Varios organismos y personalidades denunciaron esta semana el asesinato de 8 mujeres asiáticas en Estados Unidos y la ola de violencia física y verbal de la que son víctimas las comunidades asiáticas en Canadá también.
La Fundación Canadiense de Relaciones Raciales (FCRR) se dijo «profundamente preocupada» por el aumento de los niveles de violencia perpetrados contra la población asiática de Canadá desde el comienzo de la pandemia del COVID-19.
Los datos demuestran que las mujeres asiáticas se ven afectadas de forma desproporcionada por la violencia racial.
El 60% de las víctimas de incidentes de racismo antiasiático han sido mujeres desde que comenzó la pandemia. El 30% de los incidentes denunciados son físicamente violentos.
Las mujeres asiáticas que trabajan en salones de masaje y en la industria del sexo suelen ser objeto de violencia.
El tiroteo del 16 de marzo contra ocho mujeres en la ciudad estadounidense de Atlanta, Georgia, representa para la FCRR un llamado de atención para todos los canadienses «compasivos y razonables»: Esta escalada de violencia física y emocional debe detenerse inmediatamente, expresó el organismo en un comunicado.
La violencia no es exclusiva de Estados Unidos. Sólo en Vancouver se ha registrado un aumento del 878% en la violencia contra los asiáticos, y en Montreal la policía ha registrado un aumento del 16% en la violencia contra la comunidad asiática.

En esta foto, personas se abren paso por una calle de Chinatown en Montreal. A finales del 2020, se lanzó en ese barrio una campaña llamada «Fortunas para la solidaridad» con el objetivo de luchar contra el racismo antiasiático y hacer que los clientes vuelvan a la zona. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes)
En entrevista con la agencia de noticias The Canadian Press, la presidenta del Consejo Nacional Chino-Canadiense para la Justicia Social, dijo que los ataques en Atlanta no le sorprendieron.
Los asesinatos de Atlanta se suman a una ola de ataques recientes contra asiáticos y canadienses desde que el nuevo coronavirus llegó a Norteamérica.
En Atlanta, el sospechoso de 21 años ha negado que su ataque estuviera motivado por la raza y afirmó tener una «adicción al sexo». Las autoridades dicen que aparentemente veía los salones de masaje «como fuentes de tentaciones».

Una persona compra en el barrio chino de Vancouver, en febrero de 2021. El COVID-19 ha pasado factura a muchos canadienses, pero para los chinos-canadienses los impactos se han visto magnificados por el racismo dirigido a individuos y empresas, dicen los líderes de la comunidad. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Jonathan Hayward)
La Fundación Canadiense de Relaciones Raciales hizo esta semana un llamamiento a todos los canadienses para que denuncien a las autoridades todo incidente de violencia antiasiática. Y para que creen espacios seguros en los que amigos y colegas asiáticos-canadienses compartan sus experiencias y escuchar lo que tienen que decir.
La Fundación se dijo convencida de que la manera más eficaz de eliminar el racismo en todas sus formas es educarse a sí mismo y a los que nos rodean sobre las realidades de otras personas racializadas, sus culturas y cómo se manifiesta el racismo.
RCI con información de la Fondation canadienne des relations raciales / Canadian Race Relations Foundation, de Fight COVID Racism y Elimin8Hate.org
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