Al ir de compras, los canadienses pueden poner un freno al trabajo infantil. Según un nuevo estudio reveló que en la última década, 10% de todos los alimentos que entraron a Canadá desde el extranjero tiene pruebas documentadas de trabajo infantil y de abuso a menores.
Esta cifra representa un aumento del 63% en las importaciones canadienses y 3.700 millones de dólares en 2019, informó Vision Mondiale / World Vision.
La organización llegó a estas conclusiones durante la realización del estudio titulado Goods at Risk, que también confirmó que el problema del uso de menores en la producción de alimentos consumidos por los canadienses se ha agravado durante la pandemia del COVID-19, que ya ha ocasionado que unos 8 millones de niños estén obligados a ponerse a trabajar para compensar la disminución de los ingresos en los hogares más pobres del mundo.
Para World Vision, la buena noticia de este informe es que los canadienses podrían ayudar a detener el flagelo del trabajo infantil y forzado cada vez que van a hacer sus compras evitando ciertos productos y pidiendo a sus representantes políticos que tomen medidas al respecto.
Los canadienses tienen el poder de exigir el fin del sufrimiento que hay detrás de nuestros alimentos apoyando a los minoristas que deciden ser más transparentes sobre lo que hacen para eliminar la explotación en sus cadenas de suministro y garantizar que haya más productos alimentarios éticos certificados en sus estantes. »Julie Francoeur, Directora Ejecutiva de Fairtrade Canada, una organización de comercio justo

Los 10 principales países de donde provienen las importaciones de riesgo hacia Canadá en 2019. (Imagen: World Vision)
México, socio de Canadá en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte desde 1994, representa el mayor valor de las importaciones en riesgo para Canadá: 965 millones de dólares en 2019. Pero varios otros países del mundo son la fuente de productos básicos que pueden haber sido producidos por niños. (Imagen: World Vision)
Esto compromete la salud, la seguridad y la educación de los niños. Y el COVID-19 sólo empeora el problema. Es hora de que Canadá deje de arrastrar los pies e introduzca una legislación que obligue a las empresas a tomar medidas contra el trabajo infantil y otras violaciones de los derechos humanos en sus cadenas de suministro.
Entre las importaciones destacan los nueces de la India (188%), las chiles y pimientos (173%) y el aceite de palma (98%).
RCI con información de World Vision Canada.
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