Trabajadores del Amazon protestan en Nueva York frente a la residencia de Jeff Bezos en Manhattan el 2 de diciembre de 2020. (Foto: Kena Betancur / AFP vía Getty Images)

Legisladores de 34 países, incluyendo Canadá, apoyan campaña «Que Amazon pague»

La campaña «Que Amazon pague» fue lanzada el 27 de noviembre, fecha del Viernes Negro, por una coalición de más de 50 organizaciones, con demandas que incluyen mejoras en las condiciones de trabajo y total transparencia fiscal.

Entre los firmantes de la carta se encuentran las diputadas canadienses Niki Ashton, Jenica Atwin, Elizabeth May y Paul Manly, así como las congresistas estadounidenses Ilhan Omar y Rashida Tlaib, el ex líder del Partido Laborista del Reino Unido Jeremy Corbyn y la vicepresidenta del Parlamento Europeo Heidi Hautala, co-convocantes de la Internacional Progresista y UNI Global Union.

Los firmantes de la carta enviada al multimillonario dueño de Amazon, Jeff Bezos dicen que: “Nosotros, 401 parlamentarios y funcionarios públicos de 34 países en 6 continentes, les informamos que los días de impunidad de Amazon han terminado”.

La líder parlamentaria del Partido Verde de Canadá, Elizabeth May es una de las parlamentarias canadienses que firmó la carta enviada al dueño de Amazon. (Foto: Canadian Press /Chris Wattie)

Los legisladores le pidieron al empresario que “actúe con decisión para cambiar sus políticas y prioridades a fin de hacer lo correcto para sus trabajadores, sus comunidades y nuestro planeta”.

La multinacional Amazon, la mayor compañía vendedora al detalle en el mundo, ha sido objeto de críticas por sus prácticas de pagar lo menos posible en impuestos, incluso en el Reino Unido y la UE. Amazon se defiende sosteniendo que sus beneficios siguen siendo bajos dado que la venta al por menor es un negocio altamente competitivo, de bajo margen y que invierte mucho.

Según Progressive International «un conjunto cada vez mayor de pruebas detalla el terrible abuso que los trabajadores de Amazon han sufrido durante mucho tiempo, alcanzando niveles degradantes al obligarles a orinar en botellas para cumplir los objetivos que se les imponen, y también niveles letales ya que los servicios de emergencia son llamados a los almacenes de Amazon casi a diario para atender a trabajadores, a veces fatalmente agotados».

Debido a estas condiciones laborales, «es comprensible que los trabajadores hayan comparado su situación en el imperio transnacional de  Bezos con la de los robots, en el mejor de los casos, y la de los esclavos modernos, en el peor», señaló Progressive International.

Jeff Bezos, dueño y fundador de Amazon. El empresario es uno de los hombres más ricos del mundo. (Foto: CBC)

Amazon declaró este jueves que aunque aceptaba el escrutinio de parte los parlamentarios, muchos de los temas planteados en la carta se basan en “afirmaciones engañosas”.

«Amazon tiene un sólido historial de apoyo a nuestros empleados, nuestros clientes y nuestras comunidades, incluyendo la provisión de condiciones de trabajo seguras, salarios competitivos y grandes beneficios», dijo Amazon, añadiendo que estaba «pagando miles de millones de dólares en impuestos a nivel mundial».

Amazon creció rápidamente durante la pandemia, con un aumento de sus ventas debido a las restricciones impuestas para prevenir la propagación del coronavirus. La pandemia obligó a los comercios físicos a cerrar sus puertas, lo que hizo que los consumidores migren hacia los comercios en línea.

Los gobiernos de todo el mundo están considerando la aplicación de reglas más estrictas para calmar las preocupaciones sobre la eliminación de la competencia por parte de las grandes empresas como Amazon.

Interior de un centro de preparación de envío de mercancía a domicilio de Amazon. (Foto: The Associated Press)

El Centro Canadiense de Políticas Alternativas señala que el ascenso de Amazon, que pasó de ser un librería en línea a un gigante trillonario de logística global, internet, comercialización y entretenimiento fue rápido y feroz. Detrás de las entregas en el mismo día y de la producción de series de televisión que marcan tendencia hay una empresa, Amazon, comprometida con llevar a cabo la destrucción despiadada de la actividad económica productiva y la degradación de los trabajadores.

El pasado mes de noviembre, la Unión Europea acusó a Amazon de perjudicar a la competencia minorista, alegando que utilizó su tamaño, su poder y sus datos para obtener una ventaja injusta sobre los comerciantes más pequeños que venden en su plataforma en línea.

Amazon rechazó esas afirmaciones de la UE, diciendo que representaba menos del 1% del mercado minorista mundial y que había minoristas más grandes en todos los países en los que operaba.

Fuentes: Reuters / CBC / Canadian Press / RCI

Categorías: Economía, Política, Sociedad
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