Desde el inicio de la pandemia, un investigador canadiense se interesa a la creatividad en tiempos de COVID y sus resultados van de sorprendentes a grandiosos.
Los estudios científicos de Louis Brouillette, profesor de musicología en la Universidad de Sherbrooke, se concentran principalmente en esta pandemia. Sin embargo, en el marco de un artículo escrito para la revista The Conversation, el investigador decidió ampliar sus horizontes y hablar de otras pandemias y enfermedades que han inspirado a músicos y compositores a través del tiempo.
El cólera
Brouillette expone el caso de la compositora Fanny Mendelssohn quien vivió en Berlín en plena época de pandemia de cólera a mediados del siglo XIX. Cuando Fanny tenía 26 años, la capital alemana fue víctima de los estragos de esa enfermedad y según un recuento oficial, entre septiembre de 1831 y febrero de 1832 murieron en Berlín 1.426 personas de una población de 247.500, nos cuenta por su parte la investigadora, Regine Angela Thompson.
La vida adulta de Fanny Mendelssohn, marcada por el cólera, toma vida en su Cantata del Cólera (Choleramusik). Al fin de la epidemia de cólera en Berlín en 1831, la joven compuso la cantata religiosa Cholera.
En este extracto de video, los últimos cinco minutos de la cantata de la joven compositora alemana.
La tuberculosis
El tema de la tuberculosis se evoca en dos de las óperas más populares: La Traviata de Giuseppe Verdi y La Bohème de Giacomo Puccini, explica el musicólogo canadiense.
Antes del descubrimiento del bacilo de Koch en 1882, la mayoría de la gente creía que la tuberculosis era hereditaria y no contagiosa. Así, ni el libreto de La Traviata ni el de La bohème mencionan ninguna medida de desinfección, distanciamiento o aislamiento del paciente.Louis Brouillette
En este extracto, la soprano Lucia Cesaroni de la Pacific Opera Victoria de Columbia Británica interpreta el personaje de Violetta Valéry en La Traviata de Verdi.
Síntomas inspiradores
Según el musicólogo de la Universidad Sherbrooke, los síntomas graves sufridos por algunos músicos enfermos durante una epidemia o pandemia también han sido fuentes de inspiración, y en ocasiones han provocado la aparición o la interrupción de una carrera en composición.
En cambio, los síntomas de sífilis invasiva de Gaetano Donizetti le impidieron aceptar lucrativos contratos de ópera y fueron la causa de su muerte. Algunos síntomas afectaron a algunas de sus composiciones. Los síntomas de acúfenos causados por la sífilis, por ejemplo, fueron musicalizados por Smetana antes de sucumbir a la enfermedad ocho años después.Louis Brouillette
El investigador canadiense explica también de la última composición para piano del compositor alemán Robert Schumann parece también haber sido inspirada en una alucinación sonora provocada por su sífilis.
La música como arma contra la enfermedad
Otras dos óperas que recuerdan grandes epidemias con un matiz sobrenatural son Lanzelot del alemán Paul Dessau y Angels in America de Peter Eötvös.
En la de Desseau «el cólera es eliminado gracias a un «dragón cuyo fuego puede hervir el agua, pero que, a cambio, pide que se sacrifique a una joven cada año», cuenta Brouillette.
Para el profesor de musicología en la Universidad de Sherbrooke Louis Brouillette, estos compositores y sus obras muestran hasta qué punto los contextos en los que vivimos y las épocas por las que pasamos suelen ser determinantes en nuestros oficios. En el caso de la composición musical, parece haber sido además una inspiración creativa.
Paloma Martínez, para RCI, con informaciones de The Conversation y de Women’s Philharmonic Advocacy.
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