La pequeña que llegó a Canadá el domingo es la segunda menor en ser traída al país a partir de un campo de detención para sospechosos de haber participado en el conflicto armado en el que las Fuerzas Armadas del presidente Bashar-al-Assad y el grupo armado Estado Islámico. (Foto proveída por Human Rights Watch.)

Regreso a casa de niña canadiense rescatada en Siria

Al tiempo que se cumplen 10 años del inicio del conflicto armado en Siria, una niña canadiense de 4 años fue repatriada el domingo al país, informó Human Rights Watch Canada.

Tras haber vivido la primera mitad de su vida bajo el régimen del grupo armado Estado Islámico (Dáesh) y la segunda en un campo de detención para las familias de los sospechosos de haber colaborado con Dáesh en el noreste de Siria, la pequeña llegó finalmente a Canadá.

Sin embargo, su rescate tuvo un precio desgarrador, cree el organismo Human Rights Watch en Canadá.

Si bien es un alivio que Canadá haya finalmente traído a casa a una segunda niña canadiense, su repatriación sin su madre plantea serias preocupaciones.

Canadá es un defensor mundial de los derechos de niñas y niñas, que incluyen el derecho a la unidad familiar. Dejar de lado ese derecho en este caso castiga a una niña por haber nacido bajo el régimen de Dáesh en Siria. Canadá debería tomar medidas urgentes para repatriar a todos los ciudadanos restantes del noreste de Siria, incluidos los tutores adultos.

Deberían ser examinados, enjuiciados en su país por los delitos que hayan podido cometer y, por lo demás, se les debería proporcionar rehabilitación, en lugar de separarlos de sus hijos incumpliendo el derecho internacional.Farida Deif, directora para Canadá de Human Rights Watch

Cuestionado el lunes sobre la repatriaciòn de la pequeña, el primer ministro canadiense Justin Trudeau aceptó que su gobierno no intervino de manera crucial en este caso.

El gobierno federal facilitó los documentos de viaje, pero esto fue algo hecho por la familia involucrada.Justin Trudeau

Por su parte, la oficina de prensa del ministerio de Asuntos Globales de Canadá, nos confirmó en un correo electrónico tener conocimiento de que un menor canadiense ha abandonado el noreste de Siria para dirigirse a Irak.

En consideración del bienestar del infante y de la privacidad de la familia, no daremos más detalles sobre este caso.

Dada la situación de seguridad sobre el terreno, la capacidad del gobierno de Canadá para proporcionar cualquier tipo de asistencia consular en Siria sigue siendo extremadamente limitada. Los funcionarios consulares canadienses están trabajando activamente con las autoridades kurdas sirias para obtener información sobre los canadienses bajo su custodia.

Seguimos vigilando la situación muy de cerca. Debido a las disposiciones de la Ley de Privacidad, no se puede divulgar más información.Patricia Skinner, relaciones de prensa para Global Affairs Canada | Affaires mondiales Canada

(AP Photo/Raad Adayleh)

La pequeña rescatada el domingo, es la segunda niña canadiense extraída de uno de esos campos de detención.

En octubre de 2020, el gobierno canadiense anunció que había repatriado a una huérfana de 5 años, Amira, que estaba igualmente atrapada en ese mismo campamento de personas sospechosas de pertenecer al grupo armado Estado Islámico (Dáesh) y sus familiares.

Los padres y hermanos canadienses de Amira murieron durante una de las últimas batallas contra el grupo armado Estado Islámico (Dáesh). Sus familiares canadienses, que cuidarán de ella, llevaron al gobierno a los tribunales en julio para insistir en su petición de traerla a casa.

Otros ciudadanos canadienses en Siria

Amira y la pequeña de 4 años rescatada este fin de semana formaban parte de un grupo de más de 45 ciudadanos canadienses retenidos en campos y prisiones del noreste de Siria, donde viven en condiciones extremadamente precarias.

Luego de la repatriación de Amira, el Primer Ministro Justin Trudeau dijo que su caso era «excepcional» y único.

Sin embargo, según Human Rights Watch, aunque Amira haya sido la única huérfana canadiense retenida en el noreste de Siria, otros ciudadanos canadienses, 25 niños, 13 mujeres y 8 hombres, también se encuentran en situación desesperada.

Durante los últimos meses o más, una autoridad local dirigida por los kurdos y sin recursos los ha recluido en prisiones y campamentos improvisados y superpoblados, junto con decenas de miles de otros sospechosos del grupo armado Estado Islámico (Dáesh) y familiares procedentes de Siria y de 60 países extranjeros. Estos detenidos, en particular los niños, han vivido horrores indecibles bajo el régimen de Dáesh. Como lo hemos documentado, ahora sufren una grave escasez de agua potable, alimentos frescos y atención sanitaria. Según informes, las enfermedades contagiosas han matado a varios cientos de detenidos desde 2019. Algunos han dado positivo por Covid-19 y las Naciones Unidas dicen que el número puede ser mucho mayor. Ninguno de los canadienses u otros detenidos extranjeros ha sido llevado ante un juez.Human Rights Watch en Canadá

Por su parte el ministro de la Seguridad Pública, Bill Blair, confirmó a CBC News que sólo se ha intervenido en dos casos, aunque no especificó de qué manera, ni los nombres de los canadienses auxiliados en Siria.

