar esa estabilidad de ingresos tanto a las empresas como a los trabajadores probablemente supere el costo de retrasar este tipo de inversiones tecnológicas.

Viet Vu, economista, Universidad Ryerson, Toronto.


El reciente presupuesto del gobierno federal calificó a la inteligencia artificial comouna de las mayores transformaciones tecnológicas de nuestra eray propuso invertir cerca de 444 millones de dólares en diez años en una estrategia nacional de inteligencia artificial.

LOS ROBOTS GANAN TERRENO EN ALBERTA

Independientemente de la rapidez con que se produzcan estos cambios, ya está ocurriendo un giro hacia la automatización en Alberta, una provincia que no es conocida por su industria robótica.

En Leduc, una pequeña ciudad de unos 30.000 habitantes al sur de Edmonton, las empresas Confined Space Robotics y Spence Corrosion utilizan robots para mejorar el arenado y el revestimiento de tanques y recipientes.

El pulido con arena en espacios confinados puede ser un trabajo difícil y peligroso para los humanos debido al polvo, la oscuridad y la falta de oxígeno.

Tony Faulkner, supervisor de obra en la compañía Spence Corrosion desde hace una década, dijo que al principio no creía que los robots eran capaces de sustituir a los trabajadores, pero la experiencia le mostró que eran más una ayuda que una amenaza.

«Todavía se necesita gente para vigilar el equipo y sobre todo para vigilar al propio robot», dijo Faulkner.

Un prototipo mecanizado en una fábrica.

Prototipo de robot lleva a cabo pruebas de soldadura en una planta de producción industrial en Canadá. (Foto: Catherine Paradis / Radio-Canada)

El presidente de la empresa, Norman Spence, dijo que la incorporación de los robots a las tareas de la empresa le ha permitido contratar a más personas. También destacó que empresas como la suya necesitan ingenieros que puedan aprender nuevas herramientas y aplicar lo que han aprendido sobre robótica en la escuela a problemas prácticos.

«Hay una gran oportunidad para que la provincia participe y trate de impulsar este tipo de tecnología así como una base de empleados que se ocupen de la variedad de tecnologías», dijo Spence.

En el Instituto de Tecnología del Norte de Alberta, en Edmonton, los estudiantes de tecnología de ingeniería mecánica deben ahora tomar un curso de robótica para poder graduarse.

El presidente académico del programa, Alex Shum, dijo que la escuela está respondiendo a la creciente demanda de la industria.

En las últimas semanas, las empresas le han enviado información sobre puestos de trabajo, solicitando candidaturas de recién graduados con experiencia en robótica.


«Antes no lo pedían. Ahora es casi como que casi todo el mundo está buscando esto en Alberta».

Alex Shum, Instituto de Tecnología del Norte de Alberta.


Fuentes: CBC / M. Cummings / RCI / Adaptación RV

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