En Estados Unidos, el candidato demócrata Joe Biden anunció este lunes que cancelará el permiso para la construcción del oleoducto Keystone XL si es elegido presidente. Este anuncio significa un golpe mortal para el controvertido proyecto petrolero que busca exportar petróleo canadiense de las arenas bituminosas de Alberta.
La enfática declaración de la campaña de Biden, de anular el permiso otorgado por el presidente Donald Trump, reconocido como un tozudo defensor de los combustibles fósiles, puso fin a meses de ambigüedad, ya que Biden no se había unido a otros candidatos demócratas en la promesa de revocar ese permiso.
Para los empresarios petroleros en Canadá ese oleoducto Keystone XL es vital para expandir las limitadas vías de exportación del petróleo de las arenas bituminosas de Alberta, ya que les permitiría exportar alrededor de una quinta parte de todo el petróleo que Canadá envía diariamente a Estados Unidos.
Stef Feldman, director de políticas de la campaña de Biden dijo el lunes que la cancelación de Keystone XL era la decisión correcta en 2015, cuando Biden, entonces vicepresidente de Estados Unidos, estuvo presente en la Casa Blanca cuando el presidente en ese entonces, Barack Obama, canceló el permiso que autorizaba ese proyecto.
«Sigue siendo la decisión correcta ahora. De hecho, es aún más importante hoy en día», dijo Feldman, añadiendo que Biden se opuso firmemente al oleoducto Keystone XL junto al presidente Obama y el Secretario de Estado, John Kerry, en 2015. Biden «se pondrá de pie con orgullo en la Sala Roosevelt [de la Casa Blanca] como nuevo presidente y anulará para siempre el permiso del oleoducto Keystone XL», añadió el director de políticas de la campaña del candidato demócrata.
La perspectiva del Gobierno canadiense es distinta. Un portavoz de la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que el gobierno canadiense apoya Keystone XL, señalando que «es un buen proyecto que creará puestos de trabajo para los canadienses y encaja en nuestro plan climático», un argumento que muchos organismos de defensa del medioambiente rechazan.
En los últimos diez años, una serie de desafíos, juicios y protestas estancaron el proyecto en repetidas ocasiones. Para las organizaciones ecologistas frenar el proyecto Keystone XL como una forma de contener las emisiones contaminantes de arenas bituminosas canadienses, presionando con éxito al gobierno de Obama para que lo rechace.
- El oleoducto Keystone XL, aunque aprobado, enfrenta nuevos obstáculos
- Coalición de indígenas firma declaración contra el oleoducto Keystone XL
- TransCanada presenta nueva solicitud para su proyecto de oleoducto Keystone XL
- Trump aprueba construcción de oleoductos Keystone y Dakota Access
- El presidente Obama dijo no al oleoducto Keystone XL
El gobierno de la provincia de Alberta, encabezado por el conservador Jason Kenney, quien defiende pugnazmente la industria de los combustibles fósiles en esa provincia, ha invertido 1.500 millones de dólares de los contribuyentes en ese oleoducto Keystone XL, que ahora corre el riesgo de ser definitivamente cancelado.
«La provincia de Alberta es ahora propietaria de este oleoducto», dijo Dennis McConaghy, ex vicepresidente de la empresa constructora Keystone XL, ahora conocida como TC Energy, al referirse a la inversión minoritaria del gobierno de Alberta en el proyecto, anunciada en marzo.
Tras indicar que todos los albertenses tienen una participación financiera en este polémico proyecto, McConaghy advirtió que habrá batallas jurídicas si Biden trata de poner fin a ese proyecto de oleoducto y advirtió que el conflicto podría durar mucho más allá de las próximas elecciones en Estados Unidos.
McConaghy describió la elección de Biden un riesgo de última etapa para la finalización del proyecto; la construcción acaba de comenzar, un trabajo que durará entre dos a tres años, en medio de más de una década de batallas legales y políticas que se repite una y otra vez.
Una posible razón detrás del anuncio es que Biden está buscando consolidar el apoyo de los progresistas escépticos a medida que se acercan las elecciones generales, en las que se enfrentará al republicano Donald Trump.
Los demócratas han creado grupos de trabajo para construir la plataforma del partido que defenderán en la campaña. En estos grupos participan partidarios del progresista senador Bernie Sanders. El grupo que prepara las posiciones demócratas sobre el cambio climático incluye a Alexandria Ocasio-Cortez, la legisladora que ha impulsado vigorosamente el llamado Green New Deal, o Nuevo Trato Verde y ha denunciado intensamente el proyecto del oleoducto Keystone XL.
Biden también ha prometido volver al seno del acuerdo climático de París en su primer día en la presidencia y ahora podría destacar su rechazo al oleoducto en el contexto de ese debate.
Por su parte, los canadienses rechazan mayoritariamente al presidente Donald Trump, prefiriendo más bien apoyar a Joe Biden, dice el encuestador de opinión David Coletto de la firma Abacus Data, señalando que no considera que el tema del oleoducto modifique la opinión de los canadienses en las elecciones que se avecinan.
Una encuesta en línea en la que participaron 1.727 canadienses, realizada del 14 al 17 de mayo, mostró que un 78 por ciento de los canadienses apoyan a Biden y que Trump recibe el apoyo del 22 por ciento de los consultados.
En cuanto al oleoducto Keystone XL, su última encuesta sobre el tema hecha hace tres años mostró que sólo un 33% de los 2.036 encuestados aprobaba ese oleoducto. Mientras que el 50 % de los canadienses lo rechazaba o quería la imposición de condiciones adecuadas a su construcción.
Fuentes: CBC / A. Panetta / K. Simpson / Canadian Press / RCI
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.