Washington, ESTADOS UNIDOS: El teniente general canadiense Romeo Dallaire, ex comandante de la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Ruanda, testifica ante el Senado de Derechos Humanos y el Subcomité de Derecho durante la audiencia "Genocidio y Estado de Derecho" en Capitol Hill en Washington 05 de febrero de 2007. AFP PHOTO / Jim WATSON (El crédito de la foto debe leer JIM WATSON / AFP a través de Getty Images)

La clave para evitar un trauma es la comunicación: Romeo Dallaire

Romeo Dallaire fue comandante de la fuerza de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Rwanda. Desde hace tiempo habla públicamente sobre el trastorno de estrés postraumático. Es fundador de la Iniciativa Romeo Dallaire para Niños Soldados en la Universidad Dalhousie, en Nueva Escocia. También es un ex senador canadiense. Sufrió gravemente de estrés post traumático.

Dallaire ve paralelos entre la guerra que libró contra el genocidio en Rwanda y  la batalla que Canadá está librando hoy contra COVID-19 y los traumas a los que habrá que sobreponerse.

La fortaleza de Romeo Dallaire

Militar de carrera en las Fuerzas Armadas Canadienses, Roméo Dallaire se hizo conocer en 1994 en la escena internacional cuando fue nombrado al cargo de comandante de la trágica Misión de paz de los cascos azules de las Naciones Unidas para la asistencia a Rwanda (MINUAR ) durante el genocidio que se cobró casi un millón de muertes, una experiencia traumática que lo marcó profundamente .

Vio venir el genocidio y no escatimó esfuerzos para alertar a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas, pero sin resultados.

Según la ONU, unas 800.000 personas, principalmente tutsis, fueron asesinadas en Ruanda en tres meses durante las masacres desencadenadas por el ataque que mató al presidente Habyarimana en abril de 1994.

De vuelta a Canadá, Roméo Dallaire sufrió severos síntomas de trastorno de estrés post -traumático.

Publicó la novela biográfica,”Le di la mano al diablo” en 2003 y testimonió contra el coronel ruandés Theoneste Bagossora ante la Corte Penal Internacional.

Hoy dedica su vida a acabar con el flagelo de los niños soldados.  Dallaire ha puesto en marcha un programa universitario diseñado para entrenar a veteranos retirados a ayudar a poner fin al reclutamiento de esos niños.

COVID-19, traumatismos y comunicación

Dallaire dice que esta experiencia que viven los canadienses en la lucha contra el nuevo coronavirus nadie la va a olvidar. Se trata de un momento decisivo en la historia del mundo y de Canadá.

Un momento que describe como similar a una situación de guerra, en la que los políticos, el personal sanitario y los individuos tienen que tomar decisiones difíciles. “Nada volverá a ser como antes”.

“En Rwanda teníamos tan poca comunicación que estábamos aislados. No había la caballería en la colina que vendría en ayuda. No había refuerzos, era terrible como situación”.

Esa experiencia le lleva a decir que la comunicación juega un papel fundamental en estos tiempos de Covid-19.

Pero también después, dice, porque volver a la normalidad será difícil. Y aunque mucha gente sienta que hacer frente a grandes cambios en la vida no comporta muchas dificultades, Dallaire advierte que la procesión muchas veces va por dentro.

La clave para superar la crisis de COVID-19, según él, está en la comunicación.  Aunque estemos convencidos de que no necesitamos exteriorizar nuestros sentimientos.

“La idea de que somos buenos y que podemos hacer todo lo que sea necesario y que tenemos confianza en nosotros mismos es una mentira y eso es lo que causa las heridas psicológicas. Es aislarse en su propio dolor y dejarlo crecer.”

