Justo cuando los científicos y ambientalistas estaban celebrando el nacimiento de la cuarta cría de ballena franca del Atlántico Norte de la temporada, la pequeña cría fue golpeada por un barco. Las heridas son consistentes con la hélice de una embarcación y los cortes son tan severos que los expertos creen que podría tener problemas para alimentarse. La cría se encuentra actualmente en estado crítico.
Se trata de una tragedia para una especie que ya está al borde de la extinción. Hemos visto una y otra vez como los barcos colisionan con las ballenas francas del Atlántico Norte, el traumatismo por objeto contundente y los cortes de las hélices pueden provocar muertes muy dolorosas.
En los últimos tres años, 30 ballenas francas del Atlántico Norte han muerto en aguas canadienses y estadounidenses, es decir, casi el 7% de su población. Sólo quedan unas 400. Si seguimos muriendo a este ritmo, la extinción es inevitable, dicen grupos ambientalistas.
Oceana Canadá está haciendo un llamamiento a los gobiernos de Canadá y Estados Unidos para que tomen medidas inmediatas para detener la muerte y salvar a estas ballenas de la extinción. Las medidas a tomar según el organismo serían, entre otras:
- Requerir que los barcos reduzcan la velocidad donde se sabe que frecuentan las ballenas francas del Atlántico Norte.
- Reducir la cantidad de líneas verticales del equipo de pesca en las aguas del Atlántico canadiense y estadounidense.
- Modificar el equipo y las prácticas de pesca para reducir la probabilidad y la severidad de los enredos.
Lo que dice la legislación canadiense
En los últimos dos años, el Gobierno de Canadá ha puesto en marcha nuevas medidas para proteger a la ballena franca del Atlántico Norte. Aún así, las muertes de cetáceos de esta especie en aguas canadienses siguen siendo muy preocupantes.
El 26 de junio del 2019, en respuesta a varias muertes consecutivas, el ministro de Transporte de Canadá, Marc Garneau, reglamentó sobre un límite de velocidad de 10 nudos en las rutas marítimas al norte y al sur de la Isla de Anticosti en la región como medida cautelar provisional.
Anteriormente, este límite de velocidad sólo se había establecido cuando se avistaba una ballena franca del Atlántico Norte en las rutas de navegación.
Desde el 28 de abril de 2019 entró en vigor un límite de velocidad en gran parte del Golfo de San Lorenzo, donde los barcos de 20 metros o más están limitados a una velocidad máxima de 10 nudos hasta el 15 de noviembre de 2019.
RCI con informaciones de Oceana Canada y el Gobierno de Canadá
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