El gobierno de Canadá solicitó a una corte estadounidense que impida al estado de Michigan cerrar un oleoducto que suministra combustible a gran parte de las provincias de Ontario y Quebec.
En los documentos legales presentados el 11 de mayo, Ottawa se puso del lado de la petrolera Enbridge, con sede en Calgary, en su disputa contra el intento de la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, de cerrar el oleoducto de la Línea 5 del gigante energético canadiense.
Los abogados del gobierno de Canadá argumentaron en un documento amicus curiae que el cierre de las válvulas causaría un daño significativo a la economía y la seguridad energética de Canadá, y amenazaría la relación bilateral entre las dos naciones.
El cierre propuesto causaría un trastorno masivo y potencialmente permanente a la economía y la seguridad energética de Canadá, dice el documento.
Además, esa acción unilateral por parte de un solo estado perjudicaría importantes intereses de la política exterior de Estados Unidos y Canadá, al plantear dudas sobre la capacidad del gobierno de Estados Unidos para asumir y mantener compromisos sin ser socavado por un estado individual.
La presentación del gobierno canadiense ante la corte estadounidense representa la primera incursión de Ottawa en la disputa legal que ya lleva meses entre la compañía petrolera y el estado de Michigan, y llega un día antes de que se cumpla el plazo impuesto por Whitmer.

Un afiche de advertencia indica que un oleoducto pasa por debajo el agua. (Foto: Radio-Canada / Marc Godbout)
Preocupación por el medio ambiente
La Línea 5, que atraviesa Michigan desde la pequeña ciudad llamada Superior, en Wisconsin, hasta Sarnia, en Ontario, cruza los Grandes Lagos por debajo del estrecho de Mackinac, que une el lago Michigan con el lago Hurón. Esta es un área medioambientalmente frágil.
El oleoducto transporta 540.000 barriles de crudo canadiense y otros productos petroleros desde el oeste hacia el este de Canadá y suministra aproximadamente la mitad del combustible de Ontario y Quebec, que incluye desde el combustible para los aviones en el aeropuerto Pearson de Toronto hasta el gas para la calefacción a domicilio.
Por motivos de protección del medioambiente, la gobernadora Whitmer revocó en noviembre la servidumbre establecida en 1953 para el oleoducto y le dio a la empresa un plazo hasta el 12 de mayo para cerrarlo. Whitmer calificó el oleoducto de la Línea 5 como una bomba de tiempo que podría provocar un catastrófico derrame de petróleo.
La medida de cerrar el oleoducto de la Línea 5 ha sido aplaudida por distintas organizaciones que temen el riesgo que representa un derrame en los Grandes Lagos, entre ellos varios grupos indígenas y el Partido Verde de la líder Annamie Paul.
«Resulta molesto ver que el gobierno de Canadá escoge los tratados que va a respetar en función de la conveniencia y los beneficios, en lugar de hacerlo de buena fe por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los habitantes de estas tierras», declaró la semana pasada el gran jefe del Consejo de la Nación Anishinabek, Glen Hare.
«El gobierno de Canadá no defiende los tratados celebrados con las Primeras Naciones, pero sí el tratado de 1977 para los oleoductos».
Glen Hare, gran jefe del Consejo de la Nación Anishinabek.

El gran jefe de la Primera Nación Anishinabek, Glen Hare. (Foto: Radio-Canada / Nation Anishinabek)
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Pese a una serie de derrames en otros sectores de sus oleoductos, la petrolera Enbridge insiste en que el oleoducto de la Línea 5 es seguro y ya ha recibido la aprobación del estado para cavar un túnel por debajo del estrecho que serviría para colocar tuberías gemelas de la línea, protegiéndolas del impacto de las anclas, a un costo de unos 500 millones de dólares
Enbridge llevó al estado de Michigan a los tribunales federales en Estados Unidos. El mes pasado ambas partes fueron conminadas a buscar una solución a través de la mediación. Las dos partes tienen previsto reunirse de nuevo el 18 de mayo.
«Agradecemos enormemente el apoyo del Gobierno de Canadá. Esto subraya que se trata de algo más que una cuestión de Michigan. También es un asunto crítico a nivel federal e internacional», dijo Enbridge en un comunicado.
El 11 de mayo la gobernadora Whitmer declaró que iría tras los beneficios de Enbridge por el oleoducto si la empresa desafía su orden de cierre. La gobernadora demócrata hizo la advertencia en una carta a Enbridge, que ha dicho que planea desafiar la demanda de Michigan.

La gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, advirtió a la petrolera canadiense Enbridge que habrá consecuencias si no cierra el oleoducto de la Línea 5. (Foto: Associated Press)
«Si el Estado prevalece en el litigio subyacente, Enbridge se enfrentará a la perspectiva de tener que restituir al Estado todos los beneficios que obtenga de su uso ilícito de los terrenos de servidumbre después de esa fecha», dijo Whitmer.
Enbridge argumenta que el estado de Michigan no tiene autoridad para ordenar el cierre porque es la Administración Federal de Seguridad de Oleoductos y Materiales Peligrosos la entidad que supervisa los oleoductos interestatales.
«No dejaremos de operar el oleoducto a menos que nos lo ordene un tribunal o nuestro ente regulador, lo que consideramos muy poco probable», dijo el portavoz de la Enbridge, Ryan Duffy. La Línea 5 está operando de forma segura, fiable y cumple con la ley.
El ministro canadiense de Recursos Naturales, Seamus O’Regan, dijo que la Línea 5 es una pieza vital para la infraestructura energética de Canadá y que ha funcionado con seguridad durante 68 años.
«Sigue siendo la forma más segura y eficaz de transportar el combustible a las refinerías y los mercados y es una fuente fiable de energía para Michigan, Ohio, Pennsylvania, Ontario y Quebec», dijo O’Regan.
A falta de una solución mediada, Canadá ha pedido a la justicia estadounidense que impida que la orden de cierre unilateral de Michigan se lleve a cabo mientras continúan las conversaciones entre Canadá y Estados Unidos.
Los documentos legales citan un tratado de 1977 entre Canadá y Estados Unidos sobre oleoductos que garantiza el flujo ininterrumpido de petróleo y gas a través de la frontera.
El primer ministro Justin Trudeau dijo el 11 de mayo que Canadá quiere que continúe adelante el proceso de mediación entre el estado de Michigan y la petrolera Enbridge.
«Seguiremos interviniendo a través de nuestra embajada en Washington y con nuestros socios porque sabemos que la cooperación energética y la asociación entre Canadá y Estados Unidos es buena para los ciudadanos de ambos lados de nuestra frontera».
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
El líder conservador Erin O’Toole cuestionó el 10 de mayo por qué el gobierno federal ha tardado tanto en actuar.
Trudeau respondió que la embajadora de Canadá en Estados Unidos, Kristen Hillman, y otros funcionarios seguirán dialogando con sus homólogos estadounidenses.
El ministro O’Regan dijo que el gobierno esperó antes de presentar su solicitud legal para ver si las partes podían llegar a una solución negociada y para asegurarse de que el gobierno tenía la información más actualizada.
El conflicto de la Línea 5 es la segunda vez que un oleoducto se convierte en un punto de tensión en las relaciones entre Canadá y Estados Unidos desde que Biden asumió el cargo. Biden canceló el proyecto del oleoducto Keystone XL en su primer día como presidente.
Seamus O’Regan, ministro canadiense de Recursos Naturales, expresó su apoyo a la petrolera Enbridge. (Foto: Radio-Canada / Patrick Butler)
Importante fuente de combustible
El cierre de ese oleoducto supondría el corte de una importante fuente de combustible para Ontario y Quebec.
Enbridge advirtió que el cierre del oleoducto interrumpiría el suministro a unas diez refinerías de la región y provocaría un aumento de los precios de la energía y los combustibles.
«Los camiones y trenes que se tendrán que añadir a las carreteras y vías férreas para intentar compensar la diferencia aumentará la congestión, al tiempo que aumentarán los riesgos de seguridad y las emisiones», dijo la empresa en un comunicado publicado el 10 de mayo.
La ministra de Energía de Saskatchewan, Bronwyn Eyre, cuya provincia depende de ese oleoducto para aproximadamente el 70% de sus exportaciones de petróleo, dijo que la Línea 5 es un símbolo tangible de una relación tradicionalmente fuerte entre Canadá y Estados Unidos y es fundamental para la seguridad energética de Norteamérica.
La ministra de Energía de la provincia de Alberta, Sonya Savage, dijo que el cierre de un oleoducto seguro sentará un mal precedente para futuros proyectos energéticos.
Fuente: CBC / RCI / Adaptación RV
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