-Romeo Dallaire, Teniente General retirado

El senador del Parlamento de Canadá Romeo Dallaire, ex comandante de la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en Ruanda (L) y Don Cheadle, actor y activista testifican ante el Subcomité de Derechos Humanos y Derecho del Comité Judicial del Senado de los Estados Unidos el 5 de febrero de 2007 en Washington DC. La audiencia inaugural del subcomité se tituló «Genocidio y el Estado de Derecho». (Foto de Chip Somodevilla / Getty Images)

En la línea del frente: los soldados y los médicos-enfermeras

Dallaire hace un paralelo entre los tiempos de guerra y los de la pandemia.

“En la batalla nos entrenaron para tener estas reacciones profesionales e instintivas que vienen de lo que ves, de lo que sientes, y es tu instinto el que está mucho más desarrollado y sofisticado para esas circunstancias que son tan inusuales.”

El personal médico trabaja en una terminal de computadora mientras se prepara para la apertura del Centro de Evaluación COVID-19, operado por el Hospital de Ottawa y el CHEO en el Brewer Park Arena de Ottawa. (Justin Tang/The Canadian Press)

Dallaire conversa con médicos que están luchando para frenar la expansión del coronavurus.

Les advirtió que iban a carecer de medios, que iban a sentirse sobrepasados en su capacidad de mantener las decisiones, decisiones éticas y de recursos, dónde deben ir y a quién.  También les dijo que iban a tener que enfrentar crisis al interior mismos de sus equipos.

“Estas personas de primera línea toman decisiones de vida y potencialmente de muerte de seres humanos. No se puede decir simplemente, bueno, esto que pasa es una lástima. Tampoco puedes borrarlo diciendo simplemente hice lo mejor que pude. Habrá un impacto residual de eso y es por eso que las estructuras de apoyo de los pares tienen que construir la resistencia dentro de sí mismos para que puedan, de hecho, absorber estas decisiones humanas sobre la vida humana y el impacto de la misma. Y eso no puede ser subestimado en las profesiones en las que están”.

Tienen que comunicarse constantemente dice el exsenador.

Constituirse como si fueran “pelotones en la vanguardia, como compañías, como constructores de espíritu de cuerpo, así lo van a resolver”.

Y habrá algunos que se sentirán culpables. Y eso, será el inicio tal vez de un impacto, un golpe sicológico.

Romeo Dallaire advierte y sabe por qué lo hace.

En el año 2000 intentó suicidarse en Ottawa. Fue hallado aún con vida en un parque público de la capital canadiense.  El haber asistido impotente a un genocidio le abrió las puertas de un infierno: el trastorno por estrés postraumático.

Es un sobreviviente hoy optimista sobre la naturaleza humana y lo que vendrá después, cuando empiece a transitarse la etapa de la post pandemia.

“Perderemos algunas batallas en la guerra, pero perder una batalla no es perder la guerra. Y eso tiene que ser puesto en perspectiva y nos apoyaremos en todas esas experiencias, sí, y en la familia, así como en la sociedad.

Los libros de Romeo Dallaire

Le dí la mano al diablo: The Failure of Humanity in Rwanda, escrito con el mayor Brent Beardsley y publicado en 2003, narra su trabajo como Comandante de la Fuerza de la UNAMIR en 1993-1994, durante el cual fue testigo del Genocidio de Ruanda. Ganó el Premio Shaughnessy Cohen de 2003 por Escritura Política, y el Premio del Gobernador General de 2004 por no ficción.

Luchan como soldados, mueren como niños: la Búsqueda global para erradicar el uso de niños soldados (escrita con Jessica Dee Humphreys) se publicó en 2010. Discute el fenómeno de los niños soldados y propone soluciones para erradicarlo. Fue uno de los mejores libros de 2010 según el Globe and Mail.

Esperando la primera luz: Mi batalla en curso con TEPT (también con Jessica Dee Humphreys) es el relato de Dallaire de sus luchas con el trastorno de estrés postraumático después de su tiempo en Ruanda. Fue seleccionado como uno de los mejores libros del National Post en 2016, y fue nominado para el Premio RBC Charles Taylor de No ficción literaria.

CBC-Matt Galloway-Radio Canadá-RCI

 

Categorías: Política, Salud
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