En colaboración con la Universidad de Western y el Centro de Recursos del Barrio del Sur de London (South London Neighbourhood Resource Centre), los investigadores Jason Brown, Charlotte Carrier, Mohamed Al-Adeimi y Rajaa Al-Abed estudiaron las barreras y los factores que facilitan o hacen más difícil el acceso a los servicios de salud mental.
Un total de 37 personas participaron en el estudio, jóvenes inmigrantes de entre 16 y 22 años y proveedores de servicios de seis organizaciones locales de salud o de salud mental.
A cada uno de los jóvenes se le hicieron las mismas preguntas:
- ¿Cuáles son los principales factores de estrés mental a los que te enfrentas?
- ¿Con qué apoyos de salud mental cuentas?
- ¿Existe algo que te impide hablar con alguien sobre tu estrés y tu salud mental?
- ¿Qué elementos harían más fácil hablar con alguien sobre tu salud mental?
Entre las principales conclusiones de los investigadores está el hecho de que los jóvenes inmigrantes tienen menos probabilidades de acceder a los servicios de salud mental que sus homólogos nacidos en Canadá, y que sus necesidades de salud mental se ven complicadas por el estrés y los factores de riesgo previos a la inmigración y posteriores a ella.
OTROS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Los jóvenes inmigrantes consideran que los servicios de asentamiento e integración en las escuelas fueron muy útiles y que el personal fue su principal fuente de información y asesoramiento;
Los jóvenes dijeron que un facilitador de servicios que sea también un modelo les haría sentirse más cómodos al revelar sus propios problemas.
Los proveedores de servicios identificaron el riesgo de error y de sobrediagnóstico con las suposiciones sobre la presencia, la naturaleza y el alcance de las experiencias traumáticas de los jóvenes inmigrantes.
Los proveedores de servicios en este estudio también identificaron a los trabajadores de los asentamientos como recursos clave para los jóvenes en las escuelas y la comunidad para apoyar la salud mental de los jóvenes;
Los mismos participantes identificaron el reto de las diferencias culturales y de origen de los jóvenes inmigrantes así como los temas que siguen dividiendo y provocando tensiones durante el asentamiento;
Los proveedores de servicios consideraron que las estructuras familiares tradicionales, con la claridad y la jerarquía de roles que pueden proporcionar, son protectoras para los jóvenes.
LA SALUD MENTAL DE TODOS LOS INMIGRANTES EN CANADÁ
Otro estudio, realizado para la agencia Estadísticas Canadá, reveló que en general, los inmigrantes están más sanos a su llegada que la población nacida en Canadá. Este fenómeno se denomina efecto de selección de inmigrantes sanos.
Sin embargo, la ventaja inicial en cuanto a la salud parece desaparecer con el tiempo, en parte debido al estrés y a otros problemas de integración migratoria.
Los investigadores Edward Ng y Haozhen Zhang de este estudio titulado Salud mental de los inmigrantes y refugiados (Mental Health of Immigrants and Refugees) creen que con el creciente número de inmigrantes en Canadá, es importante vigilar su salud, incluida su salud mental.
Al mismo tiempo, es importante señalar que un estudio anterior sobre la salud mental de los inmigrantes en Canadá, en el que se analizó una pequeña muestra de inmigrantes recientes y refugiados procedentes de diversas partes del mundo devastadas por la guerra, concluyó que al llegar al país, estos nuevos canadienses se encontraban en desventaja en cuanto a salud mental con respecto al resto de la población.
Por otro lado, estudios recientes basados en encuestas representativas a nivel nacional han indicado, por el contrario, que los inmigrantes tienen ventaja sobre sus homólogos nacidos en Canadá en cuanto a la salud mental autodeclarada y a los trastornos de salud mental más específicos.
Estos estudios no explican cómo o por qué la ventaja en salud mental de los inmigrantes se disipa cuando se establecen en Canadá.
Un reportaje de Paloma Martínez, para RCI, con informaciones del Proyecto de Salud Mental de Inmigrantes y Refugiados, Estadísticas Canadá, la Western University (investigadores Jason Brown y Charlotte Carrie) y el South London Neighbourhood Resource Centre (investigadores Mohamed Al-Adeimi y Rajaa Al-Abed).
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