Hay dos casos de los que estamos al tanto en los que niños y niñas han estado en importante riesgo y hemos tomado cartas en el asunto para garantizar su seguridad. Bill Blair

Niños dentro de una tienda de campaña en un campamento de desplazados internos en al-Bab, en el norte de Siria, el martes 29 de mayo de 2018. Turquía y los combatientes de la oposición siria que respalda tomaron Al-Bab en febrero del año pasado, tras una agotadora ofensiva de seis meses que expulsó a los militantes del grupo Estado Islámico de uno de sus últimos bastiones. Las autoridades afirman que casi 300.000 personas han llegado a vivir en Al-Bab, la mayoría de ellas sirias que huyen de los combates en otras partes de Siria. (AP Photo/Lefteris Pitarakis)

Según la información manejada por el gobierno de Canadá, en los últimos 10 años se estima que más de 200 000 civiles sirios han muerto en el conflicto, algunas fuentes hablan de hasta 400 000.

Además, otros 100 000 ciudadanos sirios están desaparecidos. Más de 6 millones de sirios se han visto desplazados y lo han perdido casi todo, y 5,5 millones han huido a otras partes del mundo.

Más de la mitad de la población siria de antes de la guerra civil está ahora desplazada, y más de 13 millones de personas dentro del país necesitan ayuda urgente. Según algunas fuentes, 80% de la población siria tiene escasez de agua potable, de un techo o de comida.

Para el ministro canadiense de Relaciones Exteriores, Marc Garneau, el conflicto en Siria ha provocado «una de las peores crisis humanitarias del mundo».

Canadá reporta haber invertido más de 800 millones de dólares en ayuda humanitaria, de desarrollo, de seguridad y de estabilización para las poblaciones vulnerables de Siria desde 2011.

Esto habría permitido proporcionar alimentos y atención sanitaria, así como acceso a agua potable, saneamiento e higiene a millones de personas. Según las informaciones del gobierno canadiense, los fondos también se han utilizado para fomentar la participación política de las mujeres a nivel local y para asegurar los medios de vida de miles de mujeres, jóvenes y personas con discapacidad.

Refugiados sirios en Canadá

Foto: THE CANADIAN PRESS/Nathan Denette

Lo cierto es que desde 2011, Canadá se convirtió en el hogar de decenas de miles de refugiados sirios. El ministro Garneau quiso conmemorar el décimo aniversario de este conflicto armado hablando también de los neo-canadienses de origen sirio.

«Es un momento solemne para dar un paso atrás y recordar a todos los que han sufrido este terrible conflicto, incluidos los más de 73.000 refugiados sirios que hemos acogido, muchos de los cuales ya tienen su ciudadanía canadiense. Hoy, todos nosotros tenemos un pensamiento especial para ellos y les damos las gracias por hacer que nuestro país sea mejor. «Marc Garneau

Por otro lado, la comunidad internacional debe seguir buscando una solución política duradera en consonancia con las disposiciones de la Resolución 2254 del Consejo de Segurida de la ONU, cree el ministro Garneau, ya que esa resolución aprobó la hoja de ruta para un proceso de paz en Siria.

Para el sirio-canadiense, Bassem Isshak, entrevistado por el periodista de Radio-Canada, Jean-Sébastien Cloutier, las sanciones internacionales contra el régimen de Bashar-al-Assad son un obstáculo a la mejora de las condiciones de vida de los sirios y para confrontar la crisis humanitaria del país. 

Foto: THE CANADIAN PRESS/Darryl Dyck

El Reglamento de Medidas Económicas Especiales para Siria prohíbe a todas las personas en Canadá y a todos los canadienses fuera de Canadá:

a) importar, comprar, adquirir, transportar o enviar cualquier mercancía -que no sea un producto alimenticio para el consumo humano- enviada o exportada desde Siria después del 23 de diciembre de 2011;

b) prestar servicios financieros o conexos a Siria o a cualquier persona de Siria, o adquirirlos, en su beneficio o en ejecución de una dirección u orden dada por ellos, con el fin de facilitar la importación, la compra, la adquisición, el transporte o el envío de petróleo o de productos petrolíferos originarios de Siria, excluido el gas natural

c) realizar una inversión en Siria que implique una transacción de bienes, dondequiera que se encuentren, en posesión de Siria o en su nombre, de cualquier persona en Siria o de cualquiera de sus nacionales que no resida habitualmente en Canadá

(d) prestar servicios financieros o conexos a Siria o a cualquier persona en Siria, o adquirirlos, en su beneficio o en cumplimiento de una dirección u orden dada por ellos con el fin de realizar la inversión mencionada en el apartado c)

e) exportar, vender, suministrar o enviar a Siria o a cualquier persona de ese país cualquier producto, incluidos los datos técnicos, utilizado en el control de las telecomunicaciones

f) prestar o adquirir servicios financieros o conexos, distintos de los prohibidos por otras disposiciones del presente Reglamento, a Siria o a cualquier persona de la misma, en su beneficio o en cumplimiento de una dirección u orden dada por ellos

g) exportar, vender, suministrar o enviar artículos de lujo a Siria o a cualquier persona de este país

h) exportar, vender, suministrar o enviar a Siria o a cualquier persona que se encuentre en ese país cualquier producto designado por el gobierno de Canadá

i) transferir, suministrar o comunicar a Siria o a cualquier persona de ese país datos técnicos relativos a cualquiera de los productos designados

RCI con informaciones de Human Rights Watch, de Asuntos Globales Canadá y de CBC News.

Categorías: Inmigración y Refugiados, Internacional, Política, Sociedad
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