Adoptando un tono neutro, el ministro canadiense de Relaciones Exteriores Marc Garneau, afirmó seguir de cerca y con «gran preocupación» lo que sucede en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza y dijo que el país está «consternado» por la continua violencia, el aumento de las tensiones y la pérdida de vidas, incluidos los niños.
El ministro dijo que Canadá reconoce el derecho de Israel a vivir en paz con sus vecinos y dentro de unas fronteras seguras y de garantizar su propia seguridad.
También agregó que Canadá está «profundamente perturbado» por la violencia totalmente inaceptable en Jerusalén, incluso en Al-Aqsa y sus alrededores. Estos hechos son especialmente preocupantes durante el mes sagrado del Ramadán.
Marc Garneau recordó que los sitios de culto deben ser lugares donde la gente pueda reunirse para reflexionar pacíficamente y nunca deben ser lugares de violencia.
El ministro canadiense de Relaciones Exteriores concluyó su mensaje diciendo que sus pensamientos iban a los jóvenes israelíes y palestinos y en las generaciones futuras y afirmando que Canadá estaría dispuesto a apoyar los esfuerzos para lograr una solución de dos Estados.
LA SITUACIÓN EN EL TERRENO
Según las informaciones de la Agencia France-Presse en el momento de escribir estas líneas, a pesar de los llamamientos a la desescalada de la comunidad internacional y de los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la espiral de violencia, el jueves se volvieron a lanzar cientos de cohetes contra Israel desde la Franja de Gaza, donde continuaron los ataques del ejército israelí.
Israel desplegó el jueves tanques y vehículos blindados a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, donde continuaron los mortíferos tiroteos mientras el Estado judío se enfrentaba a otro estallido de violencia entre sus residentes judíos y árabes.
Mientras aumentaba el fuego de artillería hacia el enclave palestino, controlado por el movimiento islamista Hamás, los tanques y otros vehículos blindados se concentraron a lo largo de la valla fronteriza que separa Gaza de Israel, constataron los periodistas de la AFP.
La aviación israelí también derribó una torre de 10 plantas que albergaba las oficinas del canal de televisión palestino Al-Aqsa, creado hace unos años por Hamás, el partido gobernante en la Franja de Gaza, donde el último balance de muertos fue de 67, entre ellos 17 niños, y casi 400 heridos.
En represalia por el asalto a la torre de Al-Shorouk y la muerte de un grupo de dirigentes, Hamás disparó el miércoles por la noche más de 100 cohetes contra Israel, varios de los cuales fueron interceptados por el escudo antimisiles Cúpula de Hierro.
Los nuevos ataques elevaron el número de cohetes lanzados contra el Estado judío por diversos grupos armados desde el comienzo de la semana a unos 1.500. Y el número de muertos ha aumentado a siete en el lado israelí, para un total de al menos 74 muertos y cientos de heridos en poco más de dos días.
Un artículo de Paloma Martínez, para RCI, con informaciones del ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá y de la Agence France-Presse publicadas en el sitio de Radio-Canada.
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