El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, planea cancelar el permiso para la construcción del proyecto de oleoducto Keystone XL de 9.000 millones de dólares como uno de sus primeros actos en el cargo, según una fuente.
El presidente Donald Trump, un acérrimo defensor de los combustibles fósiles, había hecho de la construcción del oleoducto una promesa central de su campaña presidencial.
Biden, que será investido el miércoles, era vicepresidente de la administración de Barack Obama cuando el gobierno estadounidense rechazó el proyecto por considerarlo negativo para sus esfuerzos en la lucha contra el recalentamiento del planeta.
La frase «Rescindir el permiso del oleoducto Keystone XL» aparece en una lista de acciones ejecutivas aparentemente programadas para ser implementadas desde el primer día de la presidencia de Biden, según un informe del difusor público canadiense, CBC.

El presidente electo, el demócrata Joe Biden, junto a la vicepresidenta electa Kamala Harris. Apenas instalado en el poder, Biden anunciará el retorno de Estados Unidos al Acuerdo de París para luchar contra el recalentamiento global, así como la anulación del proyecto petrolero Keystone XL. (Foto: Drew Angerer/Getty Images)
Durante su campaña, el candidato demócrata Joe Biden había prometido que, si llegaba a la presidencia, cancelaría el permiso para la construcción de ese oleoducto otorgado por el republicano Donald Trump.
Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Estados Unidos, dijo que continuaría promoviendo ese proyecto petrolero que, según ella, encajaba con los planes ambientales de ambos países. «No hay mejor socio para Estados Unidos en materia de acción climática que Canadá mientras trabajamos juntos para una transición verde», dijo la embajadora en un comunicado.
El proyecto, que transportaría petróleo de la provincia canadiense de Alberta al estado de Nebraska, se ha visto frenado por demandas legales presentadas en Estados Unidos.
El oleoducto Keystone XL también fue denunciado por organizaciones de protección medioambiental que quieren frenar la expansión de las arenas bituminosas en Canadá, oponiéndose a la construcción de nuevos oleoductos para trasladar petróleo crudo a las refinerías.
El primer ministro de la provincia de Alberta, el conservador Jason Kenney, publicó en la red social Twitter que esa cancelación eliminaría puestos de trabajo, debilitaría las relaciones entre Canadá y Estados Unidos y socavaría la seguridad nacional estadounidense al hacer a ese país más dependientes de las importaciones de petróleo de los miembros de la OPEP.

Jason Kenney, primer ministro de Alberta. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Jason Franson)
TC Energy Corp., la empresa que opera el oleoducto, hizo saber que el proyecto lograría cero emisiones netas para el 2023, cuando entre en servicio. La empresa también se comprometió a utilizar sólo fuentes de energía renovable para el 2030 en un intento de ganar el apoyo del presidente electo Joe Biden.
La construcción de este oleoducto está muy avanzada en Canadá, con los cruces de frontera internacional ya acabados. En Estados Unidos, TC ha comenzado la construcción de estaciones de bombeo en cada uno de los estados por los que pasará la línea, pero los contratiempos legales le consumieron gran parte de la temporada de construcción de 2020.
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El gobierno de Alberta acordó el año pasado invertir unos 1.500 millones de dólares de los fondos públicos como capital en el proyecto, además de ofrecer miles de millones de dólares más en garantías de préstamo. Como resultado, la parte canadiense del proyecto ha estado en construcción durante varios meses, con el despliegue de unos 1.000 trabajadores en el sudeste de Alberta.
De ser completado, ese oleoducto de 1.897 kilómetros, anunciado por primera vez en 2005, transportaría unos 830.000 barriles de crudo al día desde las arenas bituminosas de Hardisty, en Alberta, hasta Nebraska. Luego se conectaría con el oleoducto original Keystone que va a las refinerías de la Costa del Golfo de los EE.UU.

Remanentes de la producción de petróleo fluyen a un estanque de aguas residuales contaminadas en las operaciones de explotación de las arenas bituminosas de la empresa Suncor, cerca del Fuerte McMurray, Alberta, el 17 de septiembre de 2014. (Foto: REUTERS/Todd Korol)
La extracción de petróleo de las arenas bituminosas es uno de los procedimientos más criticados por los costos medioambientales, debido a que se requieren tres barriles de agua para producir un barril de petróleo, lo que ocasiona inmensos vertederos de aguas residuales altamente contaminadas. Ya en septiembre de 2017, estas lagunas de residuos contenían 1,2 trillones de litros de aguas contaminadas y tenían una extensión de unos 220 kilómetros cuadrados.
El primer ministro de Alberta, Jason Kenney, dijo anteriormente que piensa que su provincia podría tener opciones legales para recuperar el dinero de los contribuyentes gastado en este proyecto en caso de que el proyecto sea cancelado.
El ex presidente demócrata Barack Obama anuló ese proyecto energético fósil en 2015, señalando que Canadá obtendría la mayor parte de los beneficios económicos de un proyecto que acabaría aumentando las emisiones de gases causantes del recalentamiento planetario.
El polémico presidente Trump firmó un permiso presidencial en 2017 que permitió que la construcción de este proyecto continúe. En respuesta, varios grupos ambientalistas iniciaron acciones legales contra el gobierno de Estados Unidos.

Donald Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París para la protección del medioambiente y dio un mayor impulso a la explotación de los combustibles fósiles en su país. (Foto: REUTERS/Kevin Lamarque)
Entre las docenas de órdenes ejecutivas que serán firmadas en los primeros días de mandato del nuevo presidente Joe Biden, está incluida la reincorporación de Estados Unidos al acuerdo climático de París. Esto según el equipo del nuevo mandatario.
En su primera conversación con Joe Biden como presidente electo en noviembre, el primer ministro canadiense Justin Trudeau indicó que quería hablar más sobre algunos posibles irritantes entre los países vecinos.
Entre esos temas potencialmente conflictivos se encontraban el proyecto petrolero Keystone XL y las políticas de “Comprar lo estadounidense” propuestas por Biden.
El líder federal de los conservadores, Erin O’Toole, pidió a Trudeau que se pusiera en contacto con la administración entrante de EE.UU. para asegurarse que el proyecto de oleoducto Keystone avance. «Keystone XL es un proyecto de importancia nacional que apoya a innumerables trabajadores de ambos lados de la frontera», dijo en una declaración enviada por correo electrónico.
Por su parte, la líder del Partido Verde federal, Annamie Paul, recibió con satisfacción la noticia de la anulación del permiso al proyecto petrolero, calificando las posibles acciones de Biden como un «contraste en el liderazgo» ante los nuevos proyectos de perforación en alta mar aprobados recientemente por el ministro de Medioambiente de Canadá, Jonathan Wilkinson.
Fuentes: Reuters / CBC / K. Bakx / Calgary Herald / Canadian Press / RCI